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13/11/2008

Lizarraldea (IV)

El siglo XVIII es decisivo para la pérdida del euskera en nuestra zona. Como ya hemos mencionado anteriormente Estella desempeña un papel determinante en el proceso de recesión. No hay más que ver el escrito del cura de Larrión de 1723 donde compara la situación de Larrión y Eraul y comenta que en Larrión los vecinos van tomando la costumbre de hablar en castellano, principalmente porque tienen una relación comercial más estrecha con Estella. En Larrión se hacen ladrillos, tejas, ropas… que se comercializan en Estella, por lo que la relación de este pueblo es mucho más estrecha que la del resto con los estelleses.

 

Aparte de esta circunstancia, a principios del Siglo XVIII se construyen las escuelas y se escolariza en castellano, a la vez que se comienza a traer curas de fuea que no conocen la lengua vasca. Sabido es que Iratxe ostentó el patronato de muchas iglesias de estos pueblos, y la gran presión que ejerció este Monasterio para poner curas castellanos en los pueblos.  

 

A pesar de ello en este siglo XVIII el euskera sigue siendo la lengua de muchos de los vecinos. En Galdeano se lee una sentencia el año de 1703 en castellano y en euskera, ya que en castellano no la entendían.

 

A principios de siglo, es cuando en Eraul llevan por primera vez un cura que no conoce la lengua vasca. Como ya hemos citado anteriormente, Arbeiza es uno de los pueblos que primero aparca la lengua navarrorum, en 1723 según un documentos ya no quedan familias euskaldunes en Arbeiza.

 

Amescua y Valle de Lana, tal vez por lo apartado de los dos valles, la lengua vasca sigue siendo la lengua normal de sus habitantes.  En 1723 se sigue hablando la lengua vascongada,  pero también el castellano es corriente, por lo que los hombres y mujeres de estos valles ya conocen ambos idiomas, a pesar de que en este mismo año de 1723 sabemos que en Eraul siguen quedando muchas familias que sólo eran capaces de explicarse y entenderse en vascuence.

 

En 1750 Ekala, Bakedano siguen siendo euskaldunes, como demuestra  el juicio  entre una moza de 18 años ( Catalina Martínez) y su pretendido, donde la sentencia se tiene  que notificar en euskera, pues Catalina no conocía el castellano.

Gerardo Luzuriaga

Comentarios

Eskerrik asko, Gerardo egindako lanagatik.
Ez naiz bertakoa, baina harreman handia daukat
aipatzen duzun herri horietako batekin. Interesagarria
litzateke bertakoen iritziren bat horretaz.
Animo a los vecinos de los pueblos a que opinen
sobre la pérdida del uso del euskera en la zona.
Un saludo

Anotado por: jabier | 23/11/2008

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