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28/09/2008

AURELIO

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Hola Aurelio,

 como ves nos seguimos acordando de ti. No solo porque fuiste ejemplo en muchos aspectos de la vida. Nos enseñaste cómo se puede vivir en libertad, cómo se puede ejercer la amistad sin mucha palabrería, cómo afrontaste con elegancia la enfermedad, los últimos momentos sin haber llegado a cumplir los 60 años.

El poco apego a los bienes materiales, la naturalidad hicieron de ti el último vaquero solitario, que hemos conocido y recordamos.

Estés donde estés (que para mí ateo convencido está claro) te queremos decir que te echamos en falta. Te echamos en falta en las fiestas, en las palomeras, en la taberna, en los partidos de fútbol…

Tu retratito
Tu retratito lo traigo en mi cartera,
donde se guarda el tesoro más querido.
Y puedo verlo a la hora que yo quiera,
aunque tu amor para mí esté perdido.

No es que te amague,
solamente te lo advierto,
aunque no quieras
yo te he de seguir mirando.

Pues tu bien sabes que lo nuestro fue muy cierto,
y tu retrato me lo está justificando.

Yo te he de ver y te he de ver y te he de ver,
aunque te escondas y te apartes de mi vista.
Y si yo pierdo mi cartera sin querer,
de Nueva Cuenta te mando un retratista.

Por las mañanas te miro muy temprano
Luego te guardo y te saco más al rato
Y por la noche te tiento con la mano
Aunque no sea más que el purito retrato

Por eso mi alma te pido que comprendas
Y sin recelo me des la vida entera
Si esto es motivo para que tu te ofendas
De todos modos te traigo en mi cartera

Yo te he ver...

NO VALEIS NI PA OSTIAS...

25/09/2008

Un ciudadano sin importancia

Antonio Alvarez-Solís periodista

Un ciudadano sin importancia
La democracia, y el deseo de paz que la acompaña, son incompatibles con la indigencia intelectual a la que se ve sometida actualmente la sociedad. En ese contexto, al analizar honestamente la cuestión de la violencia, Alvarez-Solís entiende que «en la ecuación de la violencia hay que despejar otra vez la incógnita de la democracia». De otro modo es imposible despejar la ecuación.

Es posible que esta carta no tenga la menor importancia. Quien la escribe no la tiene. Es un ciudadano cualquiera que solicita el cese de la guerra omnipresente. Pero ¿cómo detener la violencia? No hay otro camino que el sugerido por Georg Lukács: «La más alta meta de todo anhelo humano es la contemplación intelectual». La contemplación intelectual evita un escenario repleto de palabras terminantes, duras como piedras, excluyentes. La realidad es que vivimos en una sociedad externa al pensamiento. Una sociedad paradójicamente invitada a serlo sin los otros, por lo tanto con una ética frágil y contaminada por intereses encovados. Subraya Umberto Eco, en sus admirables debates con el cardenal Martini, que «la dimensión ética comienza precisamente cuando entran en escena los demás». Con ese horizonte moral al fondo nos indica Eco que «somos animales en posición erecta..., que no deseamos que nadie nos impida hablar, ver, escuchar y que sufrimos si alguien nos ata o nos segrega, si nos golpea, hiere o mata, si nos somete a torturas físicas o psíquicas que disminuyan o anulen nuestra capacidad de pensar». Pensar verdaderamente, sin límite, sin apriorismos sospechosos. Así hemos de edificar la nueva democracia: siendo animales en posición noblemente erecta y en presencia plena de los otros. Ante esta determinación de pensar hasta la raíz no valen las condenas inoperantes, como no sea la de acumular puntos fáciles para lucrar el ejercicio del poder. Curiosamente, el mismo Bush acaba de decir que en vez de proclamar condenas a los atentados terroristas lo que se debe hacer es «aprobar más resoluciones que impidan que esos atentados se produzcan». La duda sobre esta petición surge acerca de lo que entienda peligrosamente el presidente americano por «resoluciones», pero el esqueleto de la frase es aprovechable. Ante los muertos no es ciertamente útil sino el pensamiento, que es la gran sustancia creadora de la vida ¿Y cómo entidad de tal calibre puede intervenirse por ley? No hagamos de la ley una norma tóxica.

En días de dolor producido por la muerte súbita de quienes estaban totalmente ajenos a su acabamiento es preciso rescatar el arma intelectual y, enfriando las emociones, buscar con ella la salida del laberinto. Callen los vocingleros y dejen que la verdad nos dé de lleno como deseaba Diógenes el sol cuando se lo tapaba el monarca macedonio. Si alguien tiene hoy el estado en la cabeza, que dudo mucho de ello en el ámbito de la política, convierta ese estado en el más alto servidor de la libertad de todos. Para lograrlo reúna frente a frente a los que se niegan mutuamente, convoque a las naciones que dominan o son dominadas, escuche con paciencia los alegatos o clamores y, con todo ello, proceda a liberar la voz de la calle para que el ciudadano vuelva a serlo. No es tarea difícil la que el ciudadano que suscribe, peatón cándido por los vericuetos de la historia, propone con la simplicidad del que sabe que en el fondo no hay más que luz si se la busca. Pero ¿por qué no se busca esa luz? Ahí está la cuestión. Quien no tiene el poder la demanda con violencia y quien dispone de ese poder acopia la violencia adversaria para alimentar el motor de su tiranía.

Todo el mundo requiere a todo el mundo para que se siente a la mesa de la paz, pero no para repartir a cada cual lo suyo, sino para atar al adversario al mueble. Todo el mundo dice ser todo el mundo en ausencia de los otros. Prestidigitadores malignos que siempre poseen la carta del triunfo. Es triste que sólo con sangre pueda hablarse del futuro. Con la sangre que ha perdido la humanidad en la gran fiesta de los locos podría regarse el universo. Es la única lección válida que puede extraerse con certeza en la contemplación de la difícil existencia del hombre.

Es triste que en momentos tan crueles hayamos de elegir pastores que se dirigen siempre hacia el matadero. Pastores que distribuyen la sopa y escancian el vino a quienes forman con ellos la majada. Mesta del poder que tiene en sus manos, tantas veces prevaricadoras, y entre sus deberes más altos, la organización leal de la convivencia ¿Cuándo podremos pensar los que habitamos la calle, tantas veces a la intemperie? Pero ¡alto ahí!, pensar no consiste en decir lo que no se debe hacer sino en postular con valor lo que se debe hacer. Lo importante no es clamar contra la sangre, sino impedirla, se ocupe la posición que se ocupe. Al llegar a este punto es necesario decir una vez más que en los conflictos nunca hay un solo responsable, aunque así lo declaren los que han añadido a sus posesiones nada menos que la palabra secuestrada.

Existe una constante histórica que llama a una reflexión profunda. Los pueblos, cuando son liberados a sí mismos, siempre -si hay excepciones las desconozco- se comportan con generosidad y justicia. Solamente los relatores de una historia viciosa de poder mantienen que las masas se desmandan en turbas. Las turbas suelen inventarlas los poderosos mediante su desafío a la hermandad y la igualdad. Los pueblos, cuando protagonizan el entusiasmo de su ganada libertad, tienden al entendimiento y al respeto del otro. Solamente cuando el poder se residencia en almas avaras de él convierte en peligrosa a la ciudadanía. Peligrosa ¿para quién? ¿En qué consiste el peligro, en que exista la violencia o en que se fabrique?

En la ecuación de la violencia hay que despejar otra vez la incógnita de la democracia. Hemos de aclarar qué es democracia nuevamente. La democracia, reducida hoy a puras maniobras de salón, ha de incorporar con total eficacia y responsabilidad a un ser vivo, a un sujeto intelectualmente activo, lo que quiere decir que ese sujeto no sólo ha de pensar en el recaudo de su intimidad, sino en el ágora y con la capacidad entera de convertir sus meditaciones en fórmulas resolutivas de convivencia. El ser que piensa y ejecuta al aire libre no resulta jamás explosivo. Ni en política ni en religión. El ser que procede en libertad no fabrica dogmas, sino convicciones. Cuando murió Franco fui testigo de cómo en reductos ciudadanos en que la calle asumía el timón del debate colectivo los sucesos se producían con entusiasmo y equilibrio. Luego tomó cuerpo la transición, se inventó un patológico consenso entre las direcciones políticas y las heridas fueron cerradas en falso y se tetanizaron. Es el caso, por ejemplo, de Euskadi. El Estado fue distribuido en porciones de intereses, la sociedad dejó de existir como tal sociedad orgánica y fue incorporada a una cocina en que se preparó una sopa para pobres. Incluso, en el colmo de la insidiosa falsificación, combatientes que dieron su vida en el combate contra Franco empezaron a ser anotados en la nómina terrorista. Poco a poco el pueblo empezó a desaparecer y una parte importante de la nación española fue regresada al servicio de los ideales del imperio.

Vivimos en plena pobreza intelectual. Las gentes que piensan por su cuenta han de sortear peligros y dificultades de tipo muy variado. Pensar incorpora al índice de lo romanamente prohibido, cuando no sucede algo peor. Se vulgarizan las ambiciones del ciudadano hasta reducirlo a la inanidad pública. Una frase alarmante resume lo que digo: «Yo no entiendo de política», cuando el saber político es creacional y por tanto la ciudadanía lo posee en plenitud.

¿Qué han hecho tantos dirigentes para convertir la masa en turba y a la ciudadanía en peligro para el orden público? Quizá yo sea «entorno» de algo, pero ¿de qué? En todo caso soy entorno del «otro» del que habló tan sustanciosamente Eco en su correo con el cardenal Martini, el cristiano que no pudo llegar a Papa porque «su» otro era nada menos que el agnóstico Umberto. ¡Qué cara han puesto la libertad!

23/09/2008

Navarra sigue dividida

No existe una Navarra, si no varias. Navarrra dividida por líneas imaginarias, las que la dividen en la navarra euskaldun, la navarra mixta y la otra navarra. Parece mentira que el territorio donde tuvo origen una lengua, donde hasta no hace muchos siglos se conservó hayamos sido capaces de dejar una gran parte de el territorio sin la lengua de nuestros antepasados. Y si esta pérdida de la lengua vasca se hubiese debido a causas naturales, o se hubiese perdido porque los navarros de las generaciones anteriores así lo hubiesen decidido se podría entender, pero no es preciso hacer grandes investigaciones para llegar a la conclusión de que el euskera se fue perdiendo en nuestros pueblos por causas ajenas a los vecinos. Para que nos entendamos mejor pondré un ejemplo, que creo que para los que quieran entenderlo es bastante contundente. ¿Cómo veríamos si en este momento los franceses invadiesen Navarra, e impusiesen la lengua francesa e hiciesen desaparecer el castellano?

Con la llegada de la transición se llegó a un acuerdo de dividir Navarra en tres zonas. Parecía que este año se iba a subsanar algo esta tropelía. Pero ha llegado el momento oportuno y aquí no cambia nada. El PSN apoya al Gobierno (UPN-CDN) y las cosas quedan como estaban. LA LENGUA VASCA DEBE SER COOFICIAL EN NAVARRA.

Herrikoia

18/09/2008

Euskaldunak - Vascos

Es obvio, está claro que Navarra (Nabarra, Nafarroa) es parte del País Vasco. Lo vengo diciendo por activa, por pasiva y por perifrástica pasiva; pero todavía existen bastantes navarros que hacen oído sordo a LA HISTORIA Y A LA LEGISLACION. Tan democráticos y cumplidores de la ley ellos. Navarra es parte del pueblo vasco, es parte del País Vasco. SOMOS TAN VASCOS, SINO MAS que los del resto de las provincias vascas. Hay gente, bastante en mi pueblo que no quieren ni oir de esto, pero que no se preocupen que llegará un momento que serán ellos los que estén en primera fila de estas reivindicaciones, como ya estuvieron en siglos anteriores. PERO DONDE SE HA VISTO QUE EXISTA UN PUEBLO QUE RENUNCIE DE SUS ORIGENES.

Y todo esto no es que lo diga yo, sino que lo dice la Historia y la legislación actual. Como muestra un botón, no me extiendo con toda la legislación que existe en la que se dice que somos vascos, tan solo esgrimiré en este caso lo expuesto por el TRIBUNAL CONSTITUCIONAL en su última sentencia: "Dicha pregunta, concluye el Abogado del Estado, entraña que UNA PARTE DEL PUEBLO VASCO (la del pueblo de los territorios históricos que actualmente forman la Comunidad
Autónoma del País Vasco) es titular de una soberanía nacional distinta a la del Pueblo
Español, con lo que se viola el art. 1.2 CE. Se pretende consultar a esa fracción del Pueblo Vasco..."

Sobran las palabras, cuando los hechos y la realidad es tan evidente.

Gerardo Luzuriaga 

 

16/09/2008

Ideologías

Las ideologías no existen. No existe ni izquierda, ni derecha, ya todo es centro. !Anda ya¡ No está de moda el compromiso social, no esta bien visto. No resulta rentable rebelarse contra nada, ni contra nadie, ni demostrar el menor atisbo de crítica hacia las autoridades, ni mucho menos todavía cuestionar el orden establecido.

Lo que prima es la neutralidad.

No existe derecha ni izquierda; pero si existen los pobres y la pobreza. Si existe paro. Si existe injusticia. Se cierra una empresa y los obreros van a la calle. Algunos cobran porque han cotizado, porque lo han pagado de antemano. Otros no. Se quedan sin trabajo y sin dinero. Quiebra una empresa: la banca, las hipotecas, las inmobiliarias, las líneas aéreas y sus propietarios, sus negocios se ven inyectados de dinero público para que el país no entre en crisis.

Estos son los dones de esta sociedad capitalista, mientras los negocios son boyantes todo es acaparar y ganar, cuando parece que pueden quebrar acuden corriendo a las puertas de los políticos para que les subvencionen y les den el dinero ahorrado por todos los contribuyentes. Esta sociedad neoliberal, con la inestimable ayuda de los medios de comunicación, los cuales van de la mano de la ideologia dominante conservadora, favorecen el negocio con el que hace multiplicar el dinero de los que más tienen.

Todos estos periódicos, emisoras de radio, televisión e intelectuales del régimen se autoproclaman defensores de lo neutral, de lo normal, de lo natural, del sentido común, cuando en realidad no hacen más que defender y apoyar el mantenimiento de la ideologia dominante de derechas. Ya que van de neutrales y nos hacen ver que ellos no hacen más que contar lo que ocurre en la sociedad, sin opiniones personales, sin ideología; pero en realidad se aprovechan de que la sociedad está anestesiada para empuñar la bandera de objetividad y van por la vida de libereales e independientes...

¿Pensaríamos lo mismo si estos medios de comunicación difundiesen un día si y otro también los chanchullos, los réditos que sacan los banqueros. Si se difundiesen las negociaciones con políticos de su misma ideología. Es decir si el modelo de sociedad cambiase y se primase otro tipo de iniciativas y no primasen los negocios de unos pocos.

La situación cambiará tarde o temprano, y la riqueza se repartirá de forma más equitativa entre toda la sociedad.

Kattagorri