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29/07/2010

Corridas de toros?

Creo que en el anterior artículo ha quedado bastante patente mi posición ante las corridas de toros y se podría resumir en estos dos puntos:

1. Que no es lo mismo las corridas que los encierros y las vaquillas.

2. Que existe un interés de los partidarios de las corridas por no hacer dicha diferenciación.

En este segundo mensaje tan solo haré alguna otra apreciación con el fin de concretar un poco más mi posición antitaurina. Aunque ya lo he comentado en el primer artículo quiero resaltarlo de nuevo con algún otro ejemplo. Los labradores, campesinos, los hombres de campo en definitiva nunca han permitido el dolor de las bestias por el simple dolor. Pondré un ejemplo que todavía lo tengo bastante en la memoria, aunque hace ya años que ocurrió. Llegaron unos primos de mi edad de Elorrio y mi madre mató una gallina de las que corroteaban y andaban picoteando alrededor del pajar. Al día siguiente tuvimos una gran comida.  A la hora del atardecer  a un primo y una prima  no se le ocurrió mejor idea que seguir a las gallinas de un lado para otro, con lo que las gallinas comenzaron a ir de un sitio para otro sin rumbo fijo,  como si hubiese entrado el raposo en el gallinero; justo en ese  momento apareció  mi padre que venía de la pieza con la guadaña al hombro. Fue tal la bronca que les echó, que no creó que todavía se les haya olvidado la reprimenda que les metió.

3. Los animales se pueden matar para alimentarse, pero no se les puede tocar solo por el placer de DIVERTIRSE. La sabiduría popular es sabia.

Gerardo Luzuriaga

Corridas de toros no.

Toros si. El toro es un animal bravo, fuerte y elegante. ¡Qué más bello que ver un toro con sus cornamenta y su poder! Corridas no.

 

Nazar, Berrotza y Navarra a priori no parece el lugar idóneo para ir en contra de las corridas de toros. Pero he aquí un detractor, como espero que haya muchos.

 

Berrotza, situada en la zona media de Navarra, por lo que limita con la Ribera. Mués, el pueblo más al sur del valle, no dista más de cuatro kilómetros de Urantzia (Los Arcos), que aunque también pertenece a la zona media, para nosotros los un poco más al norte ya está en la muga, aunque a decir verdad todavía hay que descender kilómetros y kilómetros para adentrarnos en la Ribera Navarra, pero la realidad es que ya percibimos en el habla  los habitantes de Urantzia ciertas características ribereñas, al igual que el clima una vez pasado remojapán ya se hace más pegajoso y caluroso. El gusto por las vaquillas en Urantzia (Los Arcos) es notorio.

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De todas formas centremos el tema. Una cosa son las vaquillas y otra las corridas. Se tratan de dos actividades diferentes, y que bien pueden subsistir la una sin la otra, como viene siendo habitual en la mayor parte del País Vasco, y también en Urantzia y los pueblos de alrededor, donde las fiestas giran en torno a las vaquillas y no existen corridas de toros.  Aunque los interesados de que no se prohíban las corridas unen ambos acontecimientos, con el fin de aglutinar más adeptos a favor de su causa.

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Desde una perspectiva rural, la mía, los animales han sido el sustento de la población, y por tanto nunca ha existido inconveniente alguno en explotarlos para conseguir todo tipo de beneficios. Es por ello que no nos escandalizamos al verlos sufrir, aunque sin embargo, si nos llama la atención la crueldad con que se trata al animal en la plaza de toros hasta el momento de su muerte.

 

El mundo rural está preparado para matar el cerdo, que nos ha acompañado y lo hemos alimentado durante todo el año; a matar un cordero o un cabrito con los cuales hemos estado correteando y jugando hasta el día anterior; a acabar con una camada de perros o gatos recién nacidos, con sus ojos medio abiertos; a meter en el camión del tratante el ternero o el potro con el que hemos corrido por los prados…

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La explotación y la muerte de los animales la entendemos como algo necesario, por lo que la muerte de un animal la entendemos como algo natural, y la mayor parte de las veces no nos causa impresión alguna. Esto no quita para que el trato mantenido con los animales haya sido siempre de completo respeto, basado en el cariño y en su máximo cuidado. El labrador ha sabido entender que su subsistencia y desarrollo se basaba en el entendimiento mutuo y en el apoyo de los animales, por ello el trato dado ha sido siempre exquisito, hasta considerarlos como un elemento más de la casa. Un buey bien cuidado y alimentado rendía el doble que uno enfermizo y debilitado…  

 

Pocos serán los labradores que vean como algo normal una corrida de toros. Aunque entiendan que el beneficio que se saca con las corridas de toros sea grande, tanto económicamente como políticamente. El mundo rural se ha aprovechado de los animales, es más sin ellos hubiese sido imposible haber llegado hasta donde ha llegado la sociedad; pero siempre ha sido un aprovechamiento ético, sin maltrato y con una justificación o un fin claro.  En los tiempos en que los caballos, burros, bueyes y vacas quedaban exhaustos tirando del arado, la narria o el carro, los campesinos no llevaban mejor suerte. Ha sido una simbiosis entre animales y personas.

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Recuerdo la primera y última vez que acudí a una corrida de toros, pues no he acudido más que a esa. A pesar de que la compañía era incomparable tengo que decir que el acontecimiento me pareció lo más cercano a la tortura de un animal… De esto hace ya años y años, fue en la plaza de Iruña. Sólo ver salir la sangre a borbotones de los pobres toros fue suficiente para no ver ni una corrida más por televisión.

Gerardo Luzuriaga

25/07/2010

Té de roca

Te_de_roca.JPG¿Quién no conoce esta planta? es a la que en nuestra zona se denomina té de roca. Que aunque es té no tiene teina, y es de gran utilidad para los dolores de tripas y las diarreas.

Estos días me he encontrado en la zona de los Picos de Europa con otra planta denominada té del puerto, que en apariencia por lo menos no tiene nada que ver con el té de roca.

He aquí la fotografía del té del puerto. También se trata de una pequeña planta silvestre de color verde-amarillento que se recoge en la zona montañosa de Liébana.

 

Joarkide

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LAVADERO

El pozo de lavar ya está acabado. Ha quedado una maravilla. La próxima vez pondré las fotos. Ya no nos queda más que remozar, o mejor dicho dejar como estaba la fuente... Todo se andará...

Kattagorri

14/07/2010

Como dos gotas de agua

Casualidades de la vida. Cirila Santxez Etxeberria y Luisa Vicente Ganuza coincidieron de mozas, o casi mejor dicho de mocetillas en El Busto, las dos estuvieron trabajando de sirvientas en la misma casa, y tras el paso de los años las dos viven en el mismo pueblo, en Nazar, casa con casa.


Han llevado vidas bastante paralelas,


Luisa nació en Muniaín de la Solana, se casó en Asarta con Eugenio Piérola, hace ya muchos años. Cirila nació en Azuelo y se casó en Nazar con José Luzuriaga (el Carbonero = ikazkina). Tanto Eugenio, como José eran 13 años más viejas que ellos. Hoy día las dos son viudas y pasan los ratos charlando de sus años jóvenes y los acontecimientos de la vida.

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Este es el texto que escribí hace cinco años, uno de los primeros mensajes que mandé a este blog. Han pasado los años y las dos mujeres siguen una al lado de la otra. Veámos lo que escribí no hace muchos días en lengua vasca en otro mensaje. Aunque está claro que es bastante semejante a lo escrito en 2005 lo trataré de traducir.

Hace muchos, muchos años Cirila nació en un pequeño pueblo de Navarra, en Azuelo. En otro pequeño pueblo de Navarra, en Muniáin de la Solana, nació Luisa. Cuando no contaban con más de 12 años, coincidieron de siervientas en casa de Ripa en el pueblo navarro de El Busto, limpiando la casa y cuidando los niños de los señores. Allí permanecieron durante algunos años, al cabo de los cuales cada una volvió a su pueblo. Pasados unos años tanto Cirila como Luisa se casan con sendos mozos 13 años más viejos que ellas. Cirila se casó con José el Carbonero en Nazar y Luisa con Eugenio en el pueblo contiguo, a menos de dos Kilométros de distancia en Asarta. 

Durante estos años aunque no se veían en exceso, siempre tuvieron contacto, pues no en vano en estos años, los habitantes de este valle mantenían contacto aunque no fuese más que en la Estellesa cuando los jueves acudían al mercado.  Pasados unos 60 años del primer encuentro en El Busto, hace unos 12 años se encontraron de nuevo viviendo la una al lado de la otra. Ya qie Luisa vino a vivir a casa de su hija que vivía desde hace unos años en Nazar.

Luisa se quedó viuda. Luego, unos años después le tocó a Cirila. 

 

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Tardes y tardes se han pasado contando aquellas anécdotas de la niñez una y otra vez. UNa sentada al lado de la otra.

Cirila perdió hace ya unos años la cabeza.; pero ahi estaba Luisa para recordar todas aquellas pequeñas anécdotas, que Cirila corroboraba con la cabeza o con alguna que otra frase de vez en cuando. Con el paso de los años estas dos amigas han ido envejeciendo, a la vez que con ellas aquellas historietas que contaban una y otra vez.  Voy a contaros la que más repetía Luisa. Una mañana la señora de la casa mandó a una de ellas que limpiasen los zapatos de un hijo. Bien mandada limpió los zapatos a las mil maravillas, como de costumbre. Les dio lustre, les paso un trapo, y más tarde los cepilló, para dejarlos más relucientes que la patena de la iglesia. !Cuándo no llega la señora, y le dice que todavía están un poco sucios! y le manda a la otra que los repase. La otra, (Luisa o Cirila, que no recuerdo quíen fue la primera o la segunda) cogió los zapatos y los dejó encima de la mesilla de noche, al minuto y medio volvió con los zapatos y se los entregó a la señora. Ahora, si , ahora si que est án bien limpios. Así hay que limpiarlos, decía mientras marchaba hacia la cocina.

Luisa también ha perdido la cabeza. Estas dos amigas de niñas, han vivido, viven y vivirán como dos gotas de agua. Hoy día Cirila está a punto de cumplir 91 años y Luisa 89. Hoy es el día que siguen llevando la misma vida, a menos de 10 metros la una de la otra. Las dos con la cabeza perdida, abstraidas en su mundo...

Gerardo Luzuriaga