Berrotza / Berrueza

En este tercer mensaje me propongo dejar claro que el toreo es sádico y maligno. A los toros antes de entrar a la plaza según tengo entendido se les hace perrerías. Veamos alguna. Los días anteriores se les mantiene en lugares oscuros para que cuando entren al ruedo los gritos del público aterren al terrible animal. Les cuelgan sacos de arena al cuello durante horas para que no puedan levantar excesivamente la cerviz. Le dan sulfato en el agua para que el toro padezca diarrea y esté lo suficientemente debilitado. En las patas se le pone una sustancia que le produce picor, lo cual le impide mantenerse quieto. Se les “afeita”, es decir se les corta unos 5-10 cms los cuernos para que pierda la referencia real de las distancias. Se les da un ungüento en los ojos para que no puedan fijar la vista. El resto ya lo conocemos. El picador secciona las arterias y deja maltrecha la espina dorsal, los banderilleros clavan banderillas como arpones de 10 cms con el fin de que no pare la hemorragia, el torero clava una y otra vez la espada en la espalda del animal intentando atravesar algún órgano vital. Finalmente llega la puntilla, la cual deja inmóvil y paralizado el cuerpo del toro del cuello para abajo, pero contrario a lo que la mayoría de la gente pensamos no lo mata, sino que el animal sigue consciente hasta que normalmente se ahoga con su propia sangre. Finalmente se le arrastra por el ruedo…

El toro está moribundo desde el momento que el picador introduce la vara en el dorso del animal. De ahí que el toro abra la boca insistentemente en busca de oxígeno.

La legislación no puede ser más clara a los animales no se les puede maltratar, ni quitarles la vida con dolor.

Las corridas de toros son una salvajada, que en aras de la tradición y de la cultura algunos quieren que siga perdurando. No pongo en duda que sean una tradición cultural; pero si me opongo a que perdure tal tradición. En su momento también fueron tradición y cultura los linchamientos públicos de personas y ya hace tiempo que fueron desterrados.

¿A qué se debe la existencia de partidarios de tales acontecimientos, en los que el maltrato y la tortura son evidentes? La cultura y la tradición tienen un gran peso. De hecho existen “aficionados” de todas las clases sociales y políticas. Pero, sin duda,  los toros van unidos y se identifican con la derecha política y la fiesta nacional española. Como habéis podido apreciar he obviado los razonamientos políticos y me he basado en otro tipo de argumentos.

Por otro lado tengo que decir que en esto de las corridas de toros siempre me ha llamado la atención la vehemencia con que argumentan a su favor aquellos que rayan en la exageración y hasta en el ridículo en el trato con el resto de animales, especialmente con los perros y gatos, los cuales son tratados como humanos, cuidados a los que no pueden acceder el 80% de la población.

Nunca entenderé tal incongruencia. O mejor dicho la entiendo a las mil maravillas. Se permite maltratar a los toros debido a que se trata de la fiesta nacional española y todo lo que ello representa. Tiririiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, tiririiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Gerardo Luzuriaga