Berrotza / Berrueza

Jesus Mari, el Mari para muchos,  ha fallecido. Poco puedo decir de este nazareno que no sepamos todos. Los que lo hemos conocido lo recordamos de una manera muy distinta a la que ha vivido los cuarenta últimos años. Recluído primero en su casa de Nazar, y luego en la residencia. Lo recuerdo tocando el acordeón sin acordeón, de pueblo en pueblo, de fiesta en fiesta. Ese es el recuerdo que me quiero llevar de este hombrón bueno y callado, aunque tengo muchos y muchos más recuerdos, hasta trabajando para Morrás o el Carmelo renque a renque coincidimos alguna vez, pero el de la acordeón es el que más me viene a la cabeza.

Es una pena que no tenga ni una sola foto del Jesus Mari, aunque fuese de los tiempos mozos. Un recuerdo por él, que no hizo nunca daño a nadie.

Gerardo