Berrotza / Berrueza

Sin duda un pueblo que nos ha sorprendido gratamente. La evolución de este pequeño pueblo de La Berrueza ha sido extraordinaria. Ha sido uno de los pueblos que mejor ha sabido adaptarse a la despoblación que se ha dado durante estos años. Hablo de estos 25 últimos años, pues en los anteriores fueron muchos, la mayoría de los jóvenes, y familias enteras las que dejaron el arado, el braván y la escuela y tomaron el camino de las ciudades y pueblos industrializados.

Mientras en el resto de pueblos de La Berrueza también durante estos últimos años los jóvenes han abandonado el pueblo y se han ido a vivir a Estella, Pamplona, Vitoria, San Sebastián, Bilbao... En Mirafuentes, sin embargo, aunque también han salido a las ciudades en busca de trabajo, algunos jóvenes se han instalado en el propio pueblo, con lo que la población no ha descendido tanto, y siguen existiendo niños en edad escolarizada. El inconveniente es que diariamente tienen que realizar grandes desplazamientos en coche. Pero para el pueblo supone una fuerza de vida.

Iturriaga sigue manteniendo el gusto que ha tenido desde antaño por conservar un pueblo cuidado y florido. Este pueblo ya desde hace varias décadas se caracteriza por el adorno de sus balcones, calles y alrededores con tiestos, floreros...  las casas se han construido y se han ido renovando con gusto y estilo.

Mirafuentes es uno de los pueblos que más ha evolucionado durante estos años. ¿Quién no recuerda los escritos de Pablo Antoñana cuando ejerció de secretario del pueblo, que lo describía como un pueblo apestado de moscas y guardias civiles... Aunque en este aspecto estoy seguro que no se diferenciaba en nada al resto de los pueblos de los alrededores. Hoy día ni las moscas, ni los guardias civiles se hacen tan visibles...

Tal vez este pueblo y sus habitantes hayan tenido este sentido de renovación y búsquedas de nuevas salidas desde antaño, no lo sé. Lo que si sé, es que en Mirafuentes entre varios agricultores, en la época en que en el pueblo todas las casas estaban habitadas, y se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, adquirieron un tractor en común para realizar las labores del campo. Un tractor en común para varias familias.

Lo que también sé es que se creó el primer y único gaztetxe de la zona, para lo cual los jóvenes se tuvieron que reunirse, hablar, consensuar, y superar infinidad de incomprensiones. Lugar donde se han organizado y se siguen celebrando cientos de conciertos, charlas, reuniones... actividades insospechadas en el resto de pueblos. En Iturriaga (Mirafuentes) hemos tenido ocasión de presenciar conciertos, primicias que no se han dado ni en Biana, Lodosa, Estella o Pamplona...

Igualmente para el resto de pueblos supuso un hito que la vecindad se uniese y fuese capaz de echar al cura. Inaudito en la zona.

Pueblo enclavado en un extremo del valle  de la Berrueza, por lo tanto con las costumbres, habla y gustos de esta zona; pero con ganas de cambio y que ha sabido evolucionar de acuerdo con los tiempos y las ideas modernas.  Nos sorprendió  ya hace unos años, y nos sigue sorprendiendo año tras año, ya que no se trata de un cambio pasajero y guiado por una moda de verano. Año tras año, por ejemplo se sigue levantando el mayo, y hasta que duren los chopos de los abundantes riachuelos que recorren sus alrededores así parece que va a seguir siendo. Pueblo que ha sabido conservar las costumbres navarras a las mil maravillas, pero que ha sabido adaptarse a la modernidad. Renovar o morir, pero sin despreciar lo propio. 

Fue uno de los primeros pueblos donde los programas de fiestas, y los carteles que anunciaban las actividades tanto durante los días festivos como durante el resto del año se elaboraron en euskera, los rótulos de las calles son bilingües...

Históricamente ha sido un pueblo importante, sigue siendo  ayuntamiento, tiempo habrá de investigar y de escribir sobre esto, hoy tan solo comentaré la existencia de un antiguo palacio, fortaleza que estuvo bajo la jurisdicción del Mariscal Pedro de Navarra, siglo XVI, el que fuera encarcelado y asesinado en el Castillo de Simancas (Valladolid) por defender la independencia de Navarra frente a los castellanos.

Igualmente trataré en otro momento la arquitectura popular y religiosa, la iglesia de San Román y la Virgen de Beraza... merecen capítulo aparte.

Hoy me detendré más en los recuerdos personales. Para los de Nazar, y yo lo soy, Mirafuentes (Iturriaga) ha sido un pueblo aparte de cercano, de gran referencia, al cual acudíamos para cualquier cosa, fiestas aparte, claro está... A la tienda, cuando en Nazar, no la hubo, cientos de veces nuestras madres nos mandaban en busca de algún producto, la distancia no llega a tres kilómetros, y en aquellos tiempos las zancadas no costaban nada. No era un camino falto de obstáculos,  el primero al que había que hacer frente  era los caminos embarrados, hasta el punto de que en más de una ocasión nos quedábamos entorcados en el barro. A veces, no era sencillo atravesar el río, y en más de una ocasión nos tuvimos que volver cuando ya no nos faltaban más de doscientos metros para llegar a la tejería. Diría que en aquellos tiempos llovía mucho más, y que el caudal del río era infinitamente mayor que ahora; pero sin duda, no solo el cambio climático ha sido la causa por la que no podíamos atravesar el río, la edad también tenía su influencia, pues no tendríamos más de siete u ocho años. Por último tampoco era sencillo pasar la tejería con abundantes perros, unos grandes atados y otros pequeños que se acercaban ladrando, pero siempre estaban por allí o personas mayores (Florencio, Timoteo...), o jóvenes (Abel, Miguel Angel...) o niños como nosotros (Loli...).

Igualmente acudíamos a la fragua del herrero Antonio. En una época en que todo era de hierro, instrumentos de labranza, las llaves de las casas, no era extraño que tuviesemos que acudir al herrero... Creo que ya he descrito la herreria y al herrero en otras ocasiones, pero es un recuerdo inolvidable el que se me ha quedado de aquella fragua oscura, y encontrar a un hombrachón con la cara ennegrecida, con una voz y un trato agradable, un lugar especial con un olor característico y con las llamas del fuego a un lado...

Mirafuentes para los de Nazar era un pueblo de paso para ir a moler y para llevar las cerdas al macho cuando estaban barriondas, por lo que en una época la relación fue bastante cercana.

Este pueblo también es llano, con una preciosa iglesia separada de las casas de labranza, rodeado de riachuelos que hace posible cultivar los excelentes huertos, no tiene excesivo monte, pero el suficiente para que los vecinos se abastezcan de leña para el invierno y para los puestos de las palomeras para los aficionados a la caza.

Ante la imposibilidad de mencionar a todos los conocidos de Mirafuentes, y con la cierta seguridad de que me iba a dejar a muchos obvio los nombres y tan solo mencionaré al jotero de Mirafuentes Rafael Gonzalez Arana, el cual ha cantado miles de jotas por todos los rincones...

y si por si acaso tenéis ganas de seguir leyendo aquí os dejo un enlace de otro texto escrito hace unos años y también publicado en este blog de La Berrueza.

http://berrotza.blogspirit.com/archive/2006/09/23/iturriaga-mirafuentes.html

Gerardo Luzuriaga