23/07/2012
Fiestas del Valle (IV)
El éxodo de familias enteras, casas que se cerraron vino unido a la concentración parcelaria. Esta concentración parcelaria hizo que desapareciesen las pequeñas piezas y se repartió el terreno de otra manera, si uno tenía 40 rabadas en pequeños trozos se lo dieron en dos piezas, a los que tenían 200 robadas también se lo dieron en otras dos piezas, a los que tenían 500 robadas se lo dieron en cinco o seis piezas, con lo que se acabó con los pequeños terrenos y se crearon fincas apropiadas para los aparejos agrícolas que estaban llegando. Tractores y cosechadoras. El paisaje adoptó el aspecto que tiene hoy día.
He aquí una bilbaina con ascendientes nazarenos. Leona, fue su abuela. A su lado, su marido, José Mari, que aunque sea de Asarta, es ya nazareno. Seguramente, la niña es Sonia, aunque también podría ser Nerea, pero me inclino más por Sonia.
Estos días de cosecha nos damos cuenta le los verdaderos cambios que se han dado en el campo. Cambios que se han dado en todos los sentidos. Hasta el pueblo ha cambiado, siempre dentro de un orden, que nadie piense que el pueblo se ha convertido en una ciudad. No, sigue siendo un pueblo pequeño, pero se puede decir que en pocos años se ha evolucionado una barbaridad. Las casas han cambiado, las fachadas se han renovado. Las calles de piedras y barro se han encementado. Los espacios verdes, regajos, y lugares con matas, zarzas y ortigas han desaparecido. Las antiguas eras se han llenado de chalets.
Estas fotografías de Angel Mari Ortigosa, sacadas en 1986, nos hacen recordar otros tiempos. He aquí en primer lugar Joaquín, Pedro Mari, Marcelino, Santiago Toñín.
Pueblo en que no venía más que la Estellesa, un día por semana, los jueves, se ha llenado de coches. En verano casi no se encuentra sitio para aparcar. Las vacas, caballos, cabras, ovejas, cerdos y gallinas… han dado paso a los coches.
Esta fotografía os la dejo a vosotros para que la comentéis, pero sin pasaros. eh! ¿Qué pasa que no conocéis a ninguno de la procesión o qué?
Igualmente la hoz, la guadaña, el zadón , el brabán, la trilladora han dado paso a los grandes tractores, a las cosechadoras.
Gerardo Luzuriaga
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Fiestas del valle / Haraneko jaiak (V)
Pueblos, en que estudiar era excepción, el médico y la maestra, fueron los únicos que tenían estudios en el pueblo. Creo que ahora tendrían unos 130 años, por lo que hace ya bastantes años que murieron y bastantes más que hicieron sus estudios.
La concentración parcelaria ya se había realizado, hacía años y años, pero aquí todavía se ven las mugas de algunas piezas.
Rufino, recientemente fallecido también estudio la carrera de maestro, pero este seguramente estudió debido a que de joven se quedó cojo, y al no poder realizar las labores del campo se fue a estudiar. Que yo sepa el médico y la maestra estos son las únicas excepciones de aquellas generaciones. El médico, don Antonio. Tercer hijo de una familia de campesinos acomodados, por lo que a él le correspondió salir del pueblo a estudiar. Sin duda, también tuvo un gran valor que alguien del pueblo estudiase medicina durante aquellos años. Sin duda fue la excepción. La maestra doña Resurre, esta sí que tuvo que ser una excepción, sería una de las primeras mujeres que salió a estudiar fuera del pueblo. Tuvo que ser todo un acontecimiento, primero para ella, una mujer de Nazar estudiando fuera. Seguramente rodeada de chicos. Muy excepción serían las mujeres que estudiaban en aquella época. También para todo el pueblo tuvo que ser algo extraño, que la maestra, una chica estudiada, fuera una chica que había nacido y que se había criado en el pueblo. La hija de fulano y fulana. Sin duda, no tuvo que ser nada fácil. La Resurre fue la maestra con la que yo estuve hasta los 9 años, hasta que se jubiló, y la verdad es que creo que había perdido toda la ilusión por la enseñanza. Lo cual creo que había ocurrido ya hacía ya bastantes años antes, ya que los mozos y mozas mayores que yo tampoco parece que aprovecharon mucho los años de estudios.
En esta fotografía todavía se ve un caballo atado, aunque no me acuerdo de quién podría ser.
Lo normal es que los que no se quedaban en el pueblo o se iban a la ciudad, se fuesen para curas o monjas. Una gran parte de los jóvenes de las generaciones anteriores a la mía y la mía estuvimos en conventos. Muchos mozos y mozas se quedaron en las congregaciones a las que acudieron.
El primero que rompió la costumbre fui yo, al realizar la carrera de filosofía en la Universidad de Valladolid. Luego se hizo bastante normal que las siguientes generaciones por lo menos algunos acabasen los estudios universitarios. Todavía recuerdo las palabras de Angelito, cuando alababa que Pilar, la hija de Gabino, hubiese acabado la carrera de maestra. Me lo repitió más de cinco veces, a pesar de no ser un hombre de mucha conversación. Hoy día, como es lógico, la mayoría de los jóvenes acaban la carrera en la Universidad. También en este campo se ha dado una gran evolución.
También el lenguaje ha evolucionado, ya casi en nada se parece aquel acento navarro al que hablan los jóvenes del pueblo. Aquellos treses, cuatros y ochos especiales, por ejemplo han dado lugar a unos treses, cuatros y ochos universalizados. El euskera que desapareció hace siglos, también entre los que han nacido y viven en Nazar se ha convertido en su lengua, aunque Nazar no pertenezca, por no pertenecer ni a la zona lingüística mixta.
Gerardo Luzuriaga
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