14/03/2012
Antonia y Miguel
Antonia, la hija de José Maria y Modesta. Se casó con Miguel Fernandez. El Miguel era un hombre pequeño, No recuerdo otro aguacil, ni otro sacristán en el pueblo. Luego la sacristana fue la Antonia. Miguel fue durante años de casa en casa anunciando las noticias del ayuntamiento, también era el encargado de poner los papeles con un hierro colgado en la puerta de la iglesia. Era bonito, ir los domingos a misa, y ver a todos los hombres leer los anuncios del ayuntamiento, por allí se pasaba en grupo para ver las últimas noticias del pueblo. Durante años y años esa fue la forma de enterarnos de las noticias oficiales del pueblo.
Miguel fue el campanero, y sobre todo el aguacil. En aquellos tiempos era un trabajo muy importante, especialmente porque era el único que podía poner multas. No puso muchas, pero a los chavales siempre se nos mencionaba, que nos iba a poner multas, por lo que siempre estaba su nombre en la boca de todos. Pero realmente no es que le tuviésemos mucho respeto, ya que entre otras cosas era un hombre que daba una gran confianza y siempre estaba de fiesta, y trataba a los niños y chavales con un gran cariño. Recuerdo que en una ocasión le puso una multa a nuestro padre por coger tres cabezas de maíz y dárselas a comer a las ovejas que cuidaba.
Miguel era un hombre agradable que repetía frases que se nos hacían muy graciosas. En Nazar, como en el resto de los pueblos de Navarra, era muy usual que los hombres blasfemasen una y otra vez. El Miguel sin embargo, usaba una gran variedad de muletillas para no blasfemar, aunque para el resto, o por lo menos para los chavales resultaban mucho más curiosas y hasta fuera de lugar. Tal vez no lo diga como él lo decía pero algo así era, me cagüen todos los santos que no almuerzan, me cagüen el corazón…
¡Qué no comentar de la Antonia!, fue la tabernera durante muchos muchos años, yo no conocí la taberna, pero cuando se hablaba de la taberna los mayores siempre hacían referencia a la taberna de la Antonia. Época en que Nazar debió ser casi una ciudad, con una cuadrilla de mozos que impresionaba. Y cuando no se salía del pueblo, por lo que las juergas eran grandes y largas. Muchas son las anécdotas que nos han llegado de esta época.
(Miguel es el tercero por la derecha, no se le ve muy bien pero es el que tiene la txapela hacia atrás)
También fue la sacristana del pueblo y se encargaba de todo lo referente a la iglesia. En los actos religiosos era la que llevaba la voz en las canciones, y también en los rezos. Se sabía de memoria todas las ceremonias. Recuerdo que hace unos años fui a la novena de Loreto, solo por recordar como recitaba oraciones y plegarias de memoria. No me defraudó. Ya muy mayor se sabía todos los rezos de memoria, y muchos de ellos en latín.
Fue una mujer muy activa y alegre. Para todos tenía una frase, o unas palabras. Era muy buena comunicante, y sé que cuando alguien de fuera aparecía por el pueblo en busca de noticias era con ella con la que contactaban. También durante unos años era donde los pastores se quedaban de patrona.
Su hijo Patxi, policía en Bilbao, un dia de verano, tuvo un accidente en la curva de entrada enMirafuentes con el tractor de Morrás. Volcó y murió en el acto. Fue un duro golpe para todo el pueblo, y para todo el valle. Su novia de Ubago estuvo durante años y años subiendo a la casa de Miguel y Antonia. A pesar del duro golpe Antonia, Miguel, su novia y el resto del pueblo supo sobreponerse a tal desastre.
Gerardo Luzuriaga
23:01 | Permalink | Comentarios (0)
Los comentarios son cerrados