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21/12/2015

Resaca electoral escrita el día de reflexión.

Estas líneas están escritas antes de que se sepan los resultados, en el día de reflexión, esto es importante saberlo.

Por otro lado resalto que estas elecciones son estatales, con lo que el punto de mira está puesto en Madrid, en España, y eso aparte de resaltarlo, todavía para muchas de las vascas y los vascos tiene una gran importancia e influencia.  No os podéis ni imaginar cuántas personas me han comentado que en estas elecciones le votarán a Podemos... ante mi asombro, pues claro está que los que me comentan esto en las autonómicas y locales votan a Bildu. Y no es que me ponga el esparadrapo antes de hacerme la herida, pero las conversaciones de taberna son tan importantes como las reuniones de simpatizantes, y seguidores.

En tercer lugar criticar duramente la campaña que se hace en Euskal Herria (Euskadi+Nafarroa) en estas elecciones, los partidos de aquí, no existen, no se les tiene en cuenta... y eso pasa factura. Pero esta es una señal de lo poco que pintamos en España, y algo más diría yo, que de aquí en adelante vamos a pintar todavía mucho menos.

En cuarto lugar viendo el panorama existente me dirijo al PNV, y en especial a sus votantes para que reflexionen sobre el actuar de este partido. Que ha puesto y pone todo su empeño en contentar y no molestar en exceso a sus amos de Madrid, eso si quedándose con alguna prebenda para Euskadi, y especialmente para sus adictos. Estatus quo en el que el PNV ha nadado a favor de la corriente.

Algunos dicen que los tiempos han cambiado, para peor, no estoy muy de acuerdo, siempre los tiempos para los vascos han estado muy mal. Los partidos estatales (UCD, PSOE, PP) han sido garantes de la unidad de España, y han tenido la sartén por el mango. Y lo que hemos conseguido ha sido a fuerza de lucha en la calle.

Si que es verdad que en estos momentos todavía las cosas se pueden poner un poco peor, al Estado ya no le hace falta ningún partido nacionalista para formar gobierno, el peso nacionalista con cuatro partidos unionistas con la mayoría de los votos es innecesario.

Yo creo que con estos cuatro partidos lo que se hace es todavía consolidar más el unionismo.

Es hora de darnos cuenta que Euskadi, Euskal Herria si queremos que pinte algo es preciso romper las ataduras con el Estado. Estas elecciones son un ejemplo. Ya no pintamos nada... Además nos hemos quedado sin bazas que les interese, no hay más que ver el caso que nos han hecho en estas elecciones...

Gerardo Luzuriaga

 

 

18/12/2015

Transmisión oral

Acabo de leer en el blog de PATERNAIN de Mendaza que la batalla conocida como de Asarta y Nazar, que él la denomina como de Mendaza se llevó a cabo hace 181 años. Desde mi punto de vista muy poco tiempo ha pasado desde ese 1833 donde fallecieron más de mil de soldados.

A mí lo que me llama la atención de todo esto es un tema anecdótico, pero muy importante y es que a pesar de ese poco tiempo transcurrido, apenas 180 años  en el pueblo, en mi familia no se haya transmitido ni una sola palabra sobre la citada batalla.

A alguno 180 años tal vez le pueda parecer mucho, pero a mí me parece muy poco, y es más creo que lo lógico y normal es que en la familia, en el pueblo hubiese quedado testimonio oral de lo ocurrido. Soy historiador (licenciado en Historia) y en la vida había oído hablar nada de ello en el pueblo; todo el conocimiento de la citada batalla ha sido por los libros (aunque ha sido un tema que nunca me ha interesado en especial).

Mi padre en este momento tendría 108 años, murió con 93 años, por lo que o a él tampoco sus padres y abuelos le contaron nada, o se le olvidó de repente.

Lo que me lleva a la conclusión de que fácil olvidamos lo ocurrido en los años anteriores, con lo que aprovecho a llevar el agua a mi molino y concluyo:

1. Se tiende a pensar que durante toda la historia los pueblos han sido como son hoy día, que las palabras son tal como se dicen hoy día. Está más que demostrado que el euskera se perdió de esta zona, de forma que tan solo ha quedado en los apellidos de las familias (que eso no cambia, o cambia mucho menos), en algún topónimo que se ha conservado intacto (la mayoría se poco a poco se fueron castellanizando).

2. Que aunque hasta hace unas décadas en este valle no se hablaba ni una sola palabra de euskera, tenemos el derecho de recuperarlo, ya que en una época si que se habló (aparte de pertenecer a una comunidad, Navarra, que si que tiene la lengua vasca como oficial).

Gerardo Luzuriaga

 

10/12/2015

Nazarren ere presoak gogoan

joar_n.jpg

09/12/2015

Loreto 2015

Alfonso.jpgEste año sí que Loreto va a ser en familia, pero no falta ni la hoguera, ni la comida, ni el vino... Nazar beti Aurrera

 

 

 

08/12/2015

Gabino (azkena)

Fulgencio

El sueño de anoche me ha dado mucho qué pensar, amigo Fulgencio. Nos encontrábamos en un pueblo semejante a este, pero unos 60 años antes. Te acuerdas de la yegua Petranca, aquella que se nos murió de torzón, pues toda la noche me he pasado soñando con ella, y con las cosas de aquellos tiempos.

A las 8 de la tarde  un grupo de niños, entre los que te encontrabas tú y mis hermanos, fuimos a por los caballos y las yeguas que estaban atadas en el campo. Benito llegó el primero a la fuente con su caballo blanco, pero el segundo fue mi hermano, con la yegua Petranca, te acuerdas de aquella yegua color ceniza, que volaba a las cuatro suelas.  Aquel día  que se nos murió me ha venido una y otra vez a la cabeza, convirtiéndose en una pesadilla.

Fulgencio no te da tristeza ver cómo se va cerrando una casa, luego otra, y otra, y así hasta ir quedándonos solos. Una muerte, la del vecino, otra más… cada día me entristezco un poco más.

Ha llegado el invierno, el frío se ha metido en nuestros cuerpos. Ni Fulgencio ni yo nos atrevemos a salir de casa. Las calles están desiertas, no se ve nadie, la lluvia, el viento dan un aspecto triste al paisaje. Estamos en febrero,  comienza a nevar. Un día, otro y otro. El cielo está gris. Nos hemos quedado atrapados en una red gris-negruzca. Sigue la nevada, nieva copiosamente. Me entretengo viendo los copos moverse de un lado para otro, sin rumbo fijo, como si los copos flotasen en el aire, ha blanqueado, ya llevamos dos días con nieve.

Estoy preocupado en casa. De vez en cuando miro por la ventana, me parece que deja de nevar. Miro de nuevo pero no es así la capa blanca de nieve va aumentando. El nogal de enfrente, y la campa se han  cubierto de nieve.

Después de comer a duras penas logro llegar hasta la casa de Fulgencio.

- Gabino, hoy no he pegado ojo. Me he pasado toda la noche tosiendo, me ha comentado Fulgencio nada más llegar a la puerta de su habitación.

- Coge un vaso de vino de la despensa. Uno para ti, y tráeme otro para mí, que tengo oído que un vaso de vino es lo mejor para los pulmones.

- Enciende también la radio, me ha dicho mientras se le resbalaban las lágrimas por las mejillas. 

- No te preocupes, de ésta sales, le digo convencido.

Y así fue, una semana en la cama y otra sin salir de casa y Fulgencio le dio la vuelta.

Los dos nos hemos propuesto resistir. No hay un solo día que no salgamos de casa. Cuidamos de los huertos, los puerros, las patatas, las berzas… No faltamos ni un solo día al paseo. La cuestión es salir de casa con un pretexto u otro. Hoy nos está costando más que lo normal recorrer  el kilómetro y medio aproximado, que andamos  diariamente. Hemos dominado al viento, hemos realizado ya la mitad del recorrido. Doscientos metros nos supone un cuarto de hora pasado, pero resistimos.

Inesperadamente  aparecen dos nubes negras por Sorlada. Hoy no nos libra nadie del chaparrón. Nos hemos dado la vuelta, pero ya es inútil. Grandes y redondas gotas nos caen encima. Han pasado cinco minutos y se desata el diluvio terrenal. Nos ha cogido de lleno. Nada más llegar a casa nos cambiamos de ropa al lado del fuego. Pero la gripe no nos la quita nadie.

De allí a dos días Fulgencio comenzó con un gran catarro. Había cogido la gripe. Aunque toma las boticas la tos no se le va.  Voy todos los días a visitarlo. Hoy nada más subir las escaleras me ha comentado,  Gabino, se acabó, de esta no pasa. Todo me sobra. Esta noche he tenido un buen sueño, hasta las calles estaban  plagadas de babutas con sus crestas vistosas, como si de gorriones se tratasen. Nuestro pueblo, lo he visto como hace 50 años. Tal como lo dejaste cuando tuviste que huir. ¡Qué alegría, ver a los niños correr por las calles! La escuela llena, las calles abarrotadas de animales. La taberna  llena, la iglesia a rebosar…

  • ¿Te acuerdas?
  • Claro que lo recuerdo, pero no te preocupes, todavía tendremos buenas ocasiones para recordar todo esto y muchas más cosas. Ahora lo que tienes que hacer es tranquilizarte y tomar las boticas.

Dos días después se puso mucho peor. No había forma de bajar la fiebre. El médico venía todos los días. Dos meses después a causa de una neumonía expiró. He estado a su lado hasta el último suspiro.

Desayuno, ando un poco, llega la hora de la comida, otro paseo por la tarde y sin darme cuenta llega de nuevo la noche. Sin hacer nada especial amanece otro día.  De nuevo  está encima otra primavera, llega otro otoño, y otro más.  De vez en cuando, Francisca,  me acerco aquel lugar hermoso en que disfrutamos  los dos. Me siento al lado del árbol junto a la peña a recordar viejos tiempos, a recordar lo vivido entre los dos.

¡Qué tranquilidad, qué paz, qué sosiego! Vivir, disfrutar…  y nada más.

 


 

 

  1. Final

 

He leído de un tirón los papeles desordenados dejados por el tío-abuelo Gabino. No entiendo como en los papeles no aparece lo que tantas veces me repetía, aquella pena que tenía siempre presente,  que Francisca no hubiese podido volver con él a vivir estos últimos sosegados años, todo lo referente a la política, tal como lo explicaba él, un nazareno republicano;  pero con cuarenta años de vivencia en Chile… No pierdo la esperanza de encontrar en algún armario de la casa, algún cuaderno con estas y otras muchas cosas más…

Hoy he decidido darme un paseo por los lugares que más amaba el tío, he subido la cuesta, he cogido la senda por la que acostumbraba a ir a la fuente, la que tanta nostalgia le traía; la senda está impracticable, con abundante maleza. Tras mucho esfuerzo he llegado hasta la fuente, me he mojado la cara y he pasado las horas inmerso en los recuerdos contados por el tío, que no tienen mucho que ver con lo dejado escrito.