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23/06/2017

Iglesia de Nazar

Ya se han comenzado las obras de restauración de la torre de la iglesia de Nazar. ¿Los gastos correrán a cargo del Arzobispado, que en este momento queramos o no es el propietario?

17862373_394852057560304_1249899045081384606_n.jpgYa lo he dicho en otras ocasiones. Ver la iglesia arreglada y en condiciones nos alegra, y nos parece que es un edificio que lo debemos conservar entre todos, y de ninguna manera nos parece lógico que se lo haya apropiado el Arzobispado.

Lo construyeron nuestros antepasados, lo emplearon nuestros antepasados, lo gestionaron nuestros antepasados para los usos que eran cotidianos en la época.  Cada momento, cada época, cada siglo se empleo para sus necesidades, en todas las épocas como es lógico la iglesia se empleo para las funciones religiosas; pero aparte de ellas el edificio fue fortaleza cuando se necesitó, refugio ante cualquier ataque. Lugar donde se reunía el ayuntamiento cuando no existía local para ello, asamblea del pueblo para decidir los temas comunes. La torre y las campanas tanto anunciaban los acontecimientos religiosos como los civiles, lo mismo llamaban a misa que llamaban a apagar un incendio, que se acercaba un nublado o que había fallecido un vecino.

La iglesia durante siglos, y hasta no hace mucho era un edificio mixto, religioso y civil. El aguacil, el señor Miguel y la señora Antonia, pagados por el Ayuntamiento eran los que se encargaban del mantenimiento de la iglesia, de poner los comunicados, bandos, decisiones del ayuntamiento en la puerta de la iglesia, de tocar las campanas. La llave de la iglesia siempre estaba en la casa, el cura tenía que pasar por ella si quería entrar a la iglesia.

En definitiva que la iglesia de Nazar desde sus primeros tiempos hasta hace dos días cuando el Arzobispado se ha hecho con la propiedad pertenecia a todos los vecinos, y se empleaba especialmente para el culto religioso, pero también para otro tipo de actividades civiles que los vecinos necesitaban.

El Arzobispado al ver que a la iglesia cada vez se acude menos a los actos religiosos y que podía ser bien empleada por los vecinos también para otro tipo de actividades civiles se ha adelantado y se ha hecho con su propiedad, con lo que siempre tendrá la potestad de decidir que es lo qué se puede hacer y que es lo qué no se puede.

A alguno esto no le importa nada, ya que es la Iglesia la institución que se ha apropiado de algo que no era suyo. Pero se entenderá que para otros esto haya sido un hurto en toda regla, y la judicatura así lo ha visto, pues ha derogado dicha posibilidad, aunque como se trata de la Iglesia y tiene bastante más poder del que alguno supone, han decidido que lo hecho hasta ahora es inamovible.

Más pronto que tarde se darán cuenta que este edificio, tan emblemático, tan importante emocionalmente hablando para los vecinos de Nazar para que se pueda mantener tiene que pertenecer a los vecinos, y ser nosotros los que decidamos que actividades se pueden realizar, siempre teniendo en cuenta que actos religiosos tienen que tener un lugar preferente.

¿Acaso alguno cree que en la sociedad actual nos podemos permitir el lujo de gastar cada cierto tiempo un dineral para mantener estos edificios para tres actos religiosos anuales y al que además cada vez acuden mucho menos gente? La iglesia de Nazar desde su construcción siempre ha sido un edificio que ha necesitado de reformas, y no hay más que ver los libros de fábrica para conocer como los vecinos de Nazar se han preocupado y han puesto todo el empeño en mantener la iglesia en buenas condiciones, porque sentía el edificio como suyo, una parte de todos los vecinos y una parte de todas las casas.

Esto hoy día, desde el momento en que el Arzobispado se hizo con su propiedad y su gestión ya no ocurre, somos muchos los críticos y no cesaremos hasta que vuelva al pueblo del que nunca debió de salir.

El Arzobispado es el primero que lo tiene claro, no se gasta ni un solo duro, y se lo ha apropiado porque es consciente de que en estos momentos todavía existen en los pueblos unas cuántas personas que están dispuestas a poner dinero y no les importa que la iglesia sea gestionada por el Arzobispado, o será gestionada por ellos mismos.