10/02/2012
Qué bien hablan los políticos
Qué bien hablan los políticos, y qué bien nos engañan. Son capaces de vendernos hasta lo inservible. Ahora le toca a la REFORMA LABORAL. Eufemismo del despido libre, de la baja de salarios y de todo lo que se nos ocurra contra los currelas.
Oyes el telediario, preparado por los mismos que están en el Gobierno, es decir la derecha, y bien que derecha. Oyes lo que dicen, y aunque estén vendiendo los mayores recortes de los últimos tiempos, lo dicen siempre como algo positivo, bueno y ventajoso. MENTIRA. Todo son recortes, todo es cortapisas; pero como lo dicen con unas palabras que la mayoría no lo entiende, pues ponen cara de buenos, sonrien y los que lo oyen no se enteran de la misa la media.
Por ejemplo dicen el despido se compensará con 33 días de sueldo, y parece que te están dando la luna, cuando la verdad es que te están despidiendo con migajas. Por lo menos hasta ahora eran 55 días. Eso ni lo comentan.
Dicen la jubilación será a partir de 67 años, con una cara alegre y con imágenes estudiadas, que hace que no nos demos cuenta de la gravedad de la frase. Albañiles, camioneros, agricultores hasta los 67 años al pie de obra. Pasando frío y calores. Bochornoso. Hasta ahora era a los 65 años.
Dicen gestionaremos de manera más apropiada la sanidad pública, y se están refiriendo a que reducirán gastos en atendernos cuando acudimos al hospital...
Es preciso que hablen con un lenguaje claro, sencillo y que llamen a las cosas por su nombre. Pero si así lo hiciesen igual muchos de los que le votan se enterarían de cuales son sus objetivos.
Cuando alguien oye reforma laboral piensa que toda reforma es para mejorar, para subsanar defectos; pero no simplemente es para adecuar los tiempos a los nuevos patrones, la derecha. Y dejar el camino todavía más fácil para ellos, gravando con más impuestos a las rentas de los sueldos...
Gerardo Luzuriaga
17:12 | Permalink | Comentarios (0)
09/02/2012
Serafín - Josefina
Serafin Atxa. Según creo debió de casarse bastante mayor, con Josefina de Andosilla. Vivió en una casa grande, con muchos corrales y pajares. Era el que más tierra poseía en Nazar, y aparte de aquí también tenía terrenos en otros pueblos de Navarra. También su mujer tenía fincas en Andosilla. En Nazar cultivaba la finca de la Villa, ubicada entre los caminos de Mirafuentes y Otiñano. No tuvieron hijos, aunque si varios sobrinos y sobrinas que frecuentaban bastante el pueblo, aunque yo no me acuerdo el nombre de ningún, lo que quiere decir que serían más mayores que yo.
Las cuadrillas de mocetes más viejos que nosotros, la del Aurelio, Juan Antonio, Toñin, y en especial las anteriores la del Ricardo, Manolo... no le dieron tregua, no tenían mayor gusto que meterse con él. Le robaban las manzanas, las peras del huerto del Chorrón, andaban en el pajuguero, levantaban las tejas del gallinero en busca de nidos... el Serafín les perseguía... los chavales entraban en el juego y lo tomaban como la diversión principal. Sin embargo le tenían bastante miedo y respeto. Y en más de una ocasión dio algún buen escarmiento a alguno de los que pilló. En una ocasión cuando les perseguía por las piezas con el perro y la yegua. Uno del grupo, creó que fue un hijo del Aderito, el que cogió una piedra y cuando se acercaba la tiró, con tal suerte que le pegó en el morro a la yegua, con lo que la yegua levantó las patas de atrás y el Serafín cayó tendido al suelo, mientras los chavales huían.
Aunque con los chavales de nuestra generación no tuvo tantos problemas, yo por lo menos le tuve miedo, y cierto respeto. Aunque no tuvimos problema alguno con él; es más varias tardes me mandaba con la carretilla a por un fardo de paja a la pieza, el cual pesaba bastante más que yo, y me las veía y deseaba para subirlo a la carretilla; pero solo con lo que nos contaban los mayores fue suficiente para que siempre le mirásemos como a una persona huraña. Recuerdo al Serafín como un hombre grande y gordo. Serio y como si estuviese enfadado. Tuvo fama de roñoso y ruín. Repetía una y otra vez cojotes, cojotes... De su muerte casi ni me enteré, un invierno cuando vine del colegio, me dijeron que había estado enfermo y que había muerto.
También tengo oído que un hermano de Serafín murió de rabia.
La Josefina, que no recuerdo como se apellidaba, (aunque no tengo más que pasarme un día por el camposanto y fijarme un poco en las fechas y en los apellidos, cosa que no creo que lo haga, pues no soy muy amigo de las fechas) sin embargo, era una mujer habladora y me parecía agradable, aunque no tuve gran relación con ella. Bego sabrá bastantes más cosas de ella, ya que muchas noches le acompañó y dormía en su casa. Vivió unos cuantos años más que él.
G. L.
19:47 | Permalink | Comentarios (0)
08/02/2012
José Miguel Fernández Zudaire
Fue una de las muertes que más repercusión tuvo en Nazar y en el valle de la Berrueza. José Miguel, como el resto estudió en Nazar, con Resurre la maestra que justo nos enseñó a escribir, leer, sumar, restar, multiplicar y dividir, y muy poco muy poco más. José Miguel tendría la edad más o menos del Aurelio, Miguel Ángel, José Mari Luzuriaga, José Mari Aranaz… También como el resto marchó muy pronto a trabajar a las fábricas de Gipuzkoa, creó que estuvo en Legazpi. También como el resto volvía a casa con bastante asiduidad, y cómo no cuando en el pueblo había cualquier acontecimiento. Era un chaval alto, simpático. Acabó en Pamplona, donde conoció a la que luego fue su esposa.
(José Miguel es el segundo por la izquieda, el que está entre José Mari (el vasco) y Juan Antonio, detrás de Fernan do)
Un fin de semana de agosto, eran fiestas de Acedo, hace unos 39 años, (todas las fechas que doy siempre son aproximadas, pues para eso de las fechas no tengo la cabeza y siempre hablo de memoria) José Miguel fue con su familia al río, a pasar el día en Arquijas. A la tarde, hizo el primer viaje de vuelta con el coche lleno, dejó a los pasajeros en Nazar y volvió a por el resto, entre ellos a por su padre, que según creo ya estaba un poco delicado. Comenzó a llover unas gotas, y en la primera revuelta del cruce de Mendaza para Acedo, se salió de la carretera con la malísima suerte que resultó muerto en el acto. Todo Nazar quedó petrificado, la tristeza invadió el pueblo. El féretro se quedó toda la noche en la sala adyacente al Ayuntamiento.
No conoció a su hija Edurne, ya que su madre estaba embarazada. Fue una gran pérdida para todos.
G. L.
18:13 | Permalink | Comentarios (4)
06/02/2012
Pablo
Pablo Fernández. Marido de Celes, tuvieron dos hijos Marisol y José Miguel. Pablo y Miguel eran hermanos y se casaron con dos hermanas también de Nazar, Celes y Antonia. Enfrente de la casa tenían un pajar, en el que jugábamos los chavales bastantes veces. Hoy día este pajar tampoco existe, se derruyó hace ya bastantes años.
De Pablo nos acordamos todos, ya que era el encargado de matar los cerdos del pueblo. La matanza era una gran fiesta en todas las casas. Se comenzaba la faena desde la mañana, siempre en invierno. A Pablo se le invitaba a la cena, por lo que recorría por lo menos una vez al año todas las cocinas del pueblo. Lo recuerdo siempre muy gracioso y siempre contaba dichos muy entretenidos. También lo recuerdo como alcalde durante unos años.
En esta fotografía es el que se encuentra entre Paquito y Marcelino. Lo recuerdo siempre con boina, como al resto de los hombres de su edad.
20:06 | Permalink | Comentarios (0)
05/02/2012
Mauricio
Mauricio Fernández. Tres hermanos vivieron en Nazar Mauricio, Pablo y Miguel. Mi padre les llamaba los Guillermos, seguramente su padre se llamaría Guillermo. Mauricio era un hombre delgado, siempre con ganas de fiestas y muy apreciado por la chiquillería. Se casó, pero vivió muy poco tiempo con su mujer, pues ésta tan pronto como comenzó a vivir con él decidió separarse. Siempre lo hemos conocido soltero. Algunas partidas de mus jugamos contra él, y los de su edad, nos ganaban casi sin sentarse, pero lo orgullosos que nos jugábamos la consumición contra ellos: Cayo, Marcelino, Florencio... por aquella época mi padre era raro que fuese al bar. La casa de Mauricio estaba entre la del Pedro y la del Pablo, hoy día no está más que el solar.
Hombre muy chistoso y que con los niños se llevaba de maravilla. Tan sólo lo recuerdo enfadado con nosotros un día de los Santos Inocentes que le intentamos gastar una broma. No le sentó muy bien. Más de una vez los niños visitamos su casa oscura, con la cocina baja. La pieza que está junto al cementerio era de él, la que tiene una moreras que en unos años eran muy visitadas por los niños y niñas del pueblo. En el pueblo ha quedado el dicho vas a acabar en la pieza del Mauricio, refiriéndonos al camposanto, ya que el cementerio se construyó en su pieza. Pronto vas a ir a criar malvas en la pieza del Mauricio todavía solemos decir esta frase para decir donde iremos a parar una vez muertos.
Gerardo Luzuriaga
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