19/11/2011
¿Quién decide por nosotros?
Recién fallecido Franco, las fuerzas políticas y militares prohíben agruparse a la comunidad vasca en una sola comunidad autónoma. Los socialistas navarros en esa época se denominaban y eran vasquistas, compañeros de pancartas y movilizaciones nacionalistas, pero de un día para otro sorpresivamente cambian de equipo. Arbeloa, Urralburu, Otano… ficharon con unas cláusulas inmejorables. Gobernaron como figuras estrellas, sin cortapisa alguna. Muchos y grandes eran los favores que se les debían; pero cuando se acabó la patente de corso se estrellaron. Todos conocemos sus andanzas.
Las instituciones oficiales, dominadas por estos socialistas domesticados y la derecha, a partir de la llamada transición no tuvieron más obsesión que crear una comunidad a su gusto, despojándola de todo aquello que pudiese mantener cualquier relación con lo vasco. Sin embargo, la situación social era tensa y crítica, la población no estaba en la onda de estos mandatarios, por lo que se decidió crear la Comunidad Autónoma de Navarra a espaldas de sus habitantes, de los navarros, sin referéndum. Fue la única comunidad autónoma en que no se realizó consulta popular. ¿Constitucional? No lo creo. No tenían todas consigo lo que el pueblo iba a decidir, por tanto mucho mejor no preguntar. Veamos hasta qué punto la sociedad navarra apoyaba una comunidad vasca común, que hasta la Constitución española establece la posibilidad de que Navarra forme parte del régimen autonómico vasco, el Estatuto de Gernika deja las vías abiertas a su integración, y el Amejoramiento del Fuero contempla la creación del Órgano Común Permanente. Eran otros tiempos y había que aguantar el temporal haciendo concesiones que sabían que con el tiempo serían difíciles de llevar adelante.
A pesar de que en todos estos años los políticos navarros proestatales no han sido capaces de doblegar a la sociedad navarra, sí que es verdad que, especialmente de fronteras hacía fuera, han hecho ver que son dos comunidades distintas. Y hay que reconocer que han empleado un argumento terminológico que les ha venido como anillo al dedo. La existencia de dos comunidades autónomas, una con el nombre de vasca y la otra con el nombre de navarra, les ha dado pie para concluir que vasca es tan solo una; pero es preciso recalcar que el vocablo vasco usado en la transición tenía un sentido amplio (el mismo que ha tenido siempre), comprendía a las 7 provincias vascas. Así se fueron denominando las instituciones vascas: Comunidad Autónoma del País Vasco, Gobierno Vasco, Parlamento Vasco, Tribunal Superior de Justicia del Gobierno Vasco… con la intención de que, con el paso de los años, formasen parte el resto de las comunidades vascas. Sin embargo, la evolución histórica en estos cortos años no ha ido a la par con el pensamiento para el que se creó, y así, el término vasco que denominaba a todos los vascos, especialmente a partir de los años 90, ha pasado a ser casi exclusivo de la Comunidad Autónoma de Euskadi, es decir no hace referencia en la mayor parte de los casos más que a lo que en otros tiempos se conoció como las provincias Vascongadas ¡Qué más han querido los partidos navarros proestatales! Han visto la ocasión propicia para contraponer lo navarro a lo vasco, cuando en la vida ha sido así. Concluyen que si eres navarro no puedes ser vasco, y esto es tanto como pensar que por ser vallisoletano no eres castellano, o por ser cacereño ya no eres extremeño. Esta contradicción que en Euskal Herria no ha tenido ni tiene importancia, pues todos sabemos que Navarra es vasca, sí que ha tenido gran repercusión en el Estado español. La evolución histórica nos ha dado un pequeño disgusto que no hemos sabido o no hemos querido afrontar, especialmente, por qué no decirlo, porque de esta manera queda abierta la puerta para que un día sea una comunidad vasca y tengamos ya el camino hecho de antemano.
No existe razón alguna para excluir a Navarra de Euskal Herria. Así lo atestiguan los primeros textos ya del siglo XVI conservados en euskera (Perez de Lazarraga, Joanes de Leizarraga, Axular). Hasta la propia consejera de Educación del PSE, Isabel Celaá, defiendió en unas recientes declaraciones que "Euskal Herria existe, es el país del euskera y es el territorio de las siete provincias vascas que comparten una cultura y lengua común".
Sin embargo, las posturas de los dirigentes navarros del momento no están de acuerdo, y siguen erre que erre en sus principios. Las palabras de la actual presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, son más que preocupantes, "Navarra es foral y española". Con lo que sigue dictando nuestros pasos y cierra toda posibilidad y todos los derechos a los navarros. Con lo que deja claro que nunca estarán dispuestos a aceptar lo que el pueblo navarro decida. Ya se nos arrebató la posibilidad de decidir en un momento crucial, en el momento de la transición, cuando la sociedad navarra era proclive a formar parte de una comunidad vasca común, y se nos quiere arrebatar también ahora la posibilidad de decidir en estos momentos en que el resultado no está tan claro, pero que por si acaso no quieren ni oír hablar de consultar al pueblo. Éstos son los demócratas, políticos (Sanz, Barcina, Miranda, Maya…), que además de cobrar dos sueldazos por un solo trabajo, nunca cederán a consultar a los navarros si no ven el resultado asegurado.
Gerardo Luzuriaga
17:24 | Permalink | Comentarios (1)
Comentarios
Artículo publicado el 18 de noviembre en el DIARIO DE NOTICIAS DE NAVARRA.
Anotado por: Joarkide | 20/11/2011
Los comentarios son cerrados