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28/04/2011

Máximo Lacalle Esparza

Esta semana ha fallecido Máximo, a los 87 años de edad, un hombre del pueblo y de pueblo, sencillo y trabajador. Nació y vivió en las últimas casas del pueblo, junto a la ermita de Loreto, ya con los hijos crecidos se trasladaron a la casa donde viven ahora. Su hermano el Mari, y sus hermanas la Esther y la Engracia se trasladaron a Vitoria y Elorrio.

De nombre Máximo, de apellido Lacalle Esparza. Lacalle uno de los más corrientes y habituales en el pueblo de hace uno años. Varias familias he conocido con ese apellido, y no te digo nada en los tiempos jóvenes de Máximo, por lo menos cinco familias tendrían entre el primero y el segundo el apellido Lacalle. Hoy ya no queda ninguna en el pueblo.

Se casó con Concha Antoñana de Otiñano. Sus tres hijos, José, Félix y Maria Jesús como la mayoría de los jóvenes fueron a la escuela del pueblo y han buscado fuera trabajo. Máximo ha sido una referencia en el pueblo, podríamos decir que ha sido el más joven entre los viejos. De profesión labrador, pero ya desde joven trabajó en el monte, con el Eduardo de Asarta y el Juan Antonio. Su segunda profesión, o la primera según se mire ha sido la de leñador, ya con la sierra, ya con la motosierra, ya con el hacha.

Hombre tranquilo, y sereno, de pelo blanco. Siempre con boina, tal vez sea uno de los últimos del pueblo que ha usado la boina. Gran madrugador, se metía a la cama a la hora de las gallinas, y tanto en invierno como en verano, para las seis de la mañana ya estaba en marcha. En contadas ocasiones frecuentaba la taberna, sin embargo, ha sido un fumador empedernido hasta el último día. Todos lo recordamos con el cigarro en la boca, en el alto con el resto de personas que se reunían a tomar el aire, o más habitualmente en los alrededores de la era del Cristo. Durante muchos años no faltó a la merienda de los domingos con el Pedro, una semana en una casa y la siguiente en la otra. Y también lo recordamos paseando con el Pedro por el camino de Asarta, todavía se conservan los asientos hechos en el ribazo una vez pasado el cerrillo donde paraban a contemplar los campos. No es dificil imaginarnos sus temas de conversación.

Se nos ha ido una referencia en el pueblo, éstos últimos años los pasó en la residencia de Estella, aunque no faltó en las fechas señaladas en el pueblo.

Gerardo.

 

 

 

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