28/07/2013
El día a día
Todos somos políticos, desde el que más lo parece hasta el que menos. Desde el que más entiende de política hasta el que menos, Desde el que se define por un partido político como el que le dan todos igual. Desde el que vota a la izquierda hasta el que vota a la derecha. Desde el que habla mucho de política hasta el que no habla nada. Desde el que se siente agusto hasta el que la huye. Desde el que le interesa la política hasta el ne no le interesa. Y no porque ya lo razonara Aristóteles hace siglos, sino porque tal vez no hay nadie más político que el que se denomina apolítico.
En Nazar todavía existe una frase más expresiva que la famosa de Aristóteles y es la que todas las madres nos repiten "hijo no te metas en política", cuando en realidad esa frase se traduce en hijo no intentes cambiar nada y no luches contra los poderosos. Pues en Nazar cuando dicen política se refieren a un tipo de política, política comprometida y que trata de cambiar la situación actual y luchar contra el estatu quo.
Es curioso que tan solo se tache de político, o por lo menos con ese sentido se usa en Nazar y creo que también en el resto de los lugares a aquellos que intentan cambiar la sociedad, aquellos que no están de acuerdo con el sistema establecido, aquellos que piensan que la situación debería estar más repartida, y equilibrada y que es preciso realizar cambios radicales para que todos tengan trabajo, un salario justo, un techo donde cobijarse, donde todos sean atendidos sanitariamente por igual, que todos puedan acceder a la educación y a la universidad.
Volviendo al asunto no hace mucho que uno del pueblo me comentó que no vivía más que para la polìtica y que no tenía otra cosa en la cabeza. Me hizo mucha gracia. La política es importante en mi caso (y más ahora que he sido elegido por los electores, la primera vez que me presento); pero no ha sido, ni será lo más importante en la vida. Había oido de todo, pero nadie me había hecho la anterior apreciación; aunque frecuentemente los amigos, hermanos, conocidos me habían insinuado que me veían obsesionado por el euskera y vivir solo para ello; otros también me habían dicho a ver si no tenía en la cabeza otra cosa que la Biblioteca Nacional Vasca, otros muchos más (y en esto si que pueden tener algo de razón) me han recordado mi afición (obsesión por el Osasuna y el fútbol en general), otros por la pelota; otros también me han comentado (creo que muy desacertadamente, como lo de la política) que no vivo más que para Nazar y sus temas. ¡Pero si casi no lo piso!
En definitiva, concluyo que cada uno nos ve, de una manera muy parcial, y seguramente según que es lo que menos les gusta es lo que resaltan en nosotros. Esta es a la conclusión que he llegado por lo que me comentan sobre mis gustos, aficiones, y trabajos y por lo que veo yo al resto de la gente.
G. L.
18:34 | Permalink | Comentarios (2)
Comentarios
Algo típico de la especie: proyectar nuestras fobias en el de enfrente
Anotado por: Iñaxio | 28/07/2013
Te anímo Gerardo a que sigas luchando por tus ideas.
Además siempre son acompañadas de buenos argumentos que es lo que fundamentan dichas ideas.
No va a ser facil librarnos de la apisonadora bipartidista PP-Psoe o Upn-Psn pero vamos a trabajar para que puedan darse otras opciones.
No creo en los partidos políticos porque no me gusta demasiado la disciplina de voto cautivo que los partidos imponen, pero de alguna forma debemos de cambiar lo que pasa en la política actual.
En Nafarroa la linea roja del euskera en todo el territorio es ya irrenunciable como lo es el respeto a la identidad nacional que cada uno disponga.
Basta ya de Barcinas , Mayas y demás acólitos.
Anotado por: iñigo | 28/07/2013
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