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04/04/2017

Nuestra cultura

Por fin he visitado esa caja de sardinas aplastada ubicada en Bilbao. Ya me puedo considerar un hombre culto. La lata la tenía vista ya desde que la levantaron, me sorprendió, me gustó, especialmente porque también adecentaron los alrededores; y dejaron una zona que cualquier edificio, cualquier monumento hubiese quedado como un pincel; el contenido, sin embargo, no me ha sorprendido en absoluto. He encontrado un museo moderno y digno. Nada más, ni nada menos. Y me pregunto, cuántos que en toda su vida no han entrado ni a cinco museos, visitan este y salen con cara de satisfacción, como si fuesen entendidos en la materia y el arte vanguardista y modernista fuese su mundo. Aunque la mayor parte con lo único que han disfrutado ha sido con los laberintos y alguna vista de la ría.

 

Me gustaría que estos supiesen a cuánto les sale realmente la entrada de ese Museo. Y me gustaría saber si una vez de conocida la cifra real de la entrada estarían de nuevo dispuestos a volver. Supongamos que a cada vasca o vasco nos sale a doscientos, cuatrocientos o quinientos euro cada entrada. No lo sé, pero si es fácil que así sea. Las vascas y vascos que no lo han visitado o no tienen intención de hacerlo tampoco salen mucho mejor paradas ya que lo único que se ahorran son los 13 euros de la entrada que no la pagan, pudiendo ser el precio de dicha entrada algo mayor o menor, pues Las tarifas del Museo son variables en función de la exposiciones.

 

El Museo vive de los presupuestos del Gobierno Vasco. Convenio a 20 años. Todo sea por la cultura. Tenemos dinero para este tipo de cultura, mientras la cultura más cercana languidece sin presupuestos.

 

Es sencillo ir a favor de la corriente, pero de vez en cuando no está mal mirar desde la orilla y plantear una cultura más cercana al pueblo, especialmente en este pueblo que tiene tantos valores a conservar y cultivar.

Me gustaría que nos planteásemos cuántas ideas, cuántos proyectos se podrían llevar a cabo, con el dinero que damos para este museo.

Gerardo Luzuriaga

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