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29/12/2011

La crisis (II)

Nos tienen engañados y divididos. Un día reducen el sueldo a los funcionarios. Al día siguiente confirman que no se van a cubrir las bajas, ni las excedencias, ni las vacaciones. Al siguiente día dicen que van a reducir la plantilla. Y todos felices y contentos porque es a los funcionarios a quienes se les ataca.

Esta reducción de funcionarios ¿a quién favorece? De un día para otro reducen el número de profesores. Profesores y maestros de nuestros hijos. Con lo que la calidad de la enseñanza pública (justo a donde nosotros envíamos a nuestros hijos) se deteriora. Con lo que esto favorece a los curas, y monjas, gerentes de los colegios subvencionados  con dinero público (nuestro).

Al siguiente día reducen el personal sanitario, y también todos contentos. Aunque las consecuencias de esta reducción son graves para los que acudimos a la sanidad pública (casi todos los trabajadores de a pie). En vez de tenernos en el hospital una semana después de las operaciones nos tienen dos días, y vas que chutas, que salimos muy caros. Que se necesita una operación, pues a esperar, y la harán cuando queden camas vacantes, o quirófanos vacios. Reducen en pruebas y análisis que lo no doctos ni nos enteramos, ¿cómo vamos a saber cuales son las pruebas que nos debían de hacer? ¿Y esta reducción en la sanidad pública a quién beneficia? sin duda a las sanidad privada, ya que muchas de las operaciones más costosas las desvían (y bien pagadas que son por el estado) a las clínicas privadas. Podría seguir y seguir, pero creo que ya vamos poco a poco cayendo... El caso es ahorrar poco en muchos para engordar a unos pocos.

Ahora viene algo interesante y que muy pocos caen en cuenta. La reducción de puestos en lo que es la administración pura, lo que siempre se ha denominado el funcionariado tampoco nos reporta beneficio alguno. En primer lugar porque tampoco es la cantidad que nos quieren hacer ver, ya que si quitas el personal sanitario, personal de educación (maestros, profesores de instituto y universidad), personal de justicia, militares y policia (y a estos si que no los toca, ni en número, ni en sueldo, ni en jubilaciones, ni en nada) el número de funcionarios tampoco es tan grande. Y en segundo lugar os reto a que me digáis que beneficios nos trae la reducción de estos funcionarios. A menor personal los trámites también serán más lentos (ayudas agrarias, concesiones de permisos de caza, habilitación de viviendas...). Y en tercer lugar es preciso darnos cuenta de quienes son estos funcionarios, muchos de ellos nuestros hermanos, hijos... la mayoría de ellos trabajadores normales y que tampoco tienen sueldos excesivos. Cuanta demagogía se hace con los funcionarios.

Al mes siguiente reducen las plantillas de las grandes empresas. Como tampoco parecen trabajadores normales, y también tienen pequeños privilegios comparados con los trabajadores de las pequeñas empresas, la sociedad lo ve como normal, y no parece inquietarse en exceso.

Por fin al siguiente mes despiden a los obreros de las pequeñas empresas. Estos si que son verdaderos obreros, de los que salen en las películas, rudos, y con trabajos fuertes. Pero para este momento ya no hay nadie que les pueda apoyar. Ya que para este momento hace tiempo que la clase trabajadora ha sido dividida y engañada.

Expondré una anécdota ocurrida recientemente en la taberna debajo de mi casa que ilustra a las mil maravillas el pensar y el actuar de la clase trabajadora. Ahora en Navidades jugamos a todo lo que haya que jugar. Cestas, quinielas, loterías, sorteos de todas las clases. En todos estos juegos los organizadores se embolsan como poco el 40% de lo recaudado. Todos jugamos contentos y esperanzados. En la taberna de alado de casa hay una porra deportiva, organizada entre unos cuantos clientes en la cual se reparte el 100% de lo recaudado. Ya teníamos en el bote los 3.000 € pasados, por uno acertó y se llevó todo lo recaudado durante meses. Pues mira por donde, cuando se comienza de nuevo los dos listos de turno reducen las apuestas de 2 € semanales a 1 €, ya que dos euros semanales era excesivo. La verdadera razón no era esa, ni mucho menos, pues esos dos cantamañanas se pasan la semana jugando a todas las porras existentes y no existentes (hasta hacen todo tipo se apuestas en una máquina), aun a sabiendas que en cada apuesta que hacen aunque acierten siempre pierden el 40% de lo apostado. LA VERDADERA RAZÓN ES QUE NO PUEDEN SOPORTAR QUE UN VECINO AL QUE VEN TODOS LOS DIAS Y A TODAS LAS HORAS SE LLEVE LOS 3.000 EUROS.

Este ejemplo real me hizo mucho que pensar, ya que con la crisis nos ocurre lo mismo. No nos importa que los empresarios, o la monarquía, o el capital se forre... pero cuidado con el trabajador que vemos todos los días, con el compañero de taberna... Ese si que nos importa que cobre un poco más que nosotros y que se le pague como merece...

 

Gerardo Luzuriaga

 

Comentarios

Cosas del "Memo" (a bastanza) "sapiens" (ma non troppo)

Anotado por: iñaxio | 30/12/2011

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