Berrotza / Berrueza

Algunos, la mayoría pensarán que desde siempre tenemos las mismas tradiciones; y que las tradiciones surgieron con la religión cristiana. Pues no, claramente podemos decir que las tradiciones surgieron antes que existiese el cristianismo.

Antes que el Cristianismo existían otras creencias otras religiones: paganos, hinduistas, budisas, taoistas, judios…

Antes del Cristianismo los paganos, los gentiles ya tenían sus fiestas, sus celebraciones, es decir sus costumbres y sus tradiciones. Por tanto, las principales tradiciones que hoy celebramos no tienen su origen en el cristianismo, ni nada que ver con esta religión.

Las actuales tradiciones no son modernas, ya que desde siglos anteriores los habitantes de estas tierras se reunían para celebrar sus fiestas. Celebraban el día a día, se reunían para agradecer los favores de sus divinidades, o para realizar otras peticiones. Esto como veis se hacía ya desde siglos y siglos.

En aquellas épocas, igual que hoy las cosechas, la caza, el cuidado de los animales estaba bajo control de la Naturaleza, las tormentas, la sequía o las plagas hacían estragos. En aquella época tenían varias divinidades, no tenían un solo Dios, si no que eran muchos los que velaban por la seguridad de los terrestres: El Dios del Sol, de la Luna, de la Guerra, de la Agricultura…

La civilización egipcia, los griegos, los romanos, por ejemplo tenían sus fiestas y tradiciones en honor de sus dioses: solsticio de verano (San Juan), entrada del invierno (Navidades)… La iglesia adaptó las antiguas fiestas a su calendario.

Alguno puede pensar este proceso, este cambio que fue pacífico. No. la historia lo ha dejado claro, fue una época muy compulsa, tanto que estas nuevas costumbres se impusieron a base de sangre y sufrimiento. Ahí está el Código Civil y los cambios impuestos por Justiniano, Teodosio o Constantino. Los que impusieron una nueva religión y una nueva vida a costa de asesinatos y cárcel para una gran parte del pueblo. Especialmente en las zonas rurales, donde siguieron practicando las antiguas costumbres. Podemos asegurar que las antiguas religiones y tradiciones se impusieron no sin gran sufrimiento de la población.

Muchos somos los que teniendo en cuenta todo lo anterior, y también teniendo en cuenta la evolución de la sociedad actual nos planteamos, especialmente los que no estamos bajo la influencia de ninguna religión, que las costumbres y tradiciones religiosas deberían estar separadas de lo que es la sociedad y el poder civil. Ya que no vemos normal que los días de fiesta, sea el día que sea, domingo o la patrona del pueblo, o San Juan, o San Isidro o la Inmaculada se identifiquen para toda la gente con las fiestas cristianas. Y mucho menos que los poderes civiles (alcalde, Presidentes) identifiquen estas fiestas con las fiestas religiosas, y sean ellos los patrocinadores de las fiestas religiosas.

La fiesta es igual para los creyentes, como para el resto. Y el poder civil debería estar al margen de las actividades religiosas, como se hace con otras religiones. Nadie entendería que los ayuntamientos, gobiernos tomasen parte oficialmente en los actos religiosos de los musulmanes o judíos.

Nos parece bien, no faltaba más que los cristianos, musulmanes, judíos, hinduistas, budistas… celebren sus fiestas, con sus actos religiosos que les apetezca… Pero los representantes civiles (alcaldes, concejales, presidentes, parlamentarios…) solamente podrían tomar parte en esos actos a modo particular, e igualmente los ayuntamientos, gobiernos deberían apartar lo oficial de lo personal y si toman parte en esas actividades religiosas debería ser de forma personal, pero nunca como institución.

Las tradiciones y costumbres son de todos los ciudadanos, no solo de los que tienen una creencia religiosa.

En la zona que vivimos, Valle de La Berrueza esto que digo es una utopía, y ya sé que no se entiende, pero como un día las costumbres y tradiciones paganas fueron absorbidas y modeladas por la iglesia, con el tiempo las tradiciones, costumbres y fiestas deben perder ese valor religioso, (aunque los religiosos sigan viviendo todas sus creencias, pero sin el presupuesto del poder civil) y sean tradiciones, costumbres y fiestas de todo el pueblo. Y antes que más tarde es necesario reflexionar sobre esto, para tener unas fiestas separadas de lo religioso y para todos y subvencionadas para todo el pueblo, sin tener en cuenta la identificación religiosa de los ciudadanos.