19/02/2008
Euskal Herria (II)
La identidad vasca de Navarra nunca ha sido cuestión de discusión, nadie lo ha puesto en duda hasta ahora. En el mismo Estatuto de Autonomía se afirma que Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, así como Navarra tienen derecho a formar parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Por lo que la vasquidad de Navarra es admitida oficialmente no sólo por los vascos, y por los partidos políticos vascos, sino también por el Estado español.
Se admitió una sola comunidad para todos los territorios vascos peninsulares con la condición de que no se constituyese en ese momento. Cláusula que en realidad invalidaba la existencia de la Comunidad vasca e hipotecaba su constitución en el futuro. Ya que los que admitieron que Navarra pudiese formar parte de esta comunidad fueron conscientes de que una vez separados los territorios, con poderes políticos y administrativos independientes, cada Comunidad Autónoma tomaría de manera inconsciente o voluntariamente caminos y políticas diferentes. Y así sucedió, recorrieron caminos paralelos. Surgieron símbolos, banderas, nombres distintos que en vez de unir los territorios vascos los separó[2].
Esta idea de que Navarra no es vasca, se comienza a exponer y divulgar sin mucho convencimiento; pero debido a la buena acogida que reciben estas ocurrencias en el Estado español, la escasa oposición que encuentra en algunos vascos, y la propaganda que tienen estas noticias en artículos periodísticos y tertulias hace que a fuerza de repetirlas hagan mella en la sociedad; hasta el punto de que se identifique lo vasco únicamente con la Comunidad Autónoma del País Vasco[3].
La voz “vasco/vasca” (euskal) no es exclusiva de la Comunidad Autónoma de Euskadi. Existen dos Comunidades Autónomas vascas, dos Gobiernos Vascos, dos Parlamentos Vascos, dos presidentes vascos. Y tan presidente vasco es Miguel Sanz, como Juan José Ibarretxe…
¿Qué nos parecería que la Comunidad Autónoma de la Rioja , se denominase oficialmente Comunidad Autónoma española? ¿Y por eso al resto de Comunidades del Estado no se le considere españolas?
¿Alguien entendería que el presidente de la Comunidad Autónoma andaluza apareciese en todos los lugares como presidente de la Comunidad Autónoma española?
Veamos la misma idea expuesta de otra manera, a nadie se le ocurre pensar que los andaluces de la Comunidad Autónoma de Andalucía o los manchegos de la Comunidad Autónoma de Castilla – La Mancha o los riojanos de la Comunidad Autónoma de La Rioja no son españoles porque en el nombre de sus respectivas Comunidades Autónomas no aparece el calificativo de español. Faltaría más, todos sabemos que se trata de Comunidades Autónomas españolas.
Todavía estamos a tiempo de resolver este entuerto, es necesario reivindicar la identidad vasca para todos los habitantes de Euskal Herria, hayan nacido o vivan en Euskadi, Iparralde o Navarra.
5. Vasconia.
Ya los romanos llamaron al territorio navarro Vasconia, desde sus origenes Vasconia hace referencia al territorio vasco, por lo que se le puede considerar sinónimo de Euskal Herria. A decir verdad el uso de Vasconia ha caido en desuso y ha perdido toda su actualidad. Sin embargo, no podemos perder de vista que ha sido la denominación histórica más antigua para nombrar a los territorios vascos, hasta que fue sustituido por el Euzkadi de Sabino Arana.
Los vascones crearon un estado, que por lo menos perduró entre los siglos IX y XVI, este estado representó la unidad de los territorios vascos, cuyo núcleo fue Navarra, y especialmente Pamplona[4].
6. Navarra
Navarra fue durante una época el Estado vasco, lo que internacionalmente tiene una gran importancia, ya que históricamente existió un estado vasco, lo cual puede ser relevante a la hora de lograr de nuevo la puesta en marcha de un nuevo estado. Fue una institución independiente y soberana. En Navarra todavía están latentes una sería de cualidades, que hacen que sea una región especial, se mantiene la conciencia de haber sido un estado soberano, el cual fue conquistado y aniquilado, todavía permanece en la memoria histórica el reino que fue en su día[5].
A pesar de todas las ventajas que puede tener el nombre de Navarra, lo descarto[6] por la misma razón que he desechado el nombre de Euskadi.
No dejan de ser curiosos los argumentos empleados para desligar a Navarra de la identidad vasca. Se ha utilizado el eslogan de que Navarra es Navarra, con el fin de contraponer a navarros y vascos, de separar a Navarra y Euskadi. Se quiere dar a entender que Navarra por ser Navarra ya no puede ser vasca. Navarra es Navarra como Soria es Soria, como Cáceres es Cáceres, Alicante es Alicante, Ciudad Real es Cuidad Real, Zaragoza es Zaragoza, y Cádiz es Cádiz. Pero a pesar de ser todas ellas provincias con identidad propia, forman parte de unas Comunidades Autónomas determinadas y pertenecen al estado español. Sin embargo, con Navarra no se sigue la misma regla, sino que guiados por intereses políticos se ha publicado reiteradamente que Navarra es Navarra y solamente Navarra, y que por ello no puede tener relación alguna con los temas vascos[7].
¿Cómo se entiende si no que siga perdurando un porcentaje considerable de población Navarra que sigue conservando el habla vasca de sus antepasados como primera lengua por delante del castellano?
¿Cómo se explican la gran cantidad de apellidos etimológicamente vascos?
¿Cómo se entiende, que para los cuerpos de seguridad, para los departamentos de interior no exista diferencia alguna entre Euskadi y Navarra?
¿Cómo se entiende que los mandos policiales que viven en Navarra y Euskadi tomen precauciones especiales, que no guardan los compañeros que viven en territorios limítrofes de La Rioja , Santander, Soria, Huesca o Zaragoza?
¿Cómo se entiende que cuando ilegalizan partidos políticos en Euskadi, cuando el Estado toma unas medidas de excepción también lo hagan en Navarra?
7. Euskal Herria
Ya hemos analizado con bastante extensión el uso del término “vasco/vasca”[8] estos últimos años. Y hemos visto como la mayoría de las veces se ha empleado para identificar a las instituciones y proyectos ubicadas o llevados a cabo en la Comunidad Autónoma de Euskadi, excluyendo los territorios de Navarra e Iparralde. Igualmente ya he hecho referencia anteriormente, como algunas veces, se ha intentado utilizar políticamente este termino “vasco/vasca”, de manera que se pudiesen incluir Navarra e Iparralde, con lo que se pediesen llevar a cabo proyectos comunes para el todo el territorio vasco.
Las instituciones culturales creadas desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX, y los proyectos culturales desarrollados contemplan todo el País Vasco. No han sido excepción Euskaltzaindia, Eusko Ikaskuntza, Eusko Bibliographia, las Asociaciones y Colegios Oficiales Vasco-navarros, el Tren Vasco-navarro[9]… sino que fue lo normal durante este período, en que las administraciones vascas participaban tanto en su mantenimiento económico como en la elaboración de sus estatutos.
La realidad es que en la mayor parte de las veces la inclusión del término “vasco/vasca” no ha tenido consecuencia alguna, ya que los territorios donde se pueden aplicar los proyectos, las iniciativas no lo determina la terminología sino la competencia legal que tengan los organismos que legislan dichas actividades[10].
Estos hechos nos han demostrado que no ha existido inconveniente alguno en emplear una terminología ambigua y confusa, es decir, no se ha visto inoportuno aprobar leyes donde se cita las palabras “vasco/vasca”, siempre que no obligasen a cumplirse, ya que no presentan un desarrollo claro en su articulado.
8. Conclusión
He dedicado estas páginas a reivindicar la denominación Euskal Herria para este territorio, país, nación o estado naciente, con el objetivo de que se generalice y se oficialice su uso, pues sabido es que lo que no tiene nombre no existe. Ha llegado el momento de no solo exigirla, sino de trabajar por su consecución, con la que poder mantener la identidad propia y ser sujetos en los foros oficiales internacionales, y para ello es necesario contar con una nación y un estado propio[11].
Aunque el concepto de Euskal Herria nació con un sentido cultural, que hacía referencia a la forma en que los euskadunes denominaban a los territorios en los que se habla vasco a partir del siglo XVI; hoy, Euskal Herria es el territorio formado por las organizaciones políticas y administrativas de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya que completan la Comunidad Autónoma de Euskadi, Navarra que es una Comunidad Autónoma y la Baja Navarra , Lapurdi y Zuberoa.
El nombre Euskal Herria nos parece el más idóneo; en primer lugar porque Euskal Herria aparece documentada ya desde el siglo XVI, en un texto manuscrito de Joan Perez de Lazarraga lo encontramos escrito (eusquel erria) hasta tres veces; Joannes de Leizarraga lo empleo (Heuscal herrian) en la traducción del Nuevo Testamento publicado en 1571, el escritor Axular lo utiliza también (euscal herrian)en la obra Gero, publicada en 1643; y en segundo lugar porque Euskaltzaindia ha elaborado un informe donde reitera la idoneidad de la denominación Euskal Herria, nombre que pertenece a todos y que en modo alguno debe tomarse en sentido partidista, como lamentablemente ha sucedido y sucede. Todo ello sin perjuicio, claro está de los nombres de cada uno de los territorios, ni de las denominaciones político-administrativas; y en tercer lugar y principal porque es el nombre habitual con el que se le denomina generalmente.
No existimos como país, ni Euskal Herria, ni Navarra, ni Euskadi existen como nación, ni como estado. Nos encontramos en el momento apropiado para reclamarlo. Debemos aprovechar que los pueblos, y estados de la Unión Europea están inmersos en un proceso de cambios profundos. La dificultad para crear una comunidad es grande, son muchas las trabas que se deben superar. Es más no todos los vascos están a favor de crear una comunidad propia. Euskal Herria debe ser reconocida como nación, ya que existe una mayoría social que lo exige. Se percibe un deseo por parte de la sociedad vascas de articular un ámbito de relación entre vascos que supere las entidades jurídico-administrativas actuales.
[1] Luzuriaga, Gerardo: Euskal Herria da gakoa. Egunkaria. (2003-01-31)
[2] Se extiende la idea de que los navarros no tenemos nada que ver con el País Vasco. Se divulga la idea de que al no pertenecer a la Comunidad Autónoma del País Vasco no tenemos nada que ver con lo vasco. Se parte de la realidad, de que los navarros no pertenecemos en estos momentos a la Comunidad Autónoma del País Vasco, para despojarnos de la identidad vasca. No hay mayor ciego que el que no quiere ver, y por más razones lingüísticas, históricas, sociales que argumentemos, para algunos ya han encontrado la excusa que estaban buscando.
Si no fuese por la escasa actualidad podría ser la denominación apropiada, varios historiadores contemporáneos lo siguen usando en los títulos de sus publicaciones.
[5] Un ejemplo de ello ha sido el cambio provisional para unos años del nombre del campo de fútbol de Osasuna. Aparte de la explicación económica, existe otra razón ideológica, que es la que hace entendible que la sociedad navarra haya aceptado –aunque haya sido a regañadientes- el cambio de nombre del Sadar por el de Reyno de Navarra, y no es otra más que qué todavía sigue en la memoria de los navarros la invasión de 1512, año en que se aniquiló al Reino de Navarra.
[6] Aunque como navarro que soy no me siento ni seguro, ni a gusto una vez descartado el nombre de Navarra para la nación vasca.
[7] Obvio los argumentos culturales, sociales, lingüísticos, económicos expuestos en otros artículos por mí, y tambien por numerosos historiadores de todas las épocas e ideologias, como pueden ser Alesón, Altadil, Boissonade, Campion, Esarte, Sorauren… Eran tiempos donde los dirigentes derechistas como el Conde Rodezno, Esparza o Pradera defendían la pertenencia de Navarra a la Comunidad Vasca.
[8] Lo dicho sobre
la voz vasco/vasca se deben aplicar igualmente a la palabra eusko/euskal en euskera.
[9] El año 1878 se funda la Asociación Euskara su objetivo fue luchar conta la desmembración territorial vasca, el lema de la asociación fue el zazpiak bat, publicaron la revista Euskara. En 1927 nace en Donostia la Asociación Euskaltzale.
De hecho muchas de las enmiendas presentadas al proyecto de ley se realizaron con esa intención. Se propuso que la ley fuese la ley de bibliotecas de Euskal Herria, e igualmente se presentó un articulado acorde con la filosofía común vasca. Se argumentó que al existir una misma lengua común, se debían crear instrumentos de trabajo comunes, como en realidad ocurre con el resto de países y comunidades autónomas de lengua común. De hecho tanto Euskadi como Navarra coopera y colabora oficialmente con el resto de instituciones bibliotecarias nacionales y de las Comunidades Autónomas en la elaboración de reglas de catalogación, clasificaciones, tesauros, listas de materias, diccionarios...
La citada ley de bibliotecas estuvo a punto de aprobarse en el Parlamento con el título de ley de Bibliotecas de Euskal Herria, en la que la cabecera del sistema de bibliotecas sería la Biblioteca Nacional de Euskal Herria, con un articulado en el que no existían dudas la circunscripción territorial a la que se refería. La propuesta se adaptaba a nuestro país, siempre respetando al máximo la legislación vigente y sin invadir competencia alguna de las Comunidades Autónomas de Navarra y de Euskadi o las competencias legalmente adjudicadas a la administración francesa. Se respetaba escrupulosamente la legislación vigente.
La comisión del Parlamento de Cultura y Educación estudió las enmiendas, y tras aceptar muchas de las enmiendas presentadas presentó un dictamen progresista y renovador al Pleno del Parlamento. Incomprensiblemente el Pleno aprobó las enmiendas presentadas a última hora por el grupo socialista, con lo que cambió por completo la ley ciñéndose de nuevo a la Comunidad Autónoma de Euskadi.
Nikolas, Zelai: Nazio aniztasuna Europan: bizikidetzarako baldintzak eta tresna demokratikoak. Jakin 163. Pp.: 103-139
Gerardo Luzuriaga
22:05 | Permalink | Comentarios (1)
Comentarios
¿Y por qué si los navarros no son vascos llenan el estadio de osasuna de Ikurriñas?, preguntaba mi cuñada irlandesa mientras transmitían por TV un partido contra el Madrid. Por un momento el silencio se adueñó de la casa donde estábamos reunidos en Madrid y no fue precisamente por la tensión del partido. Fue por la tensa y directa pregunta. NO quedaba más remedio que hacer la "gracia" ante la imposibilidad de negar la evidencia. "...Son primos hermanos" se respondió por alguien. Y se siguió viendo el partido. ¿Por qué existe esa auténtica obsesión en negar la vasquidad de aquellos que residen en otros territorios (ahora comunidades) fuera del País Vasco (en su concepto autonómico)?. ¿Qué es lo que molesta en "Madrid"?. Es solo una duda. Otro caso; mi médico de cabecera tiene apellido vasco-vasco y para la mitad de los mortales en Madrid resulta casi impronunciable (les resulta más fácil leer un apellido ruso, árabe o inca...). Pues bien, cuando la gente da por hecha su procedencia vasca y después descubren su procedencia navarra, les asalta un histérico estadio de confusión: ¿Cómo es posible que una navarra tenga ese nombre y apellido?. La solución que adoptan es fácil; no es vasca, es navarra. De aquí a nada, empezaremos a escuchar, y si no al tiempo, que la mencionada doctora no tiene nombre vasco ni habla euskera, sino que es navarra y habla en navarro (¡!), como ha ocurrido en cataluña y Valencia, con las diferencias necesarias, claro está. Todo esto significa que el trabajo de las fuerzas políticas estatales ha dado su fruto, conscientes de la inicial "concesión" hecha en la Disposición Transitoria de la Constitución, reconocedora de la misma identidad entre los dos territorios en España, hoy tan molesta, y que en poco espacio de tiempo tenderá a derogarse, como ya han propuesto algunos políticos. Se ha educado a la gente. Se ha convencido a la gente del resto del estado e incluso de un sector importante de Navarra. Las nuevas generaciones del estado, como he constatado, desconocen incluso que se hable más Euskara en Navarra que en Euskadi; Pero es lógico. El simple hecho de dar el tiempo en cualquier cadena de TV, supone la diferenciación entre las dos comundades autónomas, hasta el extremo que navarra siempre aperece junto con aragón, rioja y castilla por una lado, y P Vasco con cantabria y asturias, por poner un ejemplo. Aunque si os soy sincero me cuesta creer que sea voluntaria tal extrema diferenciación para una cuestión tan nimia. Igual son manías, pero lo cierto es que muy pocas veces lo he visto. Sin entrar a valorar las precisiones históricas y etimológicas de Luzuriaga, de todo punto correctas y científicas, únicamente añadir que, por el contario, el ciudadano francés no tiene ninguna duda de la vasquidad de "sus navarros", territorio vasco en Francia, como del resto de las demarcaciones vascófonas. Es curioso que en "Madrid" solo "desconozcan" la vasquidad de Navarra cuando por el contrario conocen, por poner un ejemplo, la realidad Kurda en Irak y en Turquía... Pero todo lo solucionan con un "no tiene nada que ver". Siempre es la misma y tan socorrida respuesta (igual que cuando sale tema irlanda, Kosovo, Quebec... nada tiene que ver con los vascos...¡ni con los irlandeses, qué leche!. Tampoco ¡y esto si que resulta grotesco! niegan la vasquidad de los territorios vasco- franceses, comprando recuerdos de vasquitos y otros recuerdos turísticos. Pero el paréntesis navarro-español es otra cosa, "es diferente", y siempre está presente de la manera y forma planeada desde hace treinta años por los poderes públicos, como si el pueblo hubiera sido maleado y moldeado con el resultado que ya conocemos. Resulta increíble pero cierto como se ha podido adormecer el sentimiento histórico de un pueblo, el vasco, o mejor dicho el euskaldun*, precisamente el último que Castilla anexionó por la fuerza, heredero del Reyno primero y más fuerte de la penínsila. El resultado ahí está. Habrá que estar expectanete a la evolución o el cambio.
*El término "vasco" es la adaptación que los romanos hacen de la manera de autodenominarse los pobladores de la zona navarra, como "Eusko" o "Eusakaldun", de la misma manera que los españoles acuñan el término autóctono "Mexico", "INca" o "azteca", o los sajones el término "Dakota" o los Belgas "Congo", por poner un ejemplo. El colonizador, siempre y salvo supesto excepcionales, no inventa nombres ni bautiza o rebautiza pueblos; únicamente transcribe lo que fonéticamente le resulta más fácil.
Anotado por: jokin | 26/02/2008
Los comentarios son cerrados