Berrotza / Berrueza

Hoy 6 de abril de 2018 cumple 100 años CELES ZUDAIRE. (Me ha comentado Ana Ibarrola, y creo que también ha sido para que pusiese unas líneas de felicitación, que las hago gustoso y las extiendo de parte de todo el pueblo, que estoy seguro que así lo sentimos todos)

Un honor llegar a los 100 años y como está ella. Rebosante de salud y ganas de vivir.

Creo que será la primera persona de Nazar que llega a esa edad.

Celes se casó con Pablo Fernandez, también nazareno ya fallecido. Tuvieron dos hijos, Marisol y José Miguel.

Celes es hija de Modesta y José Maria, hermana de Antonia, Fidel, Jesús, Eloy, Bienve, Loreto, Honorato, Reme… y seguro que me dejo alguno…

En Nazar, Celes y Pablo, como el resto de vecinos se dedicaron a la agricultura, fue una familia que se quedó hasta el final en el pueblo, no marcharon a trabajar a las fábricas que se pusieron tan de moda por los años 1950. Pablo cultivó sus fincas, complementando lo que sacaba de la agricultura con las dos cabras, algún cerdo, gallinas, conejos y con dos vasca y un caballo, animales imprescindibles y necesarios por aquellos tiempos. Durante unos años fue alcalde y durante bastante más era el encargado de matar los cerdos de la matanza, por lo que iba de casas en casa. José Miguel y Marisol como el resto de jóvenes hicieron los estudios en Nazar, y pronto marcharon a la ciudad. José Miguel estuvo primero en Gipuzkoa, y luego fue a Pamplona donde se casó con Marina y tuvieron una hija Edurne. José Miguel como bien sabemos todos murió en accidente de tráfico en la carretera de Mendaza a Acedo. Una tarde aciaga, una desgracia que sin duda tuvo que pesar en Celes, pero que supo y pudo sobreponerse y le hizo todavía más fuerte si cabe.

Muchas son las anécdotas que se pueden contar de una persona de 100 años, que mantiene una salud de hierro, siempre me he preguntado de dónde habrán sacado el conocimiento estas personas mayores, que no tuvieron la oportunidad de estudiar; pero que han suplido los estudios con un saber tratar a la gente, y una naturalidad innata; Celes siempre tiene las palabras adecuadas, siempre trata con cariño y respeto a los vecinos, especialmente a los niños, siempre nos ha dado una gran confianza.

Atrás han quedado aquellos años de niñez, que aunque yo al ser más joven no los pude ver, pero que me imagino que la pasaría como el resto de chavales y chavalas del pueblo, correteando por las calles sin encementar, y que sin darse cuenta pasó a la juventud, donde ya se valía para realizar todas las tareas de la casa y del campo. Los años de moza y noviazgo también pasarían en un santiamén, por aquellos tiempos el número de mozas y mozos pasaban de 60, ¿qué juergas no habría?

Vaya desde este blog la felicitación merecida de parte de todo el pueblo para esta mujer que como el resto de mujeres nazarenas les tocó trabajar duro para sacar la familia adelante con lo que había en el momento, sin privilegio alguno, pero creo que también sin grandes necesidades.

Celes es la mejor testigo de lo que ha sido el pueblo, aquí nació, aquí ha vivido, y aquí vive siempre que puede. Sigue manteniendo la memoria intacta, “archivo viviente”. No nos queda más que felicitarle, y desearle que siga con la alegría que ha tenido durante toda la vida.

ZORIONAK.