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31/12/2007

El Carbonero (I) / Ikazkina (I)

El Carbonero de Nazar

En Nazar hasta el año 2000 vivió José Luzuriaga, más conocido por “el Carbonero”.  En este pueblo, y en todos los pueblos del Valle de 07c81a4c0476bd9abae2f1f0ced7da8e.jpgLa Berrueza fueron muchos los mozos y no tan mozos, es más me atrevería a decir que a excepción de tres casas de buena hacienda, el resto de los hombres se dedicaron como oficio principal a elaborar carbón, unas veces contratados y otras veces como autónomos reunidos en cuadrillas.

El cocer carbón ha sido un oficio de estos valles, tal vez uno de los principales oficios para todos aquellos que no tenían las tierras suficientes y debían encontrar trabajo en otros oficios. En este valle de La Berrueza-Berrotza, al igual que en el resto de los valles colindantes hasta bien entrado el siglo XX muchos mozos se dedicaron al carboneo. Muchos fueron los que se trasladaron para varios meses a los valles pirenáicos.

Con la película Tasio de Armendariz, ya un clásico del cine, se nos dio a conocer a las generaciones que no habíamos conocido  cómo se realizaba el carbón, cómo se construía una carbonera. En definitiva se nos explicó (se nos acercó) en que consistía este oficio que hasta no hacía muchos años había sido lo que había hecho posible que muchas familias siguiesen viviendo en nuestros pueblos y no emigrasen a las ciudades.

El carbonero -José Luzuriaga, en los papeles- nació en 1906, y según tengo entendido ya le venía el nombre de carbonero de su padre, y lo hemos heredado los hijos. Acompañé al carbonero a Estella-Lizarra a ver la película Tasio de Montxo Armendariz, la vio en silencio, -tuvo que ser todo un acontecimiento, tal vez fuese la primera película que veía en una sala de cine-, al terminar la película, comentó que estaba bien, que era entretenida, pero que el tamñao de las carboneras no tenían nada que ver con las que construían ellos en los montes de alrededor.

Todavía hoy, cuando se menta al carbonero en los pueblos de alrededor lo recuerdan, estuvo contratado para los Gámiz, y para otros muchos empresarios, formó parte de varias cuadrillas, las cuáles se quedaban con lotes subastados de bosques, tal vez el último lote fue en el monte de Ubago, que se lo quedaron entre Florencio y él.

Gerardo Luzuriaga

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