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12/12/2016

Fernando Alvarez de Eulate Ciordia

A primeros de año, hace una semana falleció en Sestao, Fernando. Le encantaba venir por el pueblo, era una persona sosegada y tranquila, durante muchos años regentó un bar, en el que estuvo de muy joven Codés. Con estas líneas queremos dar un saludo y abrazo a sus dos hijos y nietos.

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Loreto

10 de diciembre fiestas pequeñas de Nazar. No es que acuda muchos años por estas fiestas al pueblo, pero este año ha coincidido y he estado con el resto del pueblo.

Algunos no pueden entender unas fiestas sin actos religiosos y yo les recuerdo que las tradiciones, las costumbres, las fiestas existían antes que esta religión por lo que no es preciso obligatoriamente  unir las fiestas con lo religioso para poder celebrarlas.

En Nazar existe la tradición de prender fuego a una hoguera, donde se asa txistorra, panceta y patatas asadas con un buen vino. Cada uno hace las fiestas a su manera...

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07/12/2016

Casas (1)

En Nazar hasta no hace mucho tiempo existió un herrero, y hubo una herrería, el herrero se fue del pueblo a mediados del siglo XX, Antonio se llamaba y se fue a Mirafuentes. Todos conocimos su fragua.

En euskara herrero se dice ERREMENTARIA, por lo que podemos denominar a la casa donde estuvo la herrería como ERREMENTARI ETXEA. Todavía en la casa quedan vestigios de lo que fue la fragua, en esa casa vivió mi tía María y su marido Pedro, con sus hijos Esther y Pantaleón, Pedro Mari, (hoy Kepa), creo que ya nacería en Elorrio.

Esta casa en el tiempo que yo conozco ha ido pasando de familia en familia, no sabía que en ella habían estado mis tíos y mis primos, pero así fue, Panta me lo ha dicho. En la época de la guerra la habitaba el herrero GUILLERMO YANIZ ORTIGOSA, alcalde republicano. Por las circunstancias que fuese se cambió de pueblo y fue a Mirafuentes, aunque siguió trabajando con los labradores de Nazar y también con el resto de los agricultores de la zona arreglando los aperos de labranza.

Luego se trasladó a vivir a esta casa Cayo Ortigosa, con su mujer Angeles Montoya, y sus hijos, mis hermanos mayores hacían los corronchos y los ganchos en la fragua que había dejado el herrero.

Unos años después Cayo se trasladó  a lo que sería su casa natal, supongo que sería la casa familiar, que la recibiría en herencia. Y es cuando Máximo Lacalle Esparza con su mujer Concha Antoñana y sus hijos bajaron de la calle Loreto a vivir a esta casa.

En estos momentos somos nosotros la que la hemos comprado. Errementari etxea. Todavía se conservan algunas huellas de lo que fue, muy pocas, ya que Máximo Lacalle donde estaba la fragua, con el caballo que movía el fuelle lo convirtió en pocilgas, porcigas decimos nosotros.

 

01/12/2016

Cosas

Como bien dice Charo Carrasco, los niños y niñas de Mendaza disfrutaban viendo a Anastasio herrar las caballerías, yo también recuerdo la herrería, y otras muchas cosas de Mendaza, que como he repetido en varias ocasiones era la capital y referencia del resto de pueblos. Cuando fuimos jóvenes, cuando ya los pueblos fueron decayendo en Mendaza se reunieron los servicios para el resto de pueblos. 

En Mendaza vivía el médico, prácticante, veterinario que atendían a todo el valle. En Mendaza había un toro que cubría las vacas ya estabuladas del resto de pueblos. 

Pero sigamos hablando de Nazar, hubo carpintero, yo no lo conocí, pero si tengo oído que vivía al lado de Loreto, según tengo entendido era un Alvarez de Eulate, que se fue a Acedo. Carpintero que no solo haría puertas, marcos y ventanas, sino también y especialmente utensilios de madera para la labranza: robos, palas, rastros, zoquetas, cribas... el artesano de la madera. 

Había peluquero, barbero se decía en aquella época, el Dioni, más conocido como el Romero. 

Creo que albañil habría en todos los pueblos, en Nazar también lo tuvimos, Felix Ibarrola, en aquellos tiempos el albañil no tenía más de siete utensilios, pero eran unos muy buenos arquitectos, trabajaban la madera y empleaban la madera. 

Tuvimos un carbonero, bueno a decir verdad en Nazar tuvimos cientos de carboneros, era la profesión de muchos jóvenes; pero tan solo una familia se quedo con tal apodo, que por cierto ya le venía de su padre. José Luzuriaga, el carbonero, famoso por su extraordinaria fuerza, una vez que se le cargaba al hombro cualquier cantidad de leña era capaz de trasladarla sin inmutarse, y según cuentan no una vez, sino que era capaz de resistir día tras día, aunque a decir verdad, había muchos mozos que tampoco se le quedaban atrás. 

En Nazar tuvimos un Dios, sí un Dios de carne y hueso, Ceferino, Ferín y por todos conocidos como el Dios de Nazar, un personaje de leyenda. No existía problema que se le resistiese, sus anécdotas se cuentan por miles. 

Pero todo esto ha pasado a la historia, sin embargo, yo pienso que el que tuvo retuvo, y todas y todos los nazarenos, y por extensión todos y todas las de La Berrueza tenemos algo de especial; claro está unos más que otros.

En Nazar, aunque yo no lo conocí, hubo una herrería, no de herrar las caballerías, sino una fragua en todas las condiciones. La herrería tuvo que desaparecer justo cuando yo nací, o unos años antes. Conocí al herrero, pues se trasladaron de Nazar a Mirafuentes, Antonio. Lo conocí en la herrería de Mirafuentes, cuántas veces tuve que ir a que arreglase cualquier llave, cualquier pieza. También lo vi en Nazar arreglando las segadoras, los brabanes, gradas, narrias... pero nunca lo identifiqué con Nazar. !Qué cosas!

Gerardo Luzuriaga