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27/06/2005

Pastores

 El valle de la Berrueza es y ha sido tierra de agricultores. La labranza es y ha sido la ocupación de sus habitantes. Eso no quiere decir, especialmente en otras épocas que todos vivían de la agricultura. Pues por un lado, había muchas familias que no tenían ni un solo termón de tierra, que tenían que vérselas y sacar a toda la familia adelante con las parcelas comunales.
De todas formas en otros tiempos había trabajo para todos, todo el mundo, de una forma u otra estaba ocupado. El que no era sacristán, era aguacil, molinero, carpintero, tendero, veterinario, herrero, escobero, carbonero... Todo lo necesario se producía en los pueblos.
Como es natural se acudía a Estella, al mercado, a intercambiar unos productos por otros, es curioso que hasta no hace mucho tiempo el dinero brillaba por su ausencia, y las transaciones eran lo que hacían que se puediesen comprar los pocos productos que se necesitaban.
En definitiva está claro que los pueblos no eran lo que son hoy, como bien he comentado antes aparte de los agricultores había muchos más oficios. Hoy voy a recordar a los pastores. Sin duda una de las profesiones peor pagadas. Bueno, la cosa es, que yo aunque no soy muy viejo he conocido en el pueblo tres rebaños, de vacas (José el cabornero), ovejas (Isidoro) y cabras (José Mari, el hijo del carbonero. En otro momento hablaremos de las costumbres, de su vida. Hoy sólo mencionaremos por encima el nombre de las personas que a lo largo de estos últimos años, cuarenta años o, se han dedicado a este oficio. Recuerdo una familia de muchísimos hijos, que fueron a la escuela con nosotros, familia, que si no estoy equivocado vino de la provincia de Soria. Estuvo en el pueblo unos cinco años. ¿Quién no recuerda a Isidoro, Raimundo y Primi, pastores que vinieron de los pueblos de Bearin, Otiñano y Ancín a pastar las ovejas del Paco de Asarta y del Cecilio de Mendaza? La familia del Epi, sus hijos Ángel y Gabino toda la vida dedicada al pastoreo. Recuerdo de primera a Fortunato y a Maria con su rebaño de ovejas propio, creo tener también el recuerdo de haber oído que Florencio y Pilar también compraron un rebaño. Todavía quedan en el monte del pueblo los corrales de Montoya y Morrás, o por lo menos los nombres.
Joarkide

 

23/06/2005

Artzainak - Pastores

Berrotza nekazarien harana izan da eta da. Lurrak ematen dituen produktuekin bizi ginelako eta garelako. Dena den, orain dela urte gutxi arte, harana nekazaria bazen ere, beste ogibide asko zeuden: artzainak, arotzak, dendariak, tabernariak, albaiteroak... Gustatuko litzaidake gizarte honi buruz idaztea, baina zorionez ez nintzen izan bizi garai horretan. Beraz, argi dadila, aurreko mendeko kontuetan beste batzuek eman beharko badute ere, nire asmoa garai hortara hurbiltzea izango dela. Izan ere, aberatsa bezain beharrezkoa izango litzatekeela herriko zaharrek dakitena zehatz mehatz kontatzea.
Herriak zeharo aldatu dira denbora gutxitan. Asko kosta bazaigu ere ideia bat egitea suposa dezagun, oraingo herri txiki hauetan, garai batean, den-dea herri hauetan geneukan. Beraz, denbora kontuan hartuz, eguneroko beharrak erabat aldatu direla kontuan hartuz, duela mende bat hiri batean zeukaten guzti-guztia, baliabide gehienak Nazarren, Otiñanon, Muesen geneukan. Gezurra irudi arren, behar zituztena herrietan ekoizten zuten. Herriak inurritegiak ziren, den-denetik zegoen. Imagina ezazue edozein egoera eta herri hauetan bazegoen artista batek egoera horri aurre egiteko prest. Noizbait bakoitzak espezializatuta zegoen arlo batean.
Nekazariez gain bazeuden beste ogibide batzuk. Dena den ez zen erraza herri hauetan lurrik gabe bizitzea. Lurrak edukita ez gorriak pasatu behar. Ezbairik gabe, familia asko ugariak bezain behartsuak ziren. Izan ere, hiru sendia boterertsu izan ezik, gainontzekoak batez besteko 8 seme-alaba zituen, beraz oso arrunta zen familia batzuetan, batez ere behartsueneetan 12 seme-alaba izatekoak.
Artzainak. Herri guztietan, gutxienez hiru animalia talde zegoen, behiak, ardiak eta ahuntzak. Beraz, hiru familia animalia hauek zaintzen bizi omen ziren. Herri batzuetan artaldi bi zeuden. Zaharra ez izan arren, herrian hiru artzain mota ikusi ditut: unai (ikazkina), ahuntzak (ikazkinaren semea: Jose Mari), ardiak (Isidoro). Inondik ere garai batean artzainek gorriak ikusi beharko zituzten haien familia ugaria aurrera ateratzeko. Gogoan daukat nola herrira Soriatik etorri zen artzain bat eta bere emaztea 8 seme-alabarekin bizitzera, urte gutxi eman zuten gure artean. Gero Otiñanoko Isidoro, Lizarrako Raimundo, eta Antzineko Primitibo hurrenez hurren artzain etorri ziren Mendatzako Zezilioren eta Asartako Pakoren artaldiak zaintzera. Betidanik ezagutu nuen Anjel artzain, eta gero bere anaia Gabino. Jose ikazkina ere urte dezente artzain ibili zen. Urte batzuk Fortunato eta Maria artaldi propio eduki zuen, entzunda daukat Florentzio ere artaldi propio eduki zuen.
Gogoratzen dut, aipatutako artzainak Palentziako manta, zurroia sorbaldan, makila eskuan, eta txakurrak aldamenean.
Gerardo Luzuriaga Santxez

Personajes (I)

En este valle hemos tenido la gran suerte de contar con personajes de gran importancia y de todo pelaje. Estos personajes fueron personas de pueblo, la mayoría de ellos no traspasaron las mugas de los valles colindantes, aunque alguno sí que fue más famoso que los propios políticos de Pamplona y fue conocido en toda la merindad de Estella.
Uno de ellos ha sido el Dios de Nazar. Durante una generación tuvimos dos dioses, a cual más importante y más poderoso, hasta llegar el caso de tener dudas quién tenía más influencia y sobre todo fuerza. Yo lo conocí ya de mayor, algún día contaremos sus andanzas.
El que no conocí fui al tonto de Nazar, famoso no sólo en el todo el valle, sino en toda Navarra. Espero que alguno que ha conocido mejor esta historia nos la cuente algún día.
Muchas anécdotas se conocen de otros muchos personajes, mozos que hacían diabluras no solo con la guitarra, que acudían en grupo a todas las fiestas de los pueblos de alrededor. Todos ellos autodidactas de la copla, se copiaban sólo con la mirada, verdaderos trovadores. Era una forma de ligar y de vivir, pues según cuentan los mayores, el trabajo de sol a sol era desolador, pero cuando llegaban las fiestas no reparaban ni en gastos, ni en hombradas.
Ebaristo Lakalle Etxeberria

17/06/2005

Cambios (II) : Población

Hoy hablaremos de la población. La realidad es que los naturales de estos pueblos durante toda la historia, en la edad media, y también en los siglos posteriores han tenido que ir a buscarse la vida a otras ciudades, a otros países. Conocida es la repoblación que tuvo lugar en Castilla y hasta en Andalucía. Cuando las tierras castellanas, manchegas, andaluzas se quedan sin población son los norteños los que acuden a estas zonas. Es curioso como los nombres de Berrueza, Villa de Nazar... aparecen en zonas de España. Lo que quiere decir que aparte de que nuestros antepasados cogieron sus pertenencias y fueron a repoblar tierras abandonadas, estaban tan orgullosos como nosotros de la tierra y cuando podían les ponían a sus pueblos, a sus tierras los nombres que se usaban en la Berrueza. Sin duda, eran tan cabezones, y estaban tan orgullosos de sus orígenes como nosotros.
Así mismo son muchos los que cruzan el charco y se asientan en América. Aunque no todos que salieron de estos pueblos, salieron por las mismas circunstancias, lo que está claro es que todos tuvieron que sufrir lo suyo al dejar los amigos, las tierras, la familia, los bosques, las montañas, los árboles para encontrarse con un mundo diferente y extraño. Es así como se tuvieron que ir de nuestros pueblos tanto los ricos, como los pobres. Por extraño que parezca, durante siglos y siglos han sido los ricos los que obligatoriamente tuvieron que buscar otras tierras, unos se fueron de curas y monjas, otros fueron a estudiar y se hicieron cirujanos, abogados, funcionarios de la administración, otros buscaron suerte en los ejércitos, otros pasaron el charco para asentarse en las Américas. Ahí están los apellidos de nuestros pueblos, y los apellidos de nuestra zona por toda América del Sur.
Pero hasta mediados del siglo XX existió un equilibrio y los pueblos se mantuvieron con una población estable. Es en este momento, cuando se comienza a industrializar el país y en el campo aparecen la maquinaría cuando sobra la mano de obra y es cuando familias enteras se tienen que plantear transladarse a las fábricas de las ciudades.
Hasta estos momentos los pueblos eran un hervidero, las casas estaban todas ocupadas y bien ocupadas. Abuelos, tíos solteros, padres y muchos, muchos hermanos... No sólo vivían los labradores; en un pueblo a parte de los labradores había oficios de todas las clases. Había trabajo para todos: albañiles, carpinteros, herreros, pastores, cesteros, alguaciles, sacristanes, sacerdotes, maestros, peones... Es más había muchas familias que casi no poseían tierras, que vivían del peonaje y de lo que pudiesen sacar de los bienes comunales, es así como existían cuadrillas de carboneros, leñadores... Eran pueblos pequeños pero había de todo, tabernas, tiendas, el autoabastecimiento era el sistema económico. En Nazar se hacían los mejores cencerros de todo Euskal Herria, aunque no lo he conocido lo he leído. Los escoberos han llegado hasta nuestros días. Había trabajo para todos, cada uno en lo que sabía.
Los peones que venían desde Galicia y los pueblos de la ribera, dejaron poco a poco de venir, al final no venían más que los tres fijos de todos los años. Los gitanos también dejaron de venir en la época de la cosecha a trabajar en las casas pudientes. Luego también dejaron de venir a arreglar las cazuelas, con aquellos petachos de zinc, luego también los gitanos que hacían cestas con las mimbres. Más tarde también dejó de venir la madrillera a vender pescado, también el quinqui dejó de venir con su hatillo al hombro, que una vez extendido era todo un mundo, había de todo, todo. Pero lo que verdaderamente me dio pena, y comenzó a cambiar el pueblo fue cuando no llegó el hombre con las especias para la matanza. La llegada de las especias a casa era algo especial, pues ya se sabía que la matanza del cocho estaba por llegar, una fiesta por todo lo alto con los chavales de las casas cercanas, algún amigo de los padres y el que mataba el cocho.
Amigos de la escuela que se iban con toda la familia a Elorrio, Rentería, Pamplona... Las mocillas casi antes de salirle las tetas ya se iban de criadas a las colonias de la Francia de entonces, a Iparralde de ahora, y a las ciudades de criadas a casas que nos parecían de ricos, tan sólo porque vivían en la ciudad. En estos momentos la ciudad se consideraba el paraíso, los jornales parecían desorbitados, todo era exaltación y éxito, el trabajo de una fábrica era considerado como fácil, que tan sólo consistía en acudir y tira. El trabajo y la injusticia sólo existía en el campo. En la ciudad todo era bueno. Yo no he trabajado nunca en fábricas, pero menudos añitos, horarios de 12 horas, con un trabajo infernal. Al lado de fraguas, con el fuego al lado.
Bueno, los mozos, con 16 años ya estaban en las puertas de las fábricas pidiendo trabajo como si fuese la salvación. Todos eran admitidos. Sin haber acabado los estudios, justo si sabían multiplicar y a las fábricas.
En los pueblos aparte de los ricos, aquellos que tenían una cantidad de tierras para trabajarlas con la maquinaria recién traída, tractores, cosechadoras, bisurcos; se quedaron algunas familias que tenían alguna tierra, y ya tenían una edad un poco avanzada para comenzar nueva vida.
Estas son las personas que yo me acuerdo que vivían en mi pueblo, en mi juventud, y para entonces ya había marchado la mayoría de las familias: Gregoria, Jesús, Pedro, Puy, José Miguel, Pedro, Bego, Javi, Mauricio, Pablo, Celes, Marisol, José Miguel, Serafín, Josefina, Agustín, David, Tere, Alfredo, Encar, Severiana, Emilio, Julia, Aniceta, Felisa, una casa de pastores con muchos hijos, con los cuales iba a la escuela, pero que no recuerdo los nombres, Conce, Crescencio, Paca, Donato, Aparición, Resurrección, Patro, Lucia, Jesús Mari, Aurelio, José, Angelita, Fortunato, Maria, Visi, Fernando, José Maria, Modesta, Miguel, Antonia, Rufino, Miguel Angel, Raimundo, Primi, Isidoro, Cirilo, Paca, Mere, Dionisio, Lucia, Carmelo, Emperatriz, Fani, Ignacio, Gloria, Blanca, Miguel, Pedro, Julia, Santiago, Pedro Mari, María Paz, Mari Jose, Anabel, Alfonso, Ángel, María Jesús, Máximo, Concha, José, Felix, María Jesus, Fidel, Leonor, Ana Mari, Amadeo, Andrés, Ferín, Valeriana, Rosa Marí, Juan, José, y su madre, Elena, Tere, María Jesús, Una mujer en las casas caídas, Epi, Angel, Gabino, Paz, Pili, Florencio, Pilar, Valen, Felipe, Floren, Juan Mari, Eloy, Milagros, Angelines, Jose Mari, Teofila, su madre, Marín, José, Pilar, Ángel, José Mari, Gregoria, Cayo, Ángeles, Lourdes, Toñín, Alfredo, Marcelino, Nieves, Félix, Manolo, Gloria, Maribel, Ana Belén, José, Félix, José, Cirila, Rosario, Codés, José Mari, Juan Antonio, Gerardo, Javi, Lucio, Ana, Engracia.
Pocos, muy pocos decidieron quedarse, y muchos menos son los que todavía viven, y los que viven son ya mayores y muy pocos tienen su residencia en el pueblo. Los hijos de éstos ante el cambio económico y social, pronto tuvieron que marchar a la ciudad, con lo que las casas se quedan cerradas, para abrirse justo en los meses de verano. En nuestros pueblos cada vez quedan menos familias, 10, 11 que pronto serán 7, 6 y luego. Esta es la realidad. No hay trabajo, por lo que los que hemos nacido en estas tierras hemos tenido que irnos en su busca. Pero los pueblos siguen, hay están y en todos hay niños que son el futuro... Aunque en este momento no vivan más de 30 personas....
Ikazkina

12/06/2005

Felipe de Murieta

Francisco Torres Ibañez, nace en Murieta en 1897. Se educa en su Murieta natal, en una familia cristiana, como la mayoría del pueblo por esos años, misa y rosario diario en casa, casi como lo hemos vivido nosotros. Con la letania en latín, y toda la familia recogida en la cocina.
Fue nombrado euskaltzain urgazle por Euskaltzaindia. No perdió momento para reveindicar la recuperación de la lengua vasca, la aprendió de mayor, por tanto es un euskaldunberri, aunque su madre de Iturgoien conocía algo. Una de sus mayores preocupaciones fue la recuperación del euskera, desde muy joven se dió cuenta del retroceso de la lengua vasca en Navarra, y luchó con todo ahinco por su recuperación. !Quién lo diría de uno de Murieta y en los años en que vivió¡ !En puro franquismo¡ Se encargó de preparar textos fáciles para el estudio del euskera, fundó una revista en euskera para los niños: UMEEN-DEIA. Muere en 1966. !Qué pena no haberlo conocido!
Algunos pensarán que exagero, que son cuentos de Ebaristo, pues no, estas líneas no se acercan ni un ápice al entusiamo y al esfuerzo con que vivió este capuchino nacido en Murieta la lengua que tanto amó.
Ebaristo Etxeberria Lakalle