05/06/2006
Arazoa - Problema
No me resisto a poner unas frases del artículo de hoy, leído en el Gara, de Pablo Antoñana. Me han parecido tan clarividentes que las copio a este blog, en el que cada día somos más lectores.
Montenegro, tiene 13.812 km2 de extensión,Navarra 10.421.
Montenegro tiene 670.000 habitantes, Navarra ronda los 600.000.
Montenegro fue reino hasta 1918, con poder legislativo y moneda propia. Sigo con el cotejo. Navarra fue reino hasta 1512, y como reino tutelado y protegido hasta 1840.
Navarra acuñaba moneda hasta 1840, año que como pretexto de la «unidad constitucional», se le despojó de la condición de virreinato; se suprimieron sus Cortes, donde se promulgaban leyes; se corrieron las aduanas del Ebro a los Pirineos.
Sabemos por el libro publicado en 1852 por Don Francisco Jorge Torres Villegas con el título “Geografía hispano-científica” que España se divide en:
«asimilada» («las nueve provincias de la Corona de Aragón»),
«uniforme» («comprende treinta y cuatro provincias de la Corona de Castilla y de León»)
y la «foral» (copio: «las cuatro provincias exentas o forales», «la foral de Navarra y las provincias vascongadas, llamadas provincias exentas y no tienen milicias, ni estancos, conservan régimen especial para la administración y derecho común, y para la contribución pecuniaria y de sangre se valen de los medios que por sí mismos estiman convenientes», «la Navarra española había continuado con sus Cortes, consejo, virreyes y gobierno especial hasta 1839 en que se hizo el arreglo de los fueros»).
En la “Historia de la conquista de Navarra”, Correa dice: «e dada licencia (por el coronel Villalba) a sus infantes, con mucha crueldad los moradores del valle fueron sometidos a saco, pegando fuego a las casas que las llamas alumbraban los montes», «el coronel mandó fazer esta crudeza y con esto escarmentarían los comarcanos (...) muchas doncellas forzadas, y los infantes se estendían con la codicia del robo (...) con tanto estrago en gran porfía venían a dar la obediencia», «dando licencia al ejército que pudiesen prenderlos (a los habitantes), y usar de ellos como esclavos, así viejos como mozos, mujeres, niños y poseer sus bienes».
Florencio Idoate escribe: «la persistencia y la carga que suponía para Navarra el ejército de ocupación, sostenido en buena parte por los pueblos». Añade que hubo algunas conspiraciones, como la del capitán Artieda, y el ambiente de protesta y descontento permanente que no pudo ahogar del todo el ejército de ocupación que permaneció en Navarra un siglo. Se construye la ciudadela de Pamplona por orden de Felipe II, en 1572, por el ingeniero Antonelli: «porque así se defenderá del exterior y se sujetará a los navarros». Luego la coerción rigurosa.
Sobran textos para insistir sobre Navarra como problema, y acabo con María Puy Huici, que en 1993 sostiene que «Navarra no ha salido de las consecuencias de la conquista».
Es lo de siempre. Y esto me trae a la memoria el haber oído a más de un anciano de los pueblos donde serví de humilde escribano esto que define y explica el ayer y el hoy mejor que muchos libros: «soy navarro de nación/ español si me conviene/ y si vienen malas que buenas/ francés el año que viene». Otro recibido de boca vieja: «Me cago en Prim y en Topete/ en Canovas y Castelar/ y en todo peninsular/ desde la Coruña hasta Albacete». Hay otro más contundente que lo ahorro por prudente cautela.
(He resumido una barbaridad, os lo recomiendo entero)
22:13 | Permalink | Comentarios (0)
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