27/05/2012
Carboneras en Ancín / Antzineko Txondorra
Ancin, pueblo de carboneros. Mi abuelo, al cual no conocí, que nació en Ancín allá por 1870 también fue carbonero, Hermenegildo Luzuriaga Luzuriaga se llamaba. Lo que si que sé, porque me lo contó una y mil veces es que mi padre, nacido en 1908 en Nazar fue carbonero, y anduvo por los montes de Navarra cociendo carbón. Durante toda la vida que yo le conocí le llamaron el CARBONERO, en el pueblo en una época en que la escritura no estaba muy desarrollada, muchos eran los que no sabían cómo se llamaba y mucho menos como se apellidaba. El caso es que en todo el valle, y en los alrededores le conocían como el carbonero de Nazar. Aunque tampoco yo le conocí ejerciendo este oficio, y si lo conocí, siendo labrador, y más tarde pastor de vacas, ovejas y cabras. Pero está claro que durante muchos años ejerció de carbonero, y así es como ha sido conocido, y todavía sus hijos somos los hijos del carbonero.
Este sábado se ha organizado el tercer día de las carboneras en Ancin. He aprovechado para ir. Ha sido un día emocionante y precioso. Como es lógico no he ido como el hijo del carbonero, sino como un anónimo más a disfrutar de la fiesta y del día. Y verdaderamente lo he conseguido. Tengo que decir que ha sido una fiesta popular, sencilla y entrañable, en la que han tomado parte todos los de Ancín, personas mayores, jóvenes y niños. A cuatro hombres del pueblo se les ha hecho un bonito homenaje y en la actuación de los aizkolaris han iniciado la exhibición dando unos hachazos al primer tronco. Entre ellos he recoconocido a un Sola de Otiñano, alguno estaba dispuesto a cortar el tronco y casi hasta lo consigue…
Hemos llegado hacia las 12 del mediodía, parece que nos hemos perdido la chistorra y alguna otra cosilla. Lo primero que hemos visto a sido el grupo de danzas as de GOIZUETA, unos 20 jóvenes vestidos de dantzaris al tipo navarro han recorrido las calles y han estado hasta la hora de la comida bailando la zahagi-dantza, que representa el baile de los carboneros. Dos carboneros (ikazkinak) con dos grandes pellejos de vino (zahagiak) a la espalda, han sido la atracción del grupo de mozorros, dos carboneros con la cara ennegrecida, los cuales rrepresentan a los caborneros que bajaban del monte al pueblo, con la cara negra del carbón y algo bebidos besaban a las mozas del pueblo. Danza digna de ver…
En esta ocasión los pueblos de Ancín y Goizueta, dos pueblos navarros separados geográficamente, pero unidos por la antigua tradición carbonera se han hermanado, fueron los dos alcaldes los que prendieron la carbonera.
La exposición de útiles para elaborar carbón estaba muy lograda, se podían ver eskuariak, aizkorak, trontzak… donde hemos podido comprobar cómo se armaba una carbonera (txondorra). La carbonera situada en una esplanada llana, ya estaba armada, por lo que no vimos su estructura, pero si se podía seguir en las indicaciones de la exposición. El hondon, raíz de encino colocado en el centro del círculo. Los troncos más gruesos al principio, dejando la chimenea más ancha por la base hasta acabar en un pequeño orificio en lo alto. Recubierta toda la carbonera con una capa de guirique, y luego con tierra negra ya usada anteriormente en otras cocciones. En la parte inferior del circulo se colocaban unas piedras conla función de facilitar el tiro, llamados arrukas.
Aquí es el momento en que llegamos, el momento de prender la carbonera, los carboneros subieron brasas ardiendo a paladas, unas doce paladas, las abarras que estaban dentro prendieron, y se comenzó a rellenar el hueco de la chimenea con trozos de leña pequeños, al principio con leña de burrubietes, se removió con un palo largo y luego se siguió echando unos dos cestos de astillas pequeñas también de encino, lo que se conoce como dar betagarri, y comenzó a salir humo, al principio poco, luego algo más, así estuvo hasta las ocho, cuando se rellenó la chimenea de astillas, se cerró la boca de la chimenea con otras astillas, y luego con trozos de tierra con hierba (mollines), se acabó haciendo unos agujeros con un palo alrededor de la carbonera, por encima de la parte mediana, y se dejó que se vaya cociendo lentamente.
La comida fue verdaderamente popular, un calderete preparado allí mismo, jotas y luego aizkolaris, para acabar con música moderna, todo rodeado de un ambiente euskaldun. Dena ezin hobea.
Gerardo Luzuriaga
22:52 | Permalink | Comentarios (0)
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