La iglesia recibe del estado unos 12.000 millones de euros anuales.
Está claro que ahí están contabilizados muchos servicios, como los colegios concertados, profesores de religión... el 0,7% de la declaración de la renta de las personas que así lo eligen...
Cifra verdaderamente escalofriante... 12.000 millones de euros anuales.
Este año, se va a reducir en 16 millones, ya que el impuesto de licencia de obras lo van a tener que pagar a los ayuntamientos; pero todavía siguen exentos, eso sí por ley, y bajo un acuerdo del CONCORDATO, los impuestos sobre sociedades, IBI (bienes inmuebles), incremento del valor de los terrenos, valor añadido, transmisiones patrimoniales, sucesiones y donaciones. Muchos impuestos que el resto de personas e instituciones nos vemos obligados a pagar.
A pesar de que ha sido un logro que se pague la licencia de obras, los privilegios de la Iglesia siguen siendo notorios. Y todo el mundo habla sobre las pensiones, y muy pocos sobre el gasto militar (cada vez más grande), la Monarquía y la Iglesia. Privilegios que un día se deberían acabar... No hay dinero para todo, y si se aumenta en estos conceptos en otros habrá que apretarse el cinturón, aunque como se trata de dinero público no es fácil enterarnos, pues si es necesario que se hagan un conjunto de pruebas médicas, ¿cómo saber si se hacen todas las necesarias o tan sólo te están haciendo las más imprescindibles?
Además de gestionar catedrales, mezquitas y otros monumentos que en realidad deberían pertenecer al pueblo, al estado, cobran entradas por visitarlas.
Los sueldos de obispos, arzobispos y sacerdotes los costea en su totalidad el Estado.
Con esos dineros potencian los medios de comunicación privados como la Cope, TV13... también existen instituciones dedicadas a los más pobres como Cáritas o Manos Unidas, pero los presupuestos de estas instituciones sociales son muy muy inferiores al resto de actividades.
