Berrotza / Berrueza

Estoy completamente de acuerdo con el comentario de Deio, es más creo que cuando acabe con esta serie de artículos sobre los cambios en Navarra, la conclusión será más o menos lo que ha puesto Deio en el primer comentario. Me ha leido el pensamiento y resume en muy pocas líneas lo que vendré a decir en bastantes folios. Lo importante no es el folclore, los exteriores sino las raíces. 

Sigo con este segundo capítulo.

Si nos retrotraemos unos siglos  nos encontraríamos con una Navarra muy diferente a la actual. Lógico, la evolución, el desarrollo y el cambio es natural y es inherente a cualquier cosa: territorios, costumbres, idiomas… . También Navarra ha cambiado. Navarra ha ido evolucionando como el resto de territorios, sabemos que una época constituyó un estado independiente que se truncó con la invasión y conquista de Navarra por las tropas de Fernando el Católico, en 1512.

Por esas fechas, en aquella guerra cruenta entre navarros y castellanos unas de las ciudades más comprometidas, y que más guerreros aportaron, con lo que también fueron las que más sufrieron  la venganza de los vencedores fueron las ciudades de Tudela, Olite y Estella. Poblaciones ubicadas en el sur y zona media navarra. También las fortalezas de la zona media de Aguilar de Codés, Cábrega, Monjardín, Amescoa… se vieron fuertemente atacadas. El Cardenal Cisneros ordenó la destrucción de la mayoría de las fortalezas navarras, entre ellas las anteriormente citadas.

Las diferencias entre el sur, el centro, el norte se hicieron más patentes desde este fatídico 1512. A raíz de esta guerra lo que hasta ahora había sido una única navarra se divide en dos, separadas por los Pirineos. La parte sur quedó bajo el dominio castellano, y la parte norte siguió siendo navarra, la auténtica, la cual intentó por todos los medios seguir siendo un estado independiente e ir recuperando de nuevo el territorio navarro perdido del sur. Se llevaron a cabo varias batallas con tal fin, pero la superioridad armamentística castellana hizo inútiles todos los esfuerzos e iniciativas en pro de la unión navarra.

Con lo que por muy extraño que se haga a muchos navarros, la zona navarra del norte fue la que mantuvo los ideales e intereses navarros durante unos siglos más, hasta 1620, año en que se incorporó a Francia.

Mucho es lo que todavía tenemos que aprender los navarros sobre la historia de Navarra. No son muchos los que conocemos la historia de Navarra, ha sido una asignatura olvidada en las escuelas. prohibida en las aulas universitarias. Todavía hoy en día, es frecuente en las conversaciones de taberna referirse a los navarros de Iparralde como franceses, aunque hablen un perfecto euskera. 

La historia no tiene porque marcar el camino actual. Es más la historia es historia, y no tiene porque predeterminar nada. Ni por qué marcar nada. Cada generación, cada pueblo tiene la libertad total de recorrer los caminos que más le apetezcan. Este es uno de los principios con el que estoy de acuerdo; pero a pesar de ello, creo que es conveniente conocer los hechos antiguos, la historia de nuestro pueblo, ya que en cierto modo cada uno somos de una manera u otra según de donde vengamos.

Por otro lado también critico las monarquías, los reinados, a pesar de que en una época Navarra estuvo gobernada por los reyes navarros. Era la forma de gobernar de hace siglos. Lo cual no quiere decir, que en estos momentos esa sea la forma idónea de gobierno para Euskal Herria. No, ni por casualidad. Al igual que tampoco quisiera para nada la sociedad feudal en la que vivieron nuestros antepasados. Donde el pueblo, la mayoría de los habitantes tenían muy poco que decir, y pintaban muy poco, estaban manejados y a expensas de lo que pensaran sus amos, sus señores. Tampoco cuando recordamos aquella época florida para el Reino de Navarra, queremos volver a instaurar un reino con reyes incluidos. 

Dicho esto, y sin caer en ningún tipo de mitificación ni del pueblo navarro, ni de los tiempos pasados, si es preciso destacar que los reyes de navarra no eran franceses como se nos ha hecho creer, eran reyes de navarra y navarros. 

Gerardo Luzuriaga