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09/10/2008

Historias de un pueblo cualquira (4)

La cosa va en serio

Uno de esos días el altercado subió de tono. A lo tonto se suscitó una discusión que había surgido de una simpleza que no tiene ni sentido el comentarla. El caso fue que cuatro mozos se enzarzaron en una discusión sin fin. Fue tal el jaleo que llegaron a las manos, y a uno de ellos lo tuvo que atender el practicante de Mirafuentes de un corte bastante superficial que le dio su contrincante en el antebrazo. El asunto no llegó a más. Todo se quedó en mucho jaleo y pocas nueces.

El agredido, hombre bastante apocado y menudo hizo una apuesta de las 500 pesetas de la época entre seis mozos  a que haría huir al fanfarrón del pueblo sin arma alguna.

Al fin de semana siguiente, cuando ya nadie se acordaba del tema, el mozo que había sido lastimado en el brazo se dirigió serio y encolerizado hacia el compañero del atacante, ya he acabado con fulano, ahora he venido a por tí. La taberna estaba repleta de mozos, todo el mundo enmudeció, todos miraron hacía la puerta de salida. Pero por allí está claro que no huyó, parece ser que se abrió paso entre los mozos y escapó saltando por el balcón de la cocina, pues no se le vió en toda la tarde ni por el bar, ni por el pueblo.

Según dicen compensó con creces las leves lesiones y le dió para comprar una yugada con la que pudo tener algo para la dote, que apoyó sin duda a encontrar esposa.

G. L.

08/10/2008

internet en la zona

Me he quedado sorprendido al ver que entre los enlaces de la página web de Mendaza, Acedo, Asarta y Ubago no aparecen ni la de Berrotza, ni la de Nazar1, ni la de Ahuntzegi-Cabredo, ni ninguna otra que verdaderamente cuente las cosas cotidianas de los pueblos. Es una pena que se gaste tanto dinero oficial de todos los navarros para que puedan funcionar estas webs oficiales y que no tengan en cuenta para nada aquellas que no reciben ni un solo duro. QUE CONSTE QUE NO ESTAMOS REIVINDICANDO SUBVENCION ALGUNA. No nos hace falta para seguir a pie del cañón dia a dia. Dando fuerte a los temas que se nos ocurren. Pero es triste que las oficiales, las que cuentan lo que ya todos sabemos no tengan ni la delicadeza de ponernos entre sus enlaces.

Nafarroako hiritarren diruekin erraza da proiektu berriak aurrera eramatea, baina jakin nahi nuke zenbat sartzen diren bere edukian kontsultatzeko. Beno esandakoa. Gu gurera.

Ebaristo

06/10/2008

Historias de un pueblo cualquiera (3)

"Sin chaucha"

Era costumbre que la víspera de la Purísima los mozos hiciesen la ronda por las bedegas del pueblo. Se trataba de un día grande y también eran grandes las hombradas, por no decir burradas, que se llevaban a cabo en tal día año tras año. Alguno de los disparates se pueden contar, otros tan reales como estos debido a gravedad, trascendencia o mal gusto he creido conveniente que queden recogidos en la historia oral. De las cuales ya muchas han pasado a mejor vida junto con sus protagonistas. Un día cuando ya llevaban visitadas unas cuantas bodegas, alguno de los mozos metió un zarrapo en la jarra de vino recién sacado de la cuba y acabó en la boca de uno de los mozos. Con el consiguiente cabreo y disputa que duró durante tres días y tres noches. Todo el pueblo anduvo inquieto y hasta tuvo que tomar parte la guardia civil. O aquel otro día en que unos cuantos mozos entraron a unos cuanto galleneros y robaron 12 gallinas, cuatro patos y seis conejos que fueron asados junto a la fuente de la teja en Estemblo, para no sembrar sospechas en el pueblo, ni ser sorprendidos por alguno de los dueños, que sin duda de haberlos sorprendido robando hubiesen sido capaces de sacar las escopetas. Otro año fueron los pueblos de Otiñano y Asarta los que tuvieron que soportar la merma de sus gallineros. Eran tiempos en que los raposos de dos  patas hacían tanto o más daño que los de cuatro.

G. L.

02/10/2008

Historias de un pueblo cualquiera (2)

"No tener ni una chucha"

Antes como ahora, por lo menos en mi pueblo, los perros no se ataban con longanizas, sino que había que arreglarselas para poder tener en el bolsillo alguna que otra ochena para poder gastarlas en vino, coñac, anís o aguardiente, únicas bebidas conocidas.

Y como es lógico no siempre se tenían esos reales necesarios para alternar o poder pagar alguna deuda contraida en las encendidas discusiones de taberna, por lo que era preciso ingenuar a cualquier artimaña, afín de conseguir los cuatro cuartos necesarios para poder pasar el domingo. Único día en que se gastaba y se bebía. Tengo oído que era bastante habitual robar o intentar robar trigo en las propias casas. Treta bastante usada hasta que un día un mozo tiró un saco de trigo por la ventana y al llegar al suelo se reventó esparciéndose  los granos por la calle embarrada.

G. L.

01/10/2008

Historias de un pueblo cualquiera (1)

Echar la cuenta


Según parece en una época no muy lejana, pero que yo no he conocido, a la taberna del pueblo no acudían más que los solteros, es decir los mozos del pueblo. Lo que es evidente porque eso si que lo he conocido es que a las mozas y a las mujeres les estaba vetada su entrada. Y por lo que he podido entender eran muy pocos los hombres casados que frecuentaban la taberna.

En el pueblo existía la costumbre de acudir todos los mozos después de la misa del domingo, o de haber echado las partidas a la calva, a la taberna en grupo. El caso es que los mozos se pasaban bebiendo y fanfarroneando hasta que llegaba la hora de marchar para casa, que era el momento de "echar la cuenta", que no era otra cosa que dividir los gastos de todo el vino que se habían pimplado entre todos. Que según cuentan eran litros y litros de vino.
G. L.