Berrotza / Berrueza

Lo que me temía se está cumpliendo paso por paso. En su día el Obispado de Pamplona se hizo con la propiedad de la parroquia y la ermita de Loreto, y más porque no había, ya que la casa del cura y la huerta del cura ya las había vendido anteriormente.

No hace mucho se hicieron unas obras de restauración en la ermita de Loreto, el Obispado no puso ni un duro, ahora la iglesia se está cayendo.

Lo lógico es que si el propietario es el Obispado sea el que se haga cargo de las obras, el Ayuntamiento y un grupo de vecinos ya se han puesto en contacto con el arquitecto del Obispado y con los curas que llevan la parroquia. Las palabras de Obispado es que no tienen presupuesto para arreglar las iglesias que se han apropiado y necesitan obras.

Sin duda, entre todos los bienes que se han apropiado, alguno son deficitarios, como es el caso de la iglesia de Nazar; pero eso los curas y el Obispo que hicieron las escrituras lo debían de haber tenido previsto, y de hecho bien que lo tenían, pues aunque algunos bienes se deban de restaurar, otros tienen un valor monetario que deberían compensar los que son deficitarios.

Resumiendo, que debe ser el obispado el que ponga el dinero para la restauración ya que es a esa institución a la que pertenece tal bien.

La Iglesia de Nazar siempre ha pertenecido al pueblo, desde el momento de su construcción, ha sido levantada con el sudor y el dinero de nuestros antepasados, ha sido restaurada siglo tras siglo por los vecinos de Nazar, siempre ha sido así y así debía de haber seguido durante los siglos venideros.

Los curas y los obispos sabrán porque han cambiado de criterio y decidieron hacerse con la propiedad de iglesias, ermitas, huertas, y casas que pertenecían al pueblo. Habrá que preguntar a las autoridades eclesiásticas el porqué de este cambio, qué interés tienen en apropiarse de estos bienes.

No olvidemos que también se han apropiado de bienes culturales, patrimoniales de mucho valor cultural y también monetario.  Tal vez esa sea la razón.

Todos sentimos una sensación de tristeza y amargura al ver como la iglesia se nos va deteriorando, tanto a los que hemos nacido aquí, a los que hemos vivido aquí y también a los que viven ahora en el pueblo, pues no en vano la iglesia ha sido el edificio más emblemático del pueblo. Es por ello que a muchos nos dio una gran rabia cuando nos enteramos de la argucia del Obispado, cuando de un día para otro fueron a la notaria y al registro y se hizo con los edificios de la iglesia y la ermita de Loreto. Una artimaña, que ya dije que por lo menos en Nazar les iba a salir bastante caro.

Todos sentimos estos edificios, sus imágenes, sus retablos, sus puertas y hasta sus bancos como nuestros, lo sentimos como algo nuestro. Pero no olvidemos que nos lo arrebataron, y no hace mucho.

A mi personalmente me da una pena enorme que se deteriore el patrimonio cultural de un pueblo, por ejemplo cada vez que paso por Otiñano y veo la casa que está al lado del lavadero, sin duda, la mejor casa y la de mayor valor arquitectónico del pueblo y una de las de mejor construcción de todo el valle, me da un gran pesar;  pero también esa casa es particular.

Gerardo Luzuriaga