13/11/2005
Las mujeres (II): Nuestras madres / Amak
Todavía recuerdan las cuadras, las cocinas bajas donde cocinaron durante años. Cocinas que nos han llegado a nosotros con el nombre de cocinas viejas, pero que han sido usadas por nuestras madres. Todavía las recuerdan encendidas, colgada la caldera de cobre con la calderada de berzas y patatas para los cerdos, el seso, el trébede y el burchin, con los pucheros de la comida para la familia. Las banquetas pequeñas alrededor de la lumbre.
El cuarto de amasar, con las camas donde dejaban los panes a yudar. No sigo pues la nostalgia puede invadir a más de uno/a...
La mayoría de nuestras madres, dejaron su pueblo, su familia. Es curioso pero la mayoría de nuestras madres vinieron de los pueblos vecinos, o de los valles vecinos a casarse con nuestros padres. No sé si ha sido coincidencia de Nazar o ha sido lo normal en el resto de los pueblos del valle.
Me hago cargo de lo que tuvo que suponer para estas mujeres dejar la casa, para ser advenediza en otra casa de costumbres parecidas pero distintas, en un pueblo parecido pero distinto. Convivir con la familia del marido. En una casa donde las cosas se hacían de esa manera de generación en generación. Desde siglos se venían siguiendo costumbres idénticas. Me hago cargo de esto y de mucho, mucho más...
Alguno/a pensará, pero si las costumbres eran idénticas. Total venían de un pueblo cercano en donde las costumbres, la cultura era la misma. Pues, no lo creo. Es más creo que no existe más diferencia que la similitud. Para cualquier turista, forastero que venga a estos pueblos de paso dirá son todos iguales, para éstos las costumbres de Mirafuentes, Azuelo, Ancín o Nazar serán las mismas. No existirá diferencia entre estos pueblos, es más casi ni los distinguirá, todos serán parecidos. Pero que curioso, para nosotros son pueblos diferentes, completamente diferentes, es más nosotros no vemos más que las diferencias. No digo que en realidad sean distintos, que lo que ocurre en uno no ocurra en los otros. Lo que digo es que la sensación que nosotros percibimos es de tratarse de pueblos completamente diferentes.
Admito que son pueblos semejantes. Lo admito, tienen una cantidad de habitantes semejantes, el habla es idéntico, tienen las mismas costumbres, hasta se tratan los mismos temas, y la forma de verlos también es idéntica, hasta se usan las mismas palabras. Pero si todo esto es cierto, que si lo es. No es menos cierto, que la sensación y sentimiento de sentirse forastero, de no sentirte en tu mismo ambiente, es más hasta el aburrimiento aparece, el sentimiento de sentirte desplazado se apodera de nosotros cuando tenemos que permanecer unas cuantas horas en los pueblos de a lado. ¿A qué se debe si son tan iguales? Cosa que no nos ocurre tan fácil y tan ostensiblemente si tenemos que pasar unas horas, unos días en la ciudad. En definitiva, la similitud aumenta las diferencias.
Con lo anterior no he querido más que reflexionar un poco sobre la sensación que pudieron encontrar nuestras madres cuando llegaron a este pueblo tan maravilloso. Con los años todas las mujeres, han hecho este pueblo su pueblo. Este detalle también es para tenerlo en cuenta.
Sin duda, nuestras madres se merecen un monumento, espero que nade tome lo del monumento al pie de la letra, pues no hay cosa que más me enoje que este tipo de conmemoracioes sinplonas y frías, anónimas. Hagámosle un homenaje interno, sentimental a todas estas y a las de las anteriores generaciones de la República de Joar y a las que vinieros de los valles colindantes.
Qué nuestras madres hayan venido de fuera ha sido positibo y enriquecedor para el pueblo, y también para nosotros. Hoy que se habla tanto de la globalización y de la convegencia de distintas culturas, pue he aquí un principio de globalización sin quererlo. Lo que todos hemos aprendido es sin duda, lo acaecido en el pueblo, lo mismo que nuestros tartarabuelos aprendían, pero esta coincidencia de la venida de la mayoría de las mujeres de fuera del pueblo, aunque viniesen de una en una y en años diferentes, sin duda ha hecho que los de “nazarenos” de nuestra generación, algunos más viejo y algunos más joven hayamos vivido una cultura un poco más plural que lo que son los límites del pueblo, aunque no nos vayamos a confundir, el sustrato, la base de todos es lo nazareno, y es más, en alguno ese resto que he mencionado parece que ha quedado en un segundo o un sexto lugar. En los comentarios haré una relación de la población de nacimiento de nuestras madres.
Katagorria
11:26 | Permalink | Comentarios (3)
Comentarios
Pero he aquí, otra sorpresa. No os lo perdáis. Entre los últimos matrimonios que ha habido en el pueblo (que nadie se lleve a engaño, entre los últimos matrimonios se encuentran los que tuvieron lugar hace 25 años), han sido mayoría los que se han casado entre los del pueblo. Aunque los matrimonios habidos en el pueblo son tan pocos que no se puede tener en consideración para sacar conclusiones estadísticas, si es una anécdota que queda de primera para ser reflejada en este blog. Es así como Anabel se casó con Pedro, Valen con José, Maria Jesús con Luis, Leonor con Alfredo y Edurne con Miguel. Estas dos últimas aunque no nacieron en Nazar, ya que si sus familias y han veraneado desde pequeñas en el pueblo, las incluyo como tales.
Bueno, con esto doy por terminado este asuntito, que ya se sabe, cuando salen tantos nombres, es fácil liarse y confundirse, y como no tengo costumbre de releer lo escrito. Pues a lo dicho, pido por adelantado perdón por las posibles meteduras de pata.
Anotado por: Joarkide | 14/11/2005
Bitxia, baina herrian bi kanpotar etorri ziren bizitzera, Txiletik hain zuzen ere, Ana eta Luzia zeukaten izena, Nazarreko Luziorekin etorri ziren, oraindik orain gogoan daukat nola etorri ziren auto zahar batekin, hobe esanda automobila ez zen ailegatu herria arte, errebuelta handian ailegatu baino lehen gelditu zen, motorrak ondatu zen, traktore baten laguntzaren bidez igo zuten Luzioren etxera. Kontua da herrira etorri ziren Ana eta Luzia gure hizkuntza hitz egin arren, erabat desberdinak ziren. Gustuetan, baita ohituretan ere. Kontua da, bi emakume hauengandik ikasi nituen gauza asko. Hauek oparitu zizkidaten 10 urte ez neukanean lehendabiziko liburu txiki-txikiak. Garai hartan ez neukan irakurtzeko zaletasuna, nahiko neukan etxeko lanekin, eta etxeko lanak ez ziren ikerketekin lotuak, ganaduen eta lursailekin baizik. Dena den liburu txiki hauek beste mundu berri bat ireki zizkidaten... Hernan Cortes, Pizarro, Elkanori buruzko izan arren, eta frankismoen ikuspuntuen mende izan arren lagungarriak izan ziren beste mundu batzuek jakiteko existitzen zirela...
Inondik ere, bi emakume hauen bizimoduak asko eta asko aldarazi ziguten. Ikasiak ziren, oker ez banago Txilen andereñuak ziren. Anak margoak ezin politagoak egin zituen, Loreto Amabirginaren baselizako hormak margotu zituen, oraindik orain, urteak pasa arren iraun dute. Luziak zeramikan ibili zen, labe erraldoia ekarri zuen Bartzelonatik. Inondik ere herria harritu zuten.
Ikazkina
Anotado por: ikazkina | 19/11/2005
He aquí, otras dos mujeres que vinieron de fuera y se casaron con dos mozos del pueblo. Lucio que ya había ido años antes para América y Dioni. Durante unos años vivieron en el pueblo estas dos mujeres que vinieron de Chile. Todavía me acuerdo el día que llegaron con Lucio, Ana y Lucia. Para los niños fue todo un acontecimiento que dos mujeres del otro lado del mar viniesen a vivir a un pueblo tan pequeño. Las dos creo que tenían carrera, Ana pasaba los días pintando, y nos ha dejado en la ermita de Nuestra Señora de Loreto sus pinturas. Lucía se casó con Dioni. Todavía viven en Chile. Lucía se dedicó a la cerámica, para lo cual hasta puso un horno de alto voltaje en el pueblo, para vender los productos en Barcelona.
Joarkide
Anotado por: Joarkide | 21/11/2005
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