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11/10/2017

Pequeñeces (15)

Los cochos (cerdos, cutos, marranos llamados por otras zonas), fueron fuente de riqueza en las familias. Una cocha podía alimentar tantos cochinillos como tetas tenía, lo normal eran camadas de ocho a doce. Los animales de pocas semanas son preciosos, el que no haya visto un cerdito joven, nunca se podrá imaginar la belleza y el colorido rosáceo de estos animalitos. Casi todos los animales de jóvenes son preciosos, a excepción de los ratones, y los pájaros que son horrendos, el resto tienen un encanto especial que van perdiendo conforme van creciendo.

En nuestra casa cuando una cerda iba a parir era un acontecimiento, y una preocupación pues por todos los medios debíamos de evitar que las cerdas pisasen a los cerditos, en ello nos iba la subsistencia familiar.

Permanecíamos al lado de la pocilga en relativo silencio para no molestar a la madre, y estar atento a sus movimientos y a la de los gorrines (cerditos), que no paraban de correr de un lugar para otro. Había madres muy cuidadosas que se tumbaban con gran miramiento, era impensable que cazasen a los recién nacidos; sin embargo, había otras más alocadas, que no reparaban en nada, se tumbaban de golpe, con lo que era fácil que algún pobre animalillo quedase medio atrapado o atrapado del todo.

Había costumbre de cortarle los dientes a los recién nacidos, labor que no nos gustaba a nadie, pero que era aconsejable para que la cerda no sufriese a la hora de amamantar a los cochinillos y estuviese más tranquila.

A la hora de amamantar la cerda emitía una especie de ronroneo, e inmediatamente se tumbaba lateralmente, a la vez que cada cerdito accedía a la teta que le correspondía, siempre a la misma, aquí si era importante el orden de nacimiento.

07/10/2017

Pequeñeces (14)

En verano eran más los veraneantes que los vecinos fijos. Todos los veranos llegaban los hijos de Jesús y Josefa: Mari Carmen, una niña con una melena rubia y larga (como casi todas las chicas de la casa Atxa), con los años bibliotecaria de la Universidad de Deusto, sus hermanos Luis Fernando y Mari Reyes. La memoria o lo que me queda de ella me hace recordar que a las fiestas importantes también se acercaban sus hermanos mayores, algunos de ellos sacerdotes. Tengo sus caras de aquellos tiempos, pero ni por casualidad sus nombres, aunque en más de una ocasión estuve en su casa en Pamplona acompañando alguno de sus primos.

La familia de mis abuelos, como la mayor parte de las familias del pueblo fue numerosa, 6 hermanos lograron llegar a la edad adulta. Victoria y Paula que se casaron en Hernani y Lasarte, seguramente donde se trasladaron a servir desde muy jóvenes. Cesáreo, María y Rufina vivieron en Elorrio. Los tres se casaron en Nazar y tuvieron casa en el pueblo; pero también ellos, como muchas otras familias se vieron obligados a hacer las maletas y marchar a la ciudad en busca de una vida más cómoda. José se quedó para casa, como decimos por aquí y también heredó el apodo de su padre, el carbonero.

Desde tiempos inmemoriales en la casa solamente se quedaba el heredero, algún hermano o hermana soltera y el resto tenía que buscarse la vida lo mejor que pudiese. Las chicas salían pronto a servir, los chicos se quedaban más tiempo, no faltaba trabajo en los campos; pero una vez que un hermano se quedaba para casa, el resto se veían obligados a emigrar. Los seminarios están llenos de curas y monjas de esta zona. En una época anterior los segundones poblaron las tierras castellanas que los árabes dejaban despobladas, desde el siglo XV cuando partieron los primeros navegantes hacia América hasta hoy han sido muchos los nazarenos que decidieron irse para América en busca de nuevas tierras y nuevos negocios, dejando atrás todos los recuerdos del pueblo y de sus familias. Recientemente descendientes de las familias Zudaire y Lander nos han visitado desde Argentina, Graciela Modesta Zudaire, y Ana María Lander han vuelto estos veranos a reconocer el pueblo de sus padres o abuelos, recordando con orgullo y alegría lo que una y mil veces les oyeron contar con tanto entusiasmo a sus antecesores.

Nuestros apellidos son comunes por las Américas: Landa, Atxa, Bujanda, Luzuriaga, Carlos, Ibarrola… y también casi todos los pueblos del valle tienen sus homónimos por aquellas tierras. Muchos fueron los que cambiaron su apellido por el nombre del pueblo: Otiñano, Mirafuentes, Ubago, Mues, Sorlada, Piedramillera, Mendaza, Acedo, Asarta, Nazar son comunes en los países de America del Sur y Central.

05/10/2017

Fractura social

Yo me pregunto ¿Si verdaderamente viviésemos en una democracia se podría esgrimir el argumento de FRACTURA SOCIAL para paralizar procesos políticos? Yo creo que no. Esta semana en Cataluña este ha sido el principal razonamiento para tratar de evitar el referéndum, (un proceso que en sí sería permitido en cualquier democracia).  Seguramente para cuando se ha decido realizar un referéndum sobre un tema tan importante como la separación de otro país esa ruptura social ya existe, pues muy pocas veces ocurre que en los temas transcendentales exista un consenso de un 100%, ni de un 60%. Hasta en los temas que hoy día parecen lo más normales, cuando se tuvieron que decidir existió una gran confrontación, y existía ruptura social. Por ejemplo hoy nos parece lo más lógico que las mujeres puedan votar, que no existan los esclavos… pero ni estos temas  se resolvieron de un día para otro, y sin consenso.

Si este proceso de la posible independencia de Cataluña se hiciese con naturalidad, sin que el Estado actual se resistiese a que se hiciese un referendum, no existiría más fractura social que la que existía anteriormente. Servirse del argumento de la fractura social es primar unos derechos, privilegiar a los que piensan de una manera en contra de los que piensan de otra forma.

La decisión debe ser democrática, por medio de un referéndum, donde se dé posibilidad a que el pueblo se defina. Con el argumento de FRACTURA SOCIAL lo que se hace es perjudicar a los que optan por algo nuevo. ¿O tal vez no nos damos cuenta que en estos momentos una parte está soportando lo que la otra ha decidido? Democracia debería ser poder realizar referendums y acatar lo que la mayoría decida. Es por tanto por lo que la solución está en un referendum con garantías y sin obstáculos.

04/10/2017

Pequeñeces (13)

Demos paso a la descripción de alguna casa y de algún personaje ilustre. Son muchos y variados los edificios con que cuenta el pueblo. Algunos ya desaparecidos, como la casa del cura, de las pocas que contaba con baño. Nazar contaba con una preciosa escuela, que en épocas anteriores había sido escuela, cárcel y ayuntamiento. En cuanto a los personajes que he conocido son muchas las páginas y anécdotas a contar. Enfrente de la escuela vivía una familia muy especial, el Dios de Nazar. Un señor alto, rudo, de gran fuerza y cabezonería especial. Muy pocas veces lo vi bien rasurado y menos bien vestido. Casado con Valeriana, mujer de baja estatura, de cara redonda y de un nervio endiablado, nacida en Ganuza y que vivió los últimos años en la capital francesa con su hija Rosa Mari, donde había ido a trabajar en la juventud. ¡Quién le iba a decir que iba a vivir y menos morir en París!

En la casa también vivía Vicenta la madre de Ceferino que es así como se llamaba el Dios de Nazar, en su juventud dicen que fue una moza apuesta y delgada, pero desde que yo la conocí iba encorvada, y aun daba más impresión verla bajar del huerto con una gavilla al hombro, que es como la recuerdo yo. Según cuentan el Padre de Ceferino de un día para otro se fue del pueblo para no aparecer más, hasta tal punto que a Vicenta siempre se le consideró como viuda. Con ellos vivía Juanito, el hijo pequeño un niño también de pequeña estatura con el pelo rizado, que ha vivido a caballo entre el pueblo y su ciudad de adopción Vitoria.

El padre de Ceferino (el que luego se marcharía para siempre y que ni el nombre recordamos) el día que nació Ceferino, lo sacó a la calle y lo envolvió entre la nieve, como parece que era costumbre de hacer en esa casa con los recién nacidos. Las andanzas de Ceferino fueron famosas en todo Navarra. El monte era su segundo hogar, cuando no el primero, no era extraño que pasase duras noches de invierno al acecho de cualquier animal. En una ocasión de una gran nevada no apareció en una semana por el pueblo, los vecinos preocupados salieron en su busca. Ni rastro. Apareció a los diez días como si nada hubiese ocurrido.

El caso es que Nazar ha contado con dos Dioses, a cual más importante y más poderoso.

Encima de la escuela, en la calle de arriba, nuestra generación ha conocido tan solo unas paredes derruidas y un precioso dintel de piedra de unos dos metros de largo y uno de ancho, es lo único que quedó en pie, era la entrada de la casa. Mi padre y los de su generación la llamaban la “del de la cara quemada”, Allí vivía un matrimonio ya mayor con una hija que era bastante visitada por los mozos del pueblo. Según parece la casa se hizo famosa por los fantasmas que vivían en el granero. Según otros no eran más que los mozos que la visitaban con asiduidad a espaldas de los padres ya de avanzada edad.

02/10/2017

Pequeñeces (12)

En verano las pocas casas del pueblo se llenaban, estaban distribuidas en tres barrios,  (el barrio de abajo, la calle de la fuente, y el barrio de arriba), en el barrio de arriba se encontraba  el Cuarterón. Unas cuantas casas, construidas con recias y gruesas paredes como el resto; pero que se distinguían muy bien de las haciendas pudientes. Las casas del cuarterón no necesitaban ni cuadras para bueyes, ni granero, ni pajar; pues sus propietarios no tenían ni tierras qué arar, ni granos, ni paja qué almacenar.

Sin embargo, el pueblo es amplio y bastante extendido, pues las construcciones no están todas seguidas sino que podríamos decir que están distribuidas en manzanas, algunas son individuales, las mínimas, que corresponden con las buenas haciendas. La mayoría son bloques de cuatro o cinco viviendas. Cada una tiene su propio tejado, es decir están adosadas unas a las otras. También existen cuadras, corrales independientes. Las puertas de las casas dan directamente a la calle, sin cercados ni vallas.

El nombre de Cuarterón le viene porque sus propietarios no no pagaban más que un cuarto de contribución.

En este barrio nací, aunque para cuando yo llegué al mundo, ya teníamos yugada de vacas, tierra y alorines para almacenar el grano (en algún otro momento hablaremos del origen de  la palabra alorín, muchos se sorprenderán), y un pajar aislado de la casa.

A pesar de ser un pueblo pequeño, cada barrio tiene sus peculiaridades y su encanto. Yo con el tiempo he tenido la gran ventaja de haber vivido en los tres barrios. Con siete años me trasladé de la casa de arriba a la de abajo, que es dónde viví hasta los veinte tres. Recientemente me he trasladado al  barrio de la fuente. Cada barrio tiene su encanto. Y aunque alguno no se lo crea existen diferencias entre unos y otros, y no solo climatológicas. En el barrio de arriba nieva bastante más y la capa de nieve se mantiene durante más tiempo, en cuanto al aire, y al frío no existe diferencia alguna.

La única ventaja del barrio Cuarterón era su cercanía al monte, y de él se extraían productos imprescindibles para las economías más pobres: bellotas, setas, leña para los hogares…