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17/06/2008

Faustino de Zerio (Euskaltzaina)

Pocos navarros, y menos berruezanos conocen la vida de Faustino de Zerio y Segura. Nació y vivió en Bargota en una casa de labradores. Tuvo siete hermanos, sus padres se llamaban Miguel y Elvira. Estudió en la escuela del pueblo, luego por razones que desconozco  fue a estudiar a Sansol, me imagino que a casa de algunos tíos o familiares, pues Sansol no es mucho mayor que Bargota, y que yo sepa tampoco tiene centros de enseñanza como para que acudan los escolares de otros pueblos.  De allí fue al Seminario de Pamplona, pero según parece no estuvo muchos años debido a los problemas que comenzaron a surgir, uno de ellos fue la ausencia total que tenía el euskera en la enseñanza, por lo que se trasladó al Seminario de Logroño.

Como hemos visto desde muy joven tuvo preocupación por “la lengua navarrorum”. En Pamplona desde muy joven reivindicó la enseñanza en el Seminario Navarro. Después el mismo, junto a su hermano se preocupó de aprender el euskera. Y durante toda la vida fue un defensor acérrimo de la lengua vasca. En muchas de sus publicaciones firmó con el seudónimo de Juan de Biurko, su firma fue Zeriotar Paustin, y en su tumba se puede leer esta frase: “Gugan bizirik mantentzeagatik Fedea eta Abertsaletasunaren sua”.

Los últimos años de su vida los pasó aquejado de una grave enfermedad que le hizo retirarse a su pueblo natal, donde entre otras ocupaciones intelectuales se dedicó a dar clases de euskera a la chavalería.

Lo dicho, muy pocos navarros conocen la vida de este gran sacerdote, nacido castellano hablante, pero que debido a sus principios aprendió la lengua de los antepasados, la lengua navarrorum, es decir la lengua de los navarros. Y todo ello en una época del todo difícil, en plena posguerra y en pleno franquismo.

Verdadero ejemplo de navarro. ¿Cuántos y cuántos de esta zona, y también de zonas bastante más al Norte, creen que por haber nacido castellano hablantes ya no tienen nada que ver con la lengua vasca? A cuántos y a cuántos de aquella zona colindante con La Rioja , y un poco más alejados (Espronceda, Desojo, Armañanzas, Aguilar, Azuelo, Torralba, Aras…) les convendría leer lo escrito y repasar las ideas de este sacerdote navarro, que aunque tengan apellidos vasco Etxeberria, Zerio, Oion, Aristimuño… el paso de los años y la costumbre ha hecho que parezcan más castellanos que los propios apellidos castellanos de Castilla La Mancha.

No es necesario conocer la lengua vasca para sentirse vasco; pero el ejemplo de Faustino y en los años en los que lo hizo es más que un milagro.

Gerardo Luzuriaga

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