Berrotza / Berrueza

Nazar nos tiene acostumbrados a salir en los medios de comunicación por acontecimientos positivos. Últimamente Nazar sale en los periódicos un día sí y otro también. La última vez que lo ha hecho, sin embargo, ha sido por los pocos habitantes que quedan en el pueblo, el día 13 de abril de 2014 en el Diario de Navarra publicó un artículo   en el que se mencionaba a los diez municipios menos poblados de Navarra, aparecen Nazar, Azuelo y Piedramillera.

En Azuelo, como bien sabéis, pueblo de mi madre están censados 38 habitantes, en Nazar 45 vecinos y en Piedramillera 46. El caso no es que estos pueblos sean la excepción y que solo estos diez sean los que han sufrido un descenso de la población, no. Este descenso ha sido generalizado, y para darnos cuenta de ello deberíamos hacer un listado de los pueblos que tienen menos de 100 personas empadronadas y aparecerían la mayoría de nuestros pueblos.

Pueblos que por otro lado en no una época muy lejana pasaban de los 300 habitantes.

Quiero destacar, sin embargo, que los pueblos, en su mayoría se encuentran muy bien cuidados, con casas nuevas, restauradas y en condiciones idóneas.

Nazar tiene 45 personas censadas, pero en realidad de diario viven bastante menos, calculo que alrededor de 20 personas. Estos pueblos, sin embargo, los días de fiesta, vacaciones tienen bastantes más habitantes... ya que muchas casas solo se habitan durante los fines de semana.

Son pueblos de veraneo. Durante los días de labor, son pueblos donde es difícil ver a los vecinos, especialmente en los duros días de invierno. Sin embargo, son pueblos vivos donde siguen acudiendo pescateros, carniceros, heladeros, fruteros, panaderos...

En varios lugares he hablado ya de las causas de esta huida hacia las ciudades. No todos los pueblos han seguido la misma marcha, existen pueblos cercanos donde los jóvenes, a pesar de trabajar en Estella, Pamplona... tienen su vivienda habitual en el pueblo, tal cosa no ha ocurrido en Nazar...

En Nazar lo que si que ha ocurrido es que varias familias tanto de fuera como del mismo pueblo se han construido la segunda vivienda, con lo que el pueblo por ese lado sigue vivo.

La regresión de la población de nuestro pueblo se inició a principios de los sesenta, con la mecanización del campo, la llegada de los tractores echaron del pueblo a muchos labradores que ya no hacían falta para las labores de la labranza, se acabó el hacer las labores a mano y llegaron las atadoras, cosechadoras, que acabaron a una con los animales y con las familias que tuvieron que emigrar a Elorrio, San Sebastián, Pamplona...

Gerardo Luzuriaga