17/03/2011
Retroceso
Seguramente muchos de los lectores os acordaréis del mensaje que escribí hace unas dos semanas con el título de ADELANTOS. Más o menos venía a decir que los llamados adelantos no han venido a mejorar mucho la calidad de vida de las personas. Aunque parezca mentira, hoy se vive muy ajetreado, de un lugar para otro. No diré, no, que vivimos peor que hace muchos años. Pero algo está ocurriendo que con todas las ventajas, con todos los inventos y adelantos que están llegando año tras año la calidad de vida no mejore en tal proporción.
Hace unos años hablé de la cantidad de basura que producimos y la comparé con lo que se producía hace cuarenta años. Verdaderamente es preocupante la cantidad de cajas, bolsas, hierros, botes, plásticos que nos vemos obligados a tirar. Camiones y camiones de basura que es necesario destruir. Todavía recuerdo algunos lugares donde se tiraba la basura que se acumulaban en los pueblos de hace cuarenta-treinta años. Un montoncito al lado de la gavillera o el ciemo. No había más que algún bote de pimientos, o conserva de atún, y alguna cáscara de huevo y las conchas de almejas que se ponían algún que otro viernes con el arroz. Y para de contar. No existía más basura.
Nunca creí que podría ocurrir lo que está ocurriendo hoy día en un pais avanzado económicamente, rico y civilizado como es Japón. Donde todavía no sabemos en que puede acabar si las centrales nucleares no se pueden controlar. Desde siempre he sido contrario a este tipo de energía y también en cierto modo a esta civilización que no cuenta más que con el consumo y desgaste de las materias primas. Nunca me he creido lo que los políticos y los gobernantes nos han contado sobre las centrales nucleares, y de paso tampoco de otros muchos temas.
Lo que está claro es que ante tando avance y desarrollo es necesario plantearse los posibles peligros. Luchamos en su momento, años y años hace de aquello; pero todavía estamos orgullosos de que la Central nuclear de Lemoiz no se pusiese en marcha. Aunque nos hayan llamado infinidad de veces cavernarios y anticuados.
No podemos dejar las decisiones en los políticos, que están manejados por el dinero de los empresarios y del capital. La mayoría de los políticos son títeres en manos de la economia capitalista. Los políticos no repiten más que lo que sus amos le ordenan. Para ello ganan bien, y son recompensados con las prebendas de la fama.
La crítica es una de las mejores vacunas contra esta evolución que nos puede llevar al caos y a la destrucción. Centrales nucleares, trenes de alta velocidad. Que consumen una gran parte de la energía que se produce. ¿Pero quién se opone contra estos trenes, contra la destrucción de nuestro paisaje, cuándo es el negocio de los principales empresarios? ¿Cuándo es el negocio de los que han invertido un poco dinero para llevárselo luego en sacos llenos?
¿A dónde nos llevan estos políticos, estos empresarios insaciables? ¿Hacía la destrucción de la tierra?
Gerardo Luzuriaga
21:52 | Permalink | Comentarios (4)
16/03/2011
Un Museo en Orisoain
El Museo que todo pueblo, y todo valle quisiera tener se puede visitar en el pueblo de ORISOAIN.
En la casa rural EL PAJAR en el valle de la Valdorba un museo con una colección de aperos de labranza.
G. L.
12:52 | Permalink | Comentarios (0)