29/06/2015
El chino de Mendaza (III)
Hoy voy a hablar de Delfín Yániz Berrueta, hijo del chino, también como su padre conocido como el chino, al principio el hijo del chino, luego el chino... En los frontones se le conoció como "navarrea".
Yaniz Berrueta el que esta agachado.
Aparte de tratante fue pelotari.
"Al Delfin" lo hemos conocido de pueblo en pueblo con su camioneta-camión recogiendo cerdos, pero lo que igual muchos de nuestra edad, y especialmente los más jóvenes no sepan es que ha sido un especialista de la pelota a mano, habitual pelotari de las fiestas de los pueblos y también en los mejores frontones de Euskal Herria y ha jugado contra los mejores pelotaris del momento.
El año de 1958 tomó parte en el campeonato mundial de Biarritz en la modalidad de parejas, obteniendo la medalla de plata.
El chino jugó en todos los frontones habidos y por haber, especialista en los frontones de los pueblos, dónde era conocido en todos los rincones. No en vano, se curtió en el frontón de su pueblo, Mendaza, un frontón de una sola pared, sin paredes laterales, tampoco la pared izquierda, como el resto de los frontones de la zona. Dicen que la mayor parte de los entrenamientos los hacía descalzo.
Ya lo habréis reconocido, el segundo de pie comenzando por la izquierda
Poseía una gran pegada, y un juego vistoso, atrevido y fuerte. Muchas eran las ocasiones que colocaba la pelota en el rebote, contra la pared de la casa que está al final del frontón. Es preciso tener en cuenta que en aquellos años no se usaban las pelotas vivas y botonas que se ven hoy en los frontones, en definitiva que a pesar de su figura esbelta, tenía una gran pegada.
Pero en la zona, especialmente se hizo famoso por el tipo de partidos que le organizaban y por las apuestas que aceptaba, a cual más extraña. Partidos con una sola mano, bien con la derecha o bien con la izquierda, con la mano atada, con el pie atado a una silla, o bien aceptaba que todas las pelotas las respondería con un pie encima de una silla... os podéis imaginar cualquier apuesta que seguro que las hizo.
En este aspecto contó con un gran maestro, ya años antes, anduvo por los frontones de estos pueblos de Tierra Estella, "el vayo" de Otiñano, o Espronceda, que no lo sé bien, pero que si lo conocí en Bilbao, ya de muy mayor, siempre vestido de blanco, con zapatos relucientes y sombrero, llevó nuestros pueblos a la capital vizcaína.
El chino también fue un gran jugador y campeón de pala, aunque los de mi edad, es decir la mayoría de los que vivimos por estos pueblos nos contentamos con recordarlo como el gorrinero que venía por nuestras casas con el fin de hacer un trato para llevarse los cochinillos, que por aquella época se pagaban muy bien, y era el sustento de muchas de las familias que nos habíamos quedado en el pueblo.
Gerardo Luzuriaga
17:40 | Permalink | Comentarios (0)
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