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16/12/2010

FORASTERO EN TU PUEBLO (ETA IV)

Por lo menos 2/3 partes de las reflexiones y mensajes de este blog los debo a la enfermedad de Cirila, mi madre. A la tranquilidad que se siente en una casa de pueblo, junto al fuego bajo o de la cocina económica en invierno o acompañado de la frescura que dan los enormes y gruesos muros de las paredes de la casa en verano. 1502744595.jpg

No en vano, especialmente últimamente paso las horas leyendo, pensando en las musarañas, o escribiendo.

No supone más que un fin de semana cada seis, pero lo suficiente para que este blog tenga una actividad bastante uniforme.

El título de forastero en tu pueblo ha dado para cuatro mensajes bastante extensos. No creo que haya dejado impasible a nadie. Desde que comencé este conjunto de mensajes tenía en mente lo que a continuación expongo. Por lo que el resto de mensajes se puede decir que no son más que una introdución a este mensaje final.

Un amigo bastante ilustrado, gran lector y un gran escritor cuando ha leído estos últimos mensajes me ha comentado que resumiría el blog con estas dos palabras en euskera "malenkonia" y "deserria", que en euskera sé muy bien lo que quieren decir y su significado, pero que no sé muy bien como podría traducirlas al castellano, y mucho menos si tienen el mismo sentido que en euskera. Podrían significar algo así como melancolía, desarraigo...

Forastero en tu propio pueblo. Frase dura, y que oída así, suena como algo artificial e irreal; pero que tiene una gran realidad, ya que una vez que has dejado el pueblo te conviertes en forastero. No existe excepción, así es. De nada sirve el autoengaño.

Las primeras veces que vuelves al pueblo es cuando te das cuenta de que realmente te vas convirtiendo en forastero en tu propio pueblo. Eres consciente de que la vida sigue en el pueblo, de que se siguen realizando las actividades, lo trabajos, los juegos sin tu participación, de que ocurren cosas de las que te enteras por terceros, y muy posteriormente a cuando ocurrieron los hechos. La vida sigue. Nadie es imprescindible.

Las primeras ocasiones no das crédito a lo que ocurre. Cuando estás en el pueblo (fines de semana, vacaciones) todavía eres uno más, participas como uno más en las discusiones, las actividades, se te sigue teniendo en cuenta, sé te pregunta... Todavía se te considera del pueblo, EL UNICO QUE SE DA CUENTA DEL CAMBIO OCURRIDO ERES TÚ. Y verdaderamente es doloroso; pero no se trata más que del primer paso, aunque es el más duro.

Los siguientes pasos vienen uno detrás de otro. No son ni tan dolorosos, ni tan notorios. Aunque los amigos de siempre siguen estando cerca y te siguen considerando como uno más, o si se puede decir hasta con más tacto. Tanto tú, como el resto ya es consciente de que no apareces por el pueblo más que en las fechas señaladas. En algunos acontecimientos.

Ya desde este momento se ha creado una línea infranqueable que te hace forastero. Aunque simpre hay alguno que se resiste y piensa que por haber nacido en el pueblo, haber vivido 15, 20, 30 e incluso hasta 40 años en el pueblo es imposible que pueda ser considerado forastero.  Error. No es lo que uno pueda opinar, lo que uno piense, sino lo que opinan los vecinos del pueblo. Por ejemplo la juventud te ha visto siempre fuera, y para ellos serás toda la vida forastero, y mucho si hasta se dan cuenta de que en una época ya pasada fuiste uno más como ellos.

Todo lo que he dicho lo resumo en estos puntos:

1. Nadie niega, ni uno mismo ni el resto la procedencia, las raices y que el nacido y el que ha vivido en el pueblo sea del pueblo.

2. Seguramente estos forasteros tendrán los sentimientos hacia el pueblo, la tierra más arraigados que los propios que viven en el pueblo.

3. Todo el que un día se fue, y vive fuera, aunque haya sido "san dios" en el pueblo, aunque haya nacido, y haya vivido durante años y años en el pueblo ha pasado a ser un forastero.

4. Todo lo anterior no es regla, y puede que haya excepciones, aunque lo haya expuesto de esta forma tán categórica no es más que una reflexión y no son más que mis ideas.

5. El que escribe esto, como bien sabéis ha sido antes fraile que cocinero, y aunque ya desde hace bastante años soy forastero en mi pueblo. Hace unos años consideraba forasteros a todos aquellos que venían por el pueblo por muy nazarenos que fuesen.

6. Existen niveles entre los forasteros.

7. Los pueblos están cambiando y ahora hay  más forasteros que vecinos en los pueblos, pero algo queda...

Gerardo Luzuriaga

 

Comentarios

Interesante todo lo que nos has puesto por aqui, asi que espero que las coas cambien alguna vez...

Anotado por: Mujer | 06/09/2011

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