29/01/2023
Jesus Fernandez Etxegarai
Sabía de su enfermedad, quién iba a pensar hace unos años, unos 7 nos reunimos en su pueblo, en su casa y luego estuvimos todo el día por Estella recordando viejos tiempos.
Estaba en plenas facultades, Txutxo para nosotros. Hicimos muchos años juntos.
Nació y vivió en Muniain de la Solana. Una vida rica en vivencias. Inquieto.
Desde los 9 años hasta los 18 estuvo estudiando en los Escolapios, primero en Estella, luego en Orendain. Allí coincidimos, allí nos formamos. Primero en Estella, en lo que hoy es la Ikastola, que antes fue el Colegio de las Escuelas Pías, por donde pasamos una gran cantidad de niños de la zona, allí coincidimos una gran parte de la juventud de los pueblos de Tierra Estella. En la fotografía aparecemos cinco de los que seguimos hasta Orendain.
Txutxo en Estella fue uno más estudioso, sin problemas para aprobar con buena nota las asignaturas, creo recordar que era monaguillo, uno de los puestos más apreciados en el Colegio. Luego pasamos a Orendain, dónde ya cada uno podíamos expresar nuestras personalidades. Txutxo especialmente se comenzó a preocupar por las desigualdades sociales, por los más necesitados. Fueron años de gran aprendizaje, con unos maestros inigualables, el Padre Lezaun, Berdonces, Lesaga... Enseñanzas humanas de un gran valor, con una gran independencia de pensamiento, aunque la formación era para ser futuros sacerdotes. Como era muy normal por aquellas fechas, comenzamos el curso de ingreso unos 120 niños y tan solo cantó misa uno, el cual como en la fecha en que nos reunimos estaba en Sudamérica no pudo estar con nosotros en Estella.
Txutxo no comenzó el noviciado, a los 17 años dejó el Convento, y ya no le seguí la pista tan de cerca, aunque de vez en cuando, pasados unos años nos volvimos a ver. Uno de sus pasos más atrevidos, y dolorosos fue hacerse OBJETOR DE CONCIENCIA, una vez que había comenzado el servicio militar. Fue arrestado de inmediato en el calabozo, pasó años encerrado, hasta que debido a las presiones firmó una carta de arrepentimiento, acabó el servicio militar y se olvidó del asunto. Fue uno de los primeros objetores de conciencia navarro. Un predecesor.
Ya os he dicho que perdí su pista durante unos años, se fue a la India y Bangladés, allí conoció de cerca aquella sociedad y las desigualdades tan grandes entre ellos. Se casó con una muchacha y después de unos años volvió al pueblo con ella. Txutxo siempre fue especial, de grandes sentimientos y muy humano.
Tuvo la gran desgracia de que a su hijo lo atropelló un vehículo y lo dejó en coma durante varios años. Había que ver con que fe cuidaba a su hijo, le hacía movimientos gimnásticos durante las horas del día. No perdió la esperanza de que se recuperase hasta que se murió.
Sacó la plaza de cartero, y esa fue su forma de ganarse la vida. La última vez que lo vimos, estaba completamente en forma, y no hace mucho me enteré de su enfermedad degenerativa y hace menos de su fallecimiento.
Un verdadero amigo, aunque la distancia y el tiempo hace que los lazos que un día fueron fuertes, si no los mantienes se van perdiendo... Amigo Txutxo, siempre te recordaremos...
12:19 | Permalink | Comentarios (0)
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