30/11/2009
Yoli
Hola, soy Yoli, una azueluca de 29 años que necesita tu ayuda. Hace 5 años fui diagnosticada de una leucemia, cosa que pareció remitir con el tratamiento quimioterápico que recibí en aquel momento. Sin embargo, hace unos meses comencé de nuevo mi andadura por esta enfermedad, ya que ha vuelto a mi vida. Quizás seas tú quien pueda salvarme. No necesito un superman que me salve del peligro, sino un héroe o heroína silencioso/a que con una pequeña donación de sus células madre, me devuelva a la vida.
Cada año se diagnostican 4000 nuevos casos de leucemia en España, la mayoría jóvenes, cuya vida depende de la generosidad de los demás.
La posibilidad de encontrar un donante compatible es muy baja, por ello necesito de tu ayuda, necesito que te hagas donante.
Mucha gente cree, por desinformación, que donar médula supone una operación quirúrgica, que implica muchísimos riesgos para el donante, etc.
Te explico, primeramente se extrae una muestra de sangre al posible donante, se analiza y entra a formar parte del registro de donantes de médula ósea (REDMO). Si por fortuna, es compatible con la de un paciente que necesite de esa médula, se le llama y se procede a la donación.
Realmente, la donación más frecuente que se realiza es la de células madre periférica, en la que mediante una máquina (aféresis), al donante se le extraen las células madre de su sangre y ese mismo día se transplantan al paciente. Es muy similar a una donación de sangre, no necesita anestesia ni se accede directamente a la médula, en contra de lo que muchas veces se piensa.
En casos muy aislados, las células se obtienen por punción, la cual requeriría anestesia epidural y un día de ingreso.
Entonces, ¿Estás dispuesto a regalar 5 horas de tu tiempo y un poquito de tu sangre?
Finalmente, quiero decirte que, si estás embarazada, puedes ayudarme donando el cordón umbilical de tu hijo/a cuando nazca, una vida puede traer otra vida.
Sed conscientes de que un transplante de médula, generalmente es el único tratamiento posible para la curación de gente como yo, algo que sin donaciones no es posible.
LO QUE HOY PUEDES HACER POR OTROS/AS, TAL VEZ, UN DÍA ALGUIEN TENGA QUE HACERLO POR TI.
Si por alguna razón, no he logrado convencerte de lo importante que es que te hagas donante, al menos ayúdame a hacer llegar esta información al mayor número de gente. Envíalo a todos tus contactos, quizás alguno de ellos sea “mi donante”.
Si por el contrario, quieres informarte mejor de cómo y dónde hacer tu donación, te remito a:
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Centro de transfusiones de Navarra (banco de sangre)
c/ irunlarrea,3- pamplona. Tlf: 848 422500
c/ Eza 31500 Tudela
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DOMENA Asoc. Eduardo Domezain de Donantes de Médula de Navarra
c/ Serafín Olave nº 31 8ºB 31007 Pamplona
tlf: 618036142----616812558
E-MAIL: domenavarra@gmail.com
Si no perteneces a la C.F. de Navarra, dirígete a tu hospital más cercano y allí mismo te informarán de a dónde debes dirigirte.
GRACIAS.
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27/11/2009
el euskera en el valle de La Berrueza (y 8)
Algo muy similar se puede decir de la entonación y la forma de construir las frases al hablar, todavía en este valle se puede apreciar un tono peculiar a la hora de expresarnos, pero que ya poco o nada tiene que ver con el que se usaba hace tan solo veinte años. Veámos un texto recogido, hace unos veinte años. Historia contada por José Luzuriaga, nacido en Nazar el año 1906. Bueno pues una noche dice que vino uno a decirle a un tal Romero de Nazar que bajase a llamar al practicante, y dice bueno ya voy a bajar pero sin más coge y dice me caguen san dios pues si tiene cojones que salga y cogió la escopeta con la cartuchera llena de cartuchos. La escopeta era una de la fusie, de esas de pinche.
(Cirila Santxez Etxeberria y José Luzuriaga Lakalle, hacia 1980)
Y cuando subían a meta de camino. Subían montados en una yegua el practicante y él. Y claro al trotar la yegua pues se conoce que pegó el pinche del cartucho en la escopeta, y pum un disparo, entonces el practicante se ve que se bajó y comenzó a gritar qué soy yo, que soy yo, que soy yo…
y el otro en lugar de venir a Nazar, de miedo, que no se atrevió a venir a Nazar, cogió por todas las piezas. Incluso había un caño hecho, de los que se hacían antes para coger el agua de las piezas. Y la yegua aún se cayó una pata, que apoco… Si se cae la yegua toda allá se estrellan los dos. Pero salió a galope, salió hasta el camino de Otiñano, y nosotros al otro día fuimos siguiendo las herraduras, porque como había llovido, pues había mucho barro, pues se conocían las herraduras de primera. Así les fuimos siguiendo, y luego allí al llegar a un sitio que le llaman la cañada, la yegua iba trotando y entonces pum pegó otro cartucho, y se disparó otro tiro.
Entonces con mucho miedo el pensaba que lo perseguían y se fue a otro pueblo, que tenía parientes, y entonces llegó al pueblo, y dicen que se entró por el ventano, del miedo que tenía se entró por el ventano. Pues eso, nosotros, viene uno de aquí de Nazar, el Chicacho. ¿Hermenegildo, dice está el hijo en casa?. Si. Pues ha venido el practicante, que dice que le han salido al camino y el ha venido aquí y el otro se ha marchau con la yegua corriendo, y no sabemos donde para, no sabemos donde está, pues hay que ir a buscarlo.
Fuimos hasta Mirafuentes, y hasta que amanecería, estuvimos en casa del juez de paz, cuando amaneció vamos a ver el rastro, por eso sabemos que el primer cartucho lo encontremos allí disparado y caído al suelo y quemau, y como eso no marcha como la escopeta, encontremos el perdigón y así, el cartucho y así. Después como seguíamos el rastro, después allá en la cañada, pues resulta que al explotar el otro tiro le quemó la cartuchera y entonces la cartuchera cayó al suelo. Y el ni se dio cuenta de la cartuchera ni ostias.
Fuimos nosotros, y cuando lleguemos allí, vimos aquí hay otro cartucho disparau, y la cartuchera quemada y partida por medio, entonces cogimos nosotros la cartuchera y el cartucho y nos los llevamos para casa. Y claro, y después le dijimos bueno está aquí fulano de tal, y dice si aquí está, pues que venga con nosotros. No, no. Ya irá. Vino después con su cuñado.
( En la foto Hermenegildo Luzuriaga Luzuriaga y Josefa Lakalle Foronda hacia 1930. ¿Viendo esta foto, la nariz de los personajes y los apellidos puede decir que no son vascos, a pesar de que no sabían ni una sola palabra de euskera?)
Bueno, después vinieron los guardias aquí al pueblo porque se conoce que el juez de Mirafuentes lo denunció. Bueno pues los guardias tocaban un cartucho porque después de aquel que estaba disparado, había otro que estaba un poco quemau de fogonazo del otro y le hice yo una marca con la uña, y los guardias decían pues mira esto es de la bala que ha rebotau, de arma corta que ha rebotau aquí la bala, y no le ha tocado a él por casualidad. Yo ya sabía que era de que le había dado así con el dedo, y no les dije nada a los guardias. ¡Qué se jodan!
Bueno después nos mandaron ir a Estella a declarar. Bueno no nos hicieron nada. Me acuedo que hasta el apellido en vez de decir los Luzuriagas que habían tenido una reyarta con los romeros, y para eso decían los locumingas, me acuerdo que decían los locumingas. Bueno pues eso, ya nos llamaron, ya nos dejaron en paz, y no…
En definitiva, a pesar de que la lengua vasca se haya perdido en este valle hace siglos las huellas euskaldunes son patentes. Infinidad de palabras son de origen vasco, la toponimia y los apellidos de sus pobladores, vestigios y costumbres demuestran que posee una identidad vasca
(Gerardo Luzuriaga)
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el euskera en el valle de La Berrueza (7)
Lo que queda claro es que aunque la lengua romance haya sido predominante en este valle de La Berrueza ya desde hace siglos, no queda duda alguna de que se ha mantenido en la población la conciencia de pertenecer a un pueblo distinto y peculiar. Y que ha sabido mantener los vestigios vascos de generación en generación, manteniendo vigente siglos tras siglos la conciencia histórica de pertenecer al pueblo vasco. El 10 de mayo de 1931 los alcaldes de Amescoa Baja, de Abarzuza, de Eulate, de Aranarache y el de Larraona firman un documento en Zudaire el el que desde “el rincón de las Sierras de Urbasa y Andia en los valles que bañan el Urederra y el Iranzu, queremos los montañeses de hoy dirigirnos a todos los navarros… para que la que fue cuna de nuestra vieja monarquía pirinaica proclamada en Abarzuza y las Amescoas, vuelava a ser el solar que recoja loas ansias de libertad foral de todos los municipios navarros… los Ayuntamientos de Vizcaya, Guipuzcoa y Alava han promovido una intensa campaña… recordándonos que, somos todos hijos de un gran pueblo vasco, de que Navarra es la hermana mayory la capitalidad. Hemos vuelto a tener a la vista los errores históricos de nuestra tierra, con la separación en que hemos vividos navarros y vascongados, cuando no luchando unos contra otros, al servicio los últimos de los reyes de Castilla contra la Independencia de Navarra… Si logramos ver publicado el Estatuto… lo habremos logrado todo, desde la garantía de nuestra tradición religiosa y foral, hasta la seguridd de nuestros intereses… ”
La pertenencia al pueblo vasco entre otros aspectos uno de los que lo demuestra es el gran número de vocablos de origen euskaldun que todavía perduran en el léxico del habla del valle de La Berrueza. Por lo menos han existido dos momentos en la historia que han supuesto grandes cambios en lo que al habla se refiere, uno tuvo que ser el paso de ser un pueblo euskaldun a convertirse en un pueblo romanizado, y otro es el que nos ha tocado vivir a nosotros, en el que la globalización ha arrasado con todo lo peculiar de cada casa y de cada pueblo, para generalizar y globalizar el habla del valle.
Es una pena que no se haya recogido anteriormente el léxico propio y genuino de nuestro valle, ya que sin duda la evolución y los cambios que se han dado en estos siglos, especialmente desde finales del siglo XIX hasta hoy, ha hecho que muchas de los términos más habituales y más empleados hayan quedado en desuso por el simple hecho de que hasta los propios oficios y los instrumentos con los que se trabajaba han desaparecido. Muy poco se parece el pueblo que yo conocí de niño al pueblo en que vivimos hoy. Nazar el año de 1900 contaba con 235 habitantes y en 1970 pasó a 55 habitantes, el cambio experimentado en estos pueblos en todos los aspectos ha sido inmenso. Han desaparecido los animales, los aperos de labranza, las casas nada tienen que ver con las que conocimos hace cuarenta años, tampoco los utensilios que se usaban se usan. En definitiva la desaparición de una forma de vivir ha hecho que también hayan caído en el olvido, hasta perderse los términos que describían esos utensilios. Ya nadie en el pueblo recuerda los nombres de las piezas que componían un carro, ni tampoco los aparejos de las caballerías, ni los yugos, ni zoquetas, ni zurrones… Esta nueva etapa ha dado lugar a una globalización, en que las palabras que se usan son idénticas en todas las zonas del país.
(Gerardo Luzuriaga)
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26/11/2009
el euskera en el valle de La Berrueza (6)
Angel Irigaray igualmente cita que en el valle de Lana, a no más de cinco kilómetros de Acedo se ha hablado habitualmente en euskera hasta finales del siglo XVIII.
En segundo lugar destacaré otro hecho de gran importancia, como es que el segundo libro impreso en Euskal Herria en lengua vasca se imprimiese en Lizarra (Estella). Se trata del libro de doctrina de Sancho Elso, editado por Adrian Amberes en Estella el año de 1561.
Igualmente son abundantes los documentos que se conservan en varios pueblos (Baquedano, Zufia, Eraul) escritos en lengua vasca, y más profusos todavía son las protestas de los feligreses ante el obispado al enviarles sacerdotes que no conocen la lengua de los pueblos, el vasco, por lo que no se pueden entender y tienen problemas para cumplir con las obligaciones cristianas. Igualmente muchos son los notarios que dejan escrito que los documentos habían sido traducidos a la lengua vascongada para que los interesados los pudiesen entender, y esto ocurre hasta finales del siglo XVIII en varios pueblos de la Merindad de Estella. Documentos de gran importancia ya que una vez que ha desaparecido la lengua, no queda más constancia que la toponimia y los vestigios orales. Tal vez más de uno piense que en aquellos lugares que se ha hablado la lengua vasca, debían proliferar los documentos en esa lengua, craso error, hay que tener en cuenta que los funcionarios redactaban los documentos oficiales en castellano, es curioso como en pueblos que hoy día todavía son euskaldunes, me refiero a pueblos de Gipuzkoa y Bizkaia como pueden ser Arrasate, Oñati o Elorrio, es muy difícil encontrar documentos de los siglos anteriores escritos en la lengua vasca.
Otro descubrimiento que nos ha sorprendido es el hallazgo del texto manuscrito en euskera del conocido como el catecismo de Artaza, escrito por el clérigo de Zudaire, Juan Vicente Diaz, abad de Artaza entre los años 1780 y 1823. Catecismo usado para la enseñanza de la doctrina cristiana, lo que pone de manifiesto que los feligreses usaban el euskera como lengua natural. Sin duda este hallazgo ha sorprendido a una gran parte de los amescoanos, ya que un idioma una vez que desaparece, no es fácil que las siguientes generaciones perciban esa pérdida como algo cercano, si no que se tiende a pensar que fue bastante más lejano en el tiempo que en realidad lo es. Este caso sorprendente de las Améscoas, en el que queda patente que la lengua vasca se ha hablado hasta no hace mucho, y el desconocimiento por parte de los habitantes actuales de tal hecho, hasta darse el caso de poner en duda de que así haya sido, nos da mucho que pensar, y nos hace entender un poco mejor lo que ha podido ocurrir en aquellos lugares, como el valle de La Berrueza, donde el uso del euskera se perdió en siglos bastante anteriores.
(Gerardo Luzuriaga)
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25/11/2009
el euskera en el valle de La Berrueza (5)
Como hemos visto en el párrafo anterior en Lizarra el euskera fue la lengua habitual hasta por lo menos el siglo XVIII, y ni qué decir tiene que los vecinos del Valle de la Berrueza convivían con los pueblos limítrofes euskaldunes, como son los pueblos alaveses de Kanpezu, Oteo, San Vicente, Orbiso... y los pueblos navarros de Zúñiga, Narcué, Viloria, Galbarra, Gastiáin, Ulibarri, Ancín, Legaria… No hay más que revisar los libros de matrimonios y bautismos parroquiales para evidenciar la relación tan estrecha que existía entre los pueblos de estos valles colindantes, pues una gran parte de los matrimonios que se llevaban a cabo eran entre habitantes de estos pueblos.
Aunque no me ha parecido pertinente extenderme en exceso en la situación de la lengua vasca en Navarra, ni tampoco en la Merindad de Estella, ya que los que estén interesados en este asunto pueden informarse más detalladamente en la relación de los libros que se aportan en la bibliografía, los cuales tratan profusamente este y otros temas relacionados con el euskera en la Merindad de Estella. Pero si quiero resaltar que el vasco ha sido la lengua natural de la merindad hasta no hace muchos siglos y la gran repercusión que tuvo la invasión y pérdida del Reino de Navarra, que hace que el euskera pase de ser la lengua predominante y oficial de Navarra a ser prohibida, beneficio del castellano.
Veámos alguno ejemplos elegidos especialmente para este artículo. M. Lekuona halló un documento conservado en el Seminario de Vitoria, fechado en 1587, donde aparece una lista de los pueblos del Obispado de Pamplona, donde se precisa que el 90% de los pueblos son vascófonos. Este interesante documento delimita la muga entre los pueblos que usan el vascuence y el castellano. Curiosamente los pueblos de Zúñiga, Acedo, el mayor pueblo del valle de la Berrueza en lo que a población se refiere, Ancín, Ayegui, Estella, Oteiza… son descritos a finales del siglo XVI como pueblos euskaldunes.
Como es lógico, las mugas idiomáticas no refleja una línea exacta, lo que supone que si en estos pueblos cómo Zúñiga, Acedo, Ancín... a finales del siglo XVI seguían siendo euskaldunes, los pueblos del mismo valle, y que no distan más de tres kilómetros entre ellos debían todos conocer la lengua vasca. Resulta difícil creer que si en Acedo se hablaba en euskera, en los pueblos como Mendaza, Asarta, Nazar, Mirafuentes u Otiñnano … entre los cuales no existe barrera geográfica, ni cultural alguna tuviesen idiomas distintos. Nos parece más que imposible que existiese una línea idiomática divisoria entre los pueblos de la Berrueza, que permitiese concluir que en un punto concreto entre Mendaza y Acedo se dejase de hablar una lengua y empezase la otra.
(Gerardo Luzuriaga)
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