Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

07/11/2007

Futbolistas nazarenos (II)

6e13ed38cfbfb3c9b9a073ef24260301.jpgJULIO MARIGIL. Seguimos con las sorpresas. Su abuela nació en Nazar. Paula Luzuriaga Lacalle. Hermana del carbonero. Paula se casó en Lasarte, por lo que Julio es guipuzkoano.

Jugó en el Oviedo, durante varias temporadas, con este equipo jugó 253 partidos en primera división y 169 en segunda división. En número de partidos es el Nº 14 en la historia del equipo ovetense.

Asimismo tiene una peña en la ciudad de Oviedo. Peña Azul Julio Marigil Email: club-marigil@hotmail.com

Yo por lo menos en esta fotografía le veo un parecido a la familia de los carboneros.  

Joarkide

05/11/2007

Futbolistas nazarenos (I)

9611d3c6dca005c845b5250fffa1238b.jpgSabido es que Nazar ha dado futbolistas de gran categoria. Hasta el que anota este comentario jugó en la primera regional, en un equipo vallisoletano. Eso si solo durante cuatro partidos. Era una categoría en la que se repartía mucha  mucha leña, y había muy poco que ganar, y por lo que parece tampoco debería ser un artista del balón, eso si corredor y repartidor más de leña que de balones si que era.

Sé de buena tinta que han existido grandes futbolistas nazarenos. Tiempo habrá de ir describiendo poco a poco, y llevarnos grandes sorpresas.

No puedo, ni quiero olvidar las azañas del hamaika bat. Equipo que ganó un torneo de Valdega. De todas formas vamos a empezar  este largo capítulo con este jugador de la familia Gastón Morrás.

Alfonso Gastón Morrás, nació en la localidad Navarra de Nazar, el día 26 de noviembre de 1953.

Comenzó jugando en el juvenil. De aquí se enrolaría en el Alavés Aficionados que militaba en categoría regional. Posteriormente forma parte de la plantilla del Alavés de Segunda División, pero no toma parte en ninguna competición oficial.

Le corresponde el servicio militar en Cádiz y poco después de ser licenciado ficha por el Mirandés para jugar con el conjunto rojillo tan solo una temporada (1976-77), en la que tan solo disputa 13 encuentros con Pedro Mari Beascoechea en el banquillo. El primero de ellos, el 5 de diciembre del 76 y lo hace en Anduva coincidiendo con la visita del Zamora que sale derrotado por 3-0, con goles de Andueza, Lucas y el propio GASTON y el arbitraje a cargo del asturiano Cristóbal Álvarez.

Espero que Santiago Morrás Arbeo, me cuente los pormenores de este jugador. Bueno con esto se acaba la primera nota sobre los jugadores de fútbol nacidos o relacionados directamente con Nazar.

Joarkide

31/10/2007

txakurkumeak - Cachorros

61cd9ef92914006b16c845970abbe029.jpgNo siempre se pueden tratar temas serios. ¿Los recococéis? Si no los reconocéis en este blog, no dejéis de visitar el de NAZAR1.

Este mes ha sido el sumo de visitantes del blog BERROTZA. Al día de ayer, 2.680 visitantes. No está mal.

Repito, espero vuestros comentarios.

Joarkide

28/10/2007

Bilbainicas

ecf39de44b993767e103bc6e2c4b1839.jpgNazarenas seguidoras del athletic. Argazkian ondo ikusi ez arren Loreto, Ibone, Garazi eta Ana agertzen dira. Nazar beti Osasunarekin, baina ikusten denez baita Athletikin ere.

Herrikoia

24/10/2007

Gabino (eta V)

22. Florentzio

El sueño de anoche me ha dado qué pensar, amigo Florencio. Te acuerdas de la yegua Patranca, aquella que se nos murió de torzón, de un atracón de hierba. Pues toda la noche me he pasado soñando con ella. A las 8 de la tarde  un grupo de niños, entre los que te encontrabas tú y mis hermanos, fuimos a por los caballos y las yeguas que estaban atadas en el campo. Benito llegó el primero al pueblo con su caballo blanco, pero el segundo fue mi hermano con Patranca.


Florencio no te da tristeza ver como se va cerrando una casa, luego otra, y otra, y así hasta ir quedándonos solos en el pueblo. Una muerte, otra más, la del vecino… cada día me entristezco un poco más.
 
Ha llegado el invierno, el frío se ha metido en nuestros cuerpos. Ni Florencio ni yo nos atrevemos a salir de casa. Las calles están desiertas, no se ve nadie, la lluvia, el viento dan un aspecto triste al paisaje. Estamos en febrero comienza a nevar. Un día, otro y otro. El cielo está gris. Nos hemos quedado atrapados en una red gris-negruzca. Sigue la nevada, nieva copiosamente. Me entretengo viendo los copos moverse de un lado para otro, sin rumbo fijo. Ha blanqueado. Ya llevamos dos días con nieve.
 
Estoy preocupado en casa. De vez en cuando miro por la ventana, me parece que deja de nevar. Miro de nuevo pero no es así la capa blanca va aumentando. El nogal de enfrente se ha cubierto de nieve, el temor se apodera de mí.
 
Después de comer a duras penas logro llegar hasta la casa de Florencio.
 
- Gabino, hoy no he pegado ojo. Me he pasado toda la noche tosiendo. Me ha comentado Florencio nada más llegar a la puerta de su habitación.
- Coge un vaso de vino de la cocina. Uno para ti, y tráeme otro para mi, que tengo oído que un vaso de vino es lo mejor para los pulmones.
- Enciende también la radio, me ha dicho mientras se le resbalaban un par de lágrimas.
No te preocupes, de ésta sales. Y así fue, una semana en la cama y otra sin salir de casa y Florencio le dio la vuelta.
 
Los dos nos hemos propuesto resistir. No hay un solo día que no salgamos de casa. Cuidamos de los huertos, los puerros, las patatas, las berzas… No faltamos ni un solo día al paseo. La cuestión es salir de casa con un pretexto u otro. Hoy nos está costando más que de costumbre hacer el kilómetro y medio. Hemos dominado al viento, hemos realizado ya la mitad del camino. Doscientos metros nos supone un cuarto de hora pasado, pero resistimos. De repente aparecen dos nubes negras por Sorlada. Hoy no nos libra nadie del chaparrón. Nos hemos dado la vuelta, pero ya es inútil. Grandes y redondas gotas nos caen encima. Han pasado cinco minutos y se desata el diluvio terrenal. Nos ha cogido de lleno. Nada más llegar a casa nos cambiamos al lado del fuego. Pero la gripe no nos quita nadie.
 
De allí a dos días llegó la desgracia. Florencio comenzó con un gran catarro. Había cogido la gripe. Aunque toma las boticas la tos no se le va.  Voy todos los días a visitarlo. Hoy nada mas subir las escaleras se ha echado a llorar.
 
Gabino, se acabó, de esta no pasa. Todo me sobra. Esta noche he tenido un sueño, todo el pueblo estaba lleno de babutas con sus crestas vistosas. Nuestro pueblo. Como hace 50 años. Tal como lo dejaste cuando tuviste que huir. ¡Qué alegría, ver a los niños correr por las calles! Calles llenas de animales. ¿Te acuerdas? Claro que lo recuerdo. Pero no te preocupes, todavía tendremos buenas meriendas y buenos momentos para recordar todo esto y muchas más cosas. Ahora lo que tienes que hacer es tranquilizarte y tomar las boticas.
 
Dos días después se puso peor. No había forma de bajar la fiebre. El médico venía todos los días. En el pueblo no quedábamos más que el y yo. Dos meses después a causa de una neumonía expiró. He estado a su lado hasta el último suspiro.
 
Desayuno, ando un poco, como, paseo por la tarde y sin darme cuenta llega de nuevo la noche. Sin hacer nada especial amanece otro día.  Sin darme cuenta está encima otra primavera.  De cuando en cuando,  me acerco aquel lugar hermoso que compartí con Francisca. Me siento al lado del árbol junto a la peña a recordar viejos tiempos, a recordar lo vivido entre los dos.
 
¡Qué tranquilidad, qué paz, qué sosiego! Vivir, disfrutar… Nada más.

23. Azkena

Ni que decir tiene que he leído a gusto los papeles desordenados dejados por el tío Gabino. Aparte de leerlos, los he tratado de traducir, he intentado ser lo más imparcial posible. De todas formas no he entendido la razón por la que  no ha reflejado lo que tantas veces me ha repetido una y otra vez. He echado en falta todo lo relacionado a Francisca, a la situación de las mujeres en el pueblo. Las travesuras y andanzas de su perro, sus aficiones por la política… No pierdo la esperanza de encontrar en algún armario de la casa, algún cuaderno con estas y otras muchas cosas más…

Hoy he decidido darme un paseo por los lugares que más amaba el tío. He tomado  la cuesta hacía Costalera, he cogido la senda por la que acostumbraba a ir a la fuente que tanta nostalgia le traía. La senda está impracticable, llena de maleza. Después de mucho esfuerzo he llegado hasta la fuente. Me he mojado la cara, y he pasado las horas inmerso en los recuerdos.

Gerardo Luzuriaga Sanchez