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18/02/2008

EUSKAL HERRIA

Introducción

En el año 2004 publiqué un artículo  en la Revista Internacional de los Estudios Vascos (RIEV), donde señalé  los territorios que comprenden Euskadi, Euskal Herria e Iparralde[1]. 

Euskadi, la definí como la Comunidad Autónoma constituida por Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. 

Euskal Herria, sinónimo de País Vasco,   integrada por Álava, Baja Navarra, Guipúzcoa, Lapurdi, Alta Navarra, Vizcaya y Zuberoa.

Iparralde[2], formada por   la Baja Navarra , Lapurdi y Zuberoa.

Soy consciente de la escasa originalidad de esta formulación. En primer lugar porque ya anteriormente ha sido  planteada esta terminología de las circunscripciones vascas; y en segundo lugar porque este enfoque tiene su origen en el desarrollo histórico de los siglos anteriores, por lo que tampoco tiene nada de innovador o novedoso.

Entonces, ¿A qué viene repetirlo de nuevo en estos momentos si adolece de originalidad? Se debe, a que he constatado que existe una cierta ambigüedad, una cierta confusión entre lo que representa Euskal Herria y Euskadi[3], como ha quedado patente con el tema de la selección de fútbol de Euskal Herria estas Navidades.

Somos testigos qué según en que  momentos,  según el contexto, según quién lo exprese y especialmente según quién reciba el mensaje Euskadi y Euskal Herria hacen referencia al mismo territorio. Y no sólo la confusión existe con estos dos nombres, si no que el asunto se complica con el maremagno de nombres que existen para denominar a un mismo territorio: Vasconia, Navarra, País Vasco, Euskal Herria, País Vasco-Navarro, Euskadi… ¿Quién da más? Cualquiera, pero no es cuestión de liar más el asunto. Por el contrario, es el momento de denominar a cada región, territorio, comunidad por su nombre, y que todos sepamos cuales son las regiones que corresponden a cada demarcación.

  La finalidad de este artículo no es otra que:

1. Reflexionar  sobre el nombre  del territorio vasco, con la intención de que sea el punto de partida hacia un proyecto soberanista para el pueblo vasco.

2. Reivindicar el término Euskal Herria (País Vasco) como denominación común para todos los territorios vascos.

3. Descartar los términos Euskadi, Vasconia, Navarra como denominaciones comunes para los territorios vascos.

4. Desechar el término País Vasco como sinónimo de Euskadi.

5. Utilizar el término País Vasco como sinónimo de Euskal Herria.

6. Relacionar a la voz vasco/vasca con el territorio vasco.

7. Prescindir de la voz vasco/vasca como propia y exclusiva de Euskadi.

Euskadi

Excepto Euskadi, el resto de las denominaciones (Vasconia, Navarra, País Vasco, Euskal Herria, País Vasco-Navarro, Euskadi…)   todas podrían ser válidas para denominar a todo el territorio vasco.  Euskadi[4], hoy día, es el único término que no es apropiado para denominar al territorio vasco, ya que la mayoría de las veces Euskadi representa a la Comunidad Autónoma que comprende las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Pero, sin embargo, también algunas veces, cada vez menos, Euskadi hace referencia a toda la comunidad vasca, es decir se emplea como sinónimo de País Vasco, Euskal Herria, o Vasconia… con lo que la confusión está garantizada.  

De manera que cuando oímos que “en estos últimos años han disminuido los días de lluvia en Euskadi”, no sabemos si sólo hace referencia a la Comunidad Autónoma o se refiere también al resto del País Vasco. A pesar de que poco a poco Euskadi representa solamente a la Comunidad Autónoma   formada por las tres provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.

Es por tanto un error utilizar Euskadi para denominar a los seis-siete[5] territorios vascos. Sin embargo, la palabra Euskadi ha sido el término que ha representado a la sociedad vasca desde finales del siglo XIX[6]. Durante muchos años ha sido sinónimo de patria vasca. Ha sido el nombre con el que se ha conocido a la comunidad vasca, y no sólo entre nosotros, sino también fuera y dentro de Euskal Herria. Durante todo este periodo, desde el siglo XIX cuando fue creado por Sabino Arana hasta no hace muchos años ha sido el término con que se ha conocido a nuestra nación, y con el que se nos ha identificado fuera de nuestras fronteras. Especialmente en el período en que las estructuras franquistas se desmoronaban y la presión popular trazaba un camino común. Fue Euskadi el nombre que aglutinó a todo el territorio vasco, especialmente al territorio peninsular.  

 Esta es la razón principal por la que todavía hoy existe un gran rechazo a abandonar el término Euskadi. Y es por ello que muchos no se hayan planteado renunciar al nombre de Euskadi, aunque este término no nos lleva mas que a las incoherencias terminológicas citadas, especialmente cuando no existe una nación, ni un estado que pueda desarrollar las facultades que le corresponderían a cualquier país.

Hoy, sin embargo, no es acertado seguir usando la voz  Euskadi para todo el territorio vasco. Los avatares políticos han dado al traste con el término Euskadi y han hecho inviable su legitimación desde el mismo momento que jurídicamente, políticamente y administrativamente hace referencia sólo a una Comunidad Autónoma vasca, y excluye al resto del territorio vasco, con lo que ha perdido su valor original para equipararse exclusivamente a la Comunidad Autónoma de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.

La sociedad vasca tras la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía de Euskadi[7] queda dividida en dos entidades, en dos Comunidades Autónomas y tres administraciones completamente distintas e independientes. Administraciones en pleno desarrollo, que legislan y gobiernan de acuerdo a las normas que van generando. Lo que hace que el nombre de Euskadi pierda el sentido original para el que se creó, y vaya tomando el sentido actual para denominar a la Comunidad Autónoma.

Analizados los artículos primero y segundo del citado Estatuto de Autonomía se comprende fácilmente la razón por la que algunos vascos se empeñan en no renunciar al empleo del término Euskadi: “el Pueblo Vasco o Euskal-Herria, como expresión de  su nacionalidad, y para acceder a su autogobierno, se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado Español bajo la denominación de Euskadi o País Vasco, de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica”. El artículo segundo señala que “Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, así como Navarra tiene derecho a formar parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

El nombre de Euskadi caló en la sociedad, especialmente durante los primeros años de la transición se tuvo la esperanza de llegar a instituir una única comunidad vasca, y fue Euskadi el nombre que se acuñó para todo el territorio vasco. La verdad es que esta ilusión duró muy poco, y se esfumó con las primeras iniciativas.

2. País Vasco

País Vasco[8] es sinónimo de Euskal Herria, y no de Euskadi. La voz “País Vasco” define todo el territorio vasco, y no es válida para denominar a la Comunidad Autónoma de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.

Ya hemos visto anteriormente los problemas que presenta el empleo del vocablo Euskadi, los mismos problemas presenta el término “País Vasco” pero aumentados. Es imposible saber cuando nos referimos a una parte del País Vasco ( la Comunidad Autónoma del País Vasco) o al País Vasco en general. Por ejemplo si comentamos  “que el crecimiento económico del País Vasco en estos cinco últimos años ha sido espectacular”, no hay fomra de conocer la demarcación geográfica de tal afirmación.

Es curioso que en este cso también sea el propio Estatuto de Autonomía de Euskadi el que da pie a esta confusión, ya que el nombre oficial es el de Comunidad Autónoma del País Vasco, con lo que desde su puesta en vigor existen dos Países Vascos, uno el de siempre, el formado por las seis territorios vascos, y otro que surge desde la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía. Con lo que el caos terminológico está garantizado.

A partir de la transición la Comunidad Autónoma formada por las tres provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se denomina erróneamente País Vasco[9], con lo que no existe posibilidad de saber con seguridad la circunscripción a la que nos referimos. Si oímos que “el Instituto de Estadística Vasco (EUSTAT) ha publicado las estadísticas sobre bibliotecas del País Vasco”, es casi con toda la seguridad que no ha publicado más que las estadísticas que hacen referencia a las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Ya que el EUSTAT no tiene jurisdicción más que en esos territorios, aunque bien podría haber realizado un estudio de todos los territorios vascos, y publicarlo. El lío está servido.

Está claro que la voz “País Vasco” no se puede emplear más que cuando nos referimos a los seis territorios vascos, y no para denominar a la Comunidad Autónoma de Euskadi.

3. Vasco / Vasca

Es una característica y propiedad inherente de todos los territorios vascos, por lo que emplearlo para una parte del País Vasco, excluyendo al resto no tiene sentido alguno[10]. No repetiré lo comentado anteriormente, pero si quiero resaltar lo inadecuado de los nombres oficiales que se han dado a la mayoría de las instituciones de la Comunidad Autónoma de Euskadi: Comunidad Autónoma del País Vasco, Gobierno Vasco, Parlamento Vasco, Universidad del País Vasco…

A pesar de que Navarra es el origen del País Vasco, por lo que de corresponderle a alguna Comunidad portar el adjetivo de vasca esta debería ser la Comunidad Autónoma Navarra, debido a que la Comunidad Autónoma del Euskadi se le denomina del País Vasco da pie a que para algunos sea la única comunidad vasca.

¿Acaso alguno entendería que hubiese una Comunidad Autónoma española con el nombre oficial de Comunidad Autónoma de España?

Igualmente somos conscientes de porqué se les atribuyeron a esas instituciones esos nombres con el calificativo de vasco. En su día tuvo su lógica; pero sin duda ha llegado el momento de replantearse la terminología empleada.

Las estructuras administrativas, políticas y jurídicas surgidas en el período de la transición en la Comunidad Autónoma de Euskadi denominan a la mayoría de sus instituciones con el nombre de vasco o del País Vasco. En primer lugar,  porque no podía ser de otra manera, era la única denominación que la sociedad estaba dispuesta a admitir, y en segundo lugar porque los responsables políticos, responsables científicos de las instituciones recién fundadas vieron las ventajas que conllevaba el uso de esa terminología

Los responsables políticos desde un principio fueron conscientes de que estas instituciones, estos proyectos que en el nombre oficial llevaban las palabras “vasco/vasca” - euskal en euskera-, nunca serían instituciones para todo el País Vasco, sino que solamente estaban pensados para Euskadi. De hecho nunca, ni en sus orígenes estos proyectos pusieron en duda las fronteras administrativas, ni intentaron que fueran instituciones nacionales vascas. Sin embargo, la presión social y política del momento, la reivindicación popular sobrepasaba con creces las demandas de los partidos políticos, por lo que no tuvieron problema alguno en denominar oficialmente a estas instituciones con las locuciones “vasco/vasca”, aunque de sobra sabían que una vez fundadas se convertirían en  instituciones para la Comunidad Autónoma recientemente creada y que no se desarrollarían en el resto del territorio vasco.

Era impensable, por ejemplo, que en este momento se fundase una Universidad Pública que dejase fuera a Navarra, y fuese tan solo para la Comunidad de Euskadi. Eran momentos en que desde Navarra, especialmente desde Pamplona se exigía por lo menos con la misma fuerza que en el resto del territorio vasco la creación de una universidad vasca para todos los vascos. Fueron muchos navarros lo que emplearon su energía luchando para que se fundase la Universidad del País Vasco. En estos años era impensable que oficialmente se denominase Universidad de Euskadi, que por desgracia es lo que fue desde el primer momento, y en lo que se ha convertido con el beneplácito y la colaboración de partidos políticos y responsables científicos. En aquellas circunstancias era más fácil denominar a la nueva institución Universidad del País Vasco, aunque los responsables políticos ya sabían que se convertiría en Universidad de Euskadi, ya que de hecho no dieron ni un solo paso para que así no fuese.

Son momentos en que los movimientos sociales demandan unas instituciones comunes para todo el territorio vasco peninsular, la sociedad vasca no esta preparada para admitir dicha división entre Navarra y la Comunidad Autónoma de Euskadi. Pero a medida que se van desarrollando las nuevas estructuras administrativas los criterios culturales, lingüísticos, sociales[11] son sustituidos por criterios políticos que van poco a poco separando a las diversas comunidades vascas [12].

Numerosas iniciativas se han llevado a cabo con la intención de romper este aislamiento, se han elaborado propuestas comunes para toda la comunidad vasca[13].  Se han propuesto abundantes actividades comunes, aunque en la mayor parte de los casos ha sido en vano, ya que el margen de maniobra ha sido escaso, pues en la mayor parte de las veces a pesar de contar con la ventaja de contar con una voz común para todo el territorio que hace de unión, que no es otra que la voz “vasco/vasca”, es la legislación la que marca las pautas de actuación, y muy pocas veces se han podido superar las fronteras legislativas[14].

El día ha día ha tenido una gran influencia, y si por lo menos en un 95%  de los casos en  que aparecen citadas las palabras “vasco/vasca” por ley[15] sólo representa a la Comunidad de Euskadi, es comprensible que con el paso de los años se relaciones solamente con Euskadi.

Ebaristo Lakalle Etxeberria

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